Hasta la vista, Jack

La viuda de Jack Layton, Olivia Chow, ante el féretro de su esposo, en el momento de abandonar el auditorio Roy Thomson Hall, en Toronto, tras el funeral de Estado que se celebró en honor del fallecido líder del NDP

Miles de ciudadanos siguieron el paso del cortejo fúnebre desde el Ayuntamiento hasta el auditorio Roy Thomson Hall

El Popular. Toronto.- La familia de Jack Layton, sus amigos y personalidades de todos los partidos políticos se unieron este sábado en Toronto a miles de ciudadanos anónimos para dar el último adiós al líder del NDP, en un funeral de Estado que, como el mismo Layton había deseado, fue, ante todo, una celebración por su vida y un homenaje a los valores que Layton defendió siempre incansable y apasionadamente.

A lo largo de todos los discursos que pudieron escucharse en el Roy Thomson Hall, Layton fue descrito unánimemente como una figura tenaz, compasiva, cercana, optimista y preocupada por los demás, una figura truncada en el zenit de su carrera, cuando un cáncer acabó con su vida en la madrugada del pasado lunes, a los 61 años de edad. Como se puso de manifiesto durante el funeral, pocos políticos canadienses son conocidos por el pueblo por su nombre de pila, y Jack era uno de ellos.

Después de que más de 1.300 personas se acercaran hasta el Ayuntamiento durante todo el viernes para presentarle sus respetos y rendirle homenaje, este sábado se celebró un emotivo funeral, que tuvo rango de funeral de Estado por expreso deseo del primer ministro, Stephen Harper, y pese a que este tipo de ceremonias suele reservarse tan solo a exprimeros ministros o exgobernadores generales.

Los hijos de Jack Layton, Mike y Sarah, realizaron emotivos discursos en recuerdo de su padre

Alrededor de la una de la tarde, el féretro con los restos de Layton, cubierto por la bandera canadiense, abandonó solemnemente el Ayuntamiento y recorrió el centro de la ciudad hasta el auditorio Roy Thomson Hall, acompañado por miles de personas que aplaudían a su paso. La viuda de Layton, Olivia Chow, y sus hijos, Sarah y Mike, siguieron a pie el cortejo fúnebre.

Poco a poco, el auditorio fue llenándose hasta no quedar ni un asiento libre, mientras la orquesta interpretaba el Adagio para cuerdas de Samuel Barber. Entre los asistentes se encontraban el primer ministro, Stephen Harper; los exprimeros ministros Jean Chretien y Paul Martin; el gobernador general de Canadá, David Johnston; la líder interina del NDP, Nycole Turmel; el líder interino del Partido Liberal, Bob Rae; el líder interino del Bloque Quebecuá, Louis Plamondon; la líder de Partido Verde, Elizabeth May; los exlíderes liberales Michael Ignatieff y Stéphane Dion; el alcalde de Toronto, Rob Ford, y muchos otros, incluyendo cientos de ciudadanos que siguieron toda la ceremonia en la plaza del exterior del auditorio, a través de una pantalla gigante de televisión. Muchos de ellos vestían prendas de color naranja (el color del NDP), y la emoción fue palpable a lo largo de todo el funeral, frecuentemente interrumpido por aplausos, tanto dentro como fuera del recinto.

“Estoy triste. Estamos muy tristes. Pero no miremos hacia detrás, sino hacia adelante”, dijo Olivia Chow, en un vídeo donde se recordaron los momentos más importantes de la carrera de Layton.

El Roy Thomson Hall, durante el funeral

El funeral, que el propio Layton había planeado (“por si acaso”) con su gran amigo, el reverendo Brent Hawkes, huyó del sentimentalismo y se centró en recordar la personalidad del líder del NDP y su deseo de trabajar por un mundo mejor, “no esperando eternamente a que llegue el momento perfecto para hacerlo, sino aprovechando cada momento que se nos presente”.

Fue el propio Brent Hawkes quien cerró la ceremonia haciendo un llamamiento al entendimiento entre los diferentes puntos de vista y citando las palabras escritas por Layton en su última carta a los canadienses: “El amor es mejor que la rabia, la esperanza es mejor que el miedo, el optimismo es mejor que la desesperación. Seamos, pues, amor, esperanza y optimismo, y podremos cambiar el mundo”.

Especialmente emotivos fueron los discursos de los hijos de Layton: “Estamos abrumados por el increíble apoyo que hemos recibido estos días, y orgullosos de haber podido compartir a nuestro padre con todos vosotros”, dijo Mike Layton, quien recordó a su padre con anécdotas de su infancia. Sarah Layton, por su parte, destacó lo “buen abuelo” que era su padre, y cómo encontraba siempre tiempo para su familia y sus amigos.

“Un manifiesto en favor de la socialdemocracia”

La intervención más política fue la del exlíder del NDP de Ontario Stephen Lewis, quien calificó la última carta de Layton de “un auténtico manifiesto a favor de la socialdemocracia”. “Él quería, en los términos más sencillos y más viscerales, una Canadá más generosa, y su carta expresa esa generosidad. [En ella] nos está hablando de justicia social, de atención sanitaria, de pensiones, de no dejar atrás a nadie, de los mayores y de los niños, del cambio climático, de la igualdad, de lograr una Canadá más integradora y más generosa”, dijo.

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Por su parte, el primer ministro, el conservador Stephen Harper, dijo antes de entrar al auditorio que “ésta ha sido una semana extraordinaria, muy emotiva”. “Los canadienses, partidarios y opositores por igual, han tenido la oportunidad de honrar y expresar su gratitud por la contribución de Jack Layton a la vida pública. Espero que todo esto haya servido para llevar un poco de consuelo a sus amigos y a su familia”, añadió.

Durante el servicio, que comenzó sobre las dos de la tarde y duró algo menos de dos horas, se realizaron lecturas de la Biblia y del Corán, y hubo varias actuaciones musicales, incluyendo una interpretación de la canción “Hallelujah”, de Leonard Cohen, por Steven Page, y una versión gospel de “Rise Up”, de Parachute Club, a cargo de Lorraine Segato. La ceremonia concluyó con la canción “Let’s Get Together”, de The Youngbloods.

Por deseo de Layton, los asistentes a la ceremonia tuvieron la oportunidad de escribir algo que harían para tratar de conseguir un mundo mejor, mensajes que se añadirán a los otros cientos que, escritos con tiza en los muros del Ayuntamiento, han dejado durante todos estos días ciudadanos anónimos en honor y recuerdo de Jack Layton.

Por la noche, la Torre CN fue iluminada con luces naranjas hasta el amanecer de este domingo.

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