Carta de Valores de Quebec podría ser clave en elecciones anticipadas

Carta de Valores de Quebec podría ser clave en elecciones anticipadas

Políticos de la provincia han descrito la Carta como simplista, descartando el empuje inicial del laicismo y resaltando su contenido de puro oportunismo político. Foto Cortesía The Canadian Press.

MONTREAL.- La propuesta estatutaria Quebec, llamada por sus propulsores como Carta de Valores, que ha sido objeto de intensos debates y cuestionamientos. Este proyecto de ley además de constituir amenazas de demandas judiciales, vaticina el desplazamiento de inmigrantes fuera de la provincia, en caso de ser aprobada como ley.

El documento que contempla la prohibición por parte de los empleados del sector público, incluidos los maestros y trabajadores de guarderías, mostrar o usar símbolos religiosos como el hijab, será sometido a audiencias públicas que comenzarán el próximo 14 de enero.

Posiciones divergentes han sido firmemente planteadas y las encuestas de opinión indican que los quebequenses están divididos casi en partes iguales sobre el tema, aunque hay una ligera inclinación a favor del proyecto de ley en la ciudad de Montreal, por lo que se formula la siguiente interrogante de que es en esta zona donde el Partido Quebequés obtiene la mayor parte de su apoyo, es muy posible que la Premier Pauline Marois podría volver a liderar la política de identidad, específicamente con la necesidad de esta ley como plataforma electoral.

Son altas las posibilidades de una elección para derribar Marois porque los liberales de la oposición han amenazado con votar en contra del presupuesto provincial esperado en marzo. Ellos necesitarían el apoyo de la Coalición para un tercer lugar para el Futuro de Quebec, que también se ha impresionado con el expediente económico del gobierno.

Marois optó por fortalecer la Carta en lugar de satisfacer las demandas de la oposición, disminuyendo sus posibilidades de supervivencia como proyecto de ley.

Un politólogo de la Universidad de Ottawa, Martin Papillon, advirtió que hay cierto peligro en el PQ de contar con demasiado respaldo a la Carta con el fin de impulsarla, de una minoría a una mayoría de gobierno.

El Líder Liberal de Quebec, Philippe Couillard, reconoció que su partido está tratando de reclamar algunos de los terrenos del secularismo con la promesa de luchar contra el extremismo religioso en la provincia.

Couillard dice que los liberales apoyan algunos elementos de la propuesta estatutaria, tales como la prohibición de las personas que reciben o prestan servicios públicos con el rostro cubierto.

“La Carta presentada por el PQ no responde a un problema, a una preocupación real de la población, plantea la amenaza del fundamentalismo religioso”, dijo.

Las preocupaciones acerca de la Carta que ya han sido planteadas por los Ex Premiers Jacques Parizeau, y Lucien Bouchard. Ambos coinciden en los excesos contemplados en el proyecto de ley.

El interés del PQ en las minorías religiosas y sus vestimentas se remonta a las elecciones provinciales de 2007, cuando fue empujado a un tercer lugar en la legislatura por Acción Democrática de Québec, ADQ.

El PQ tomó como bandera la política de identidad a raíz de un intenso debate sobre la acomodación de las minorías, en el que el ADQ no era notablemente visible hasta el 2007 cuando se definió como oposición oficial.

No pasó mucho tiempo para que el PQ retomara la marcha después de su peor derrota electoral y presentara un controversial proyecto de ley a la ciudadanía que habría mantenido a algunos inmigrantes en el ejercicio de cargos públicos.

En la campaña electoral de 2012, el PQ se hizo vocero de una minoría prometiendo una carta de la laicidad. Este plan provocó críticas y reacciones e incluso fue calificada como xenófoba cuando el partido se ganaba un gobierno de minoría, superando a los liberales por cuatro asientos.

Fugas de supuestos detalles de la propuesta estatutaria trajeron más cuestionamientos ya que el gobierno parecía a punto de prohibir los símbolos religiosos tales como kippas, hiyab, turbantes y cruces ostentosas de la función pública.

Cuando el documento fue lanzado en noviembre, sus disposiciones eran más estrictas que las anunciadas, a pesar de los llamados para flexibilizar la legislación propuesta.

Políticos de la provincia han descrito la Carta como simplista, descartando el empuje inicial del laicismo y resaltando su contenido de puro oportunismo político.