Harper destaca el papel de Canadá en el fin de Gadafi
Harper destaca el papel de Canadá en el fin de Gadafi
El primer ministro alabó el papel jugado por las tropas canadienses en Libia y advirtió “a todos los dictadores del mundo” que Canadá no dudará en volver a usar la fuerza para derrocarlos, al tiempo que recordaba a los soldados que su trabajo en el país norteafricano no ha terminado aún. Harper participó en la cumbre para la reconstrucción de Libia que se celebró este jueves en París, donde anunció la decisión del Gobierno federal de levantar las sanciones económicas impuestas al régimen de Gadafi.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibe al primer ministro canadiense, Stephen Harper, al inicio de la conferencia de apoyo a Libia que se celebró este jueves en París
El Popular / Efe. Toronto / París.- El primer ministro, Stephen Harper, destacó este jueves el papel jugado por las tropas de Canadá en la virtual caída del régimen dictatorial libio de Muammar al Gadafi, durante un encuentro con los militares canadienses que, dentro del operativo especial de la OTAN para Libia, se encuentran destacados en la base de la fuerza aérea de Trapani, en Italia.
Desde Italia, Harper viajó después hasta París para participar en la cumbre para la reconstrucción y el futuro de Libia, que comenzó este mismo jueves en la capital francesa con la presencia de 60 países y organizaciones internacionales, así como de una representación del Consejo Nacional de Transición (CNT), el gobierno rebelde libio.
En su discurso a las tropas canadienses en la base italiana, Harper advirtió “a todos los dictadores del mundo” que Canadá “no dudará en utilizar la fuerza para derrocarlos”.
El primer ministro dijo asimismo a los soldados que su misión en el país norteafricano aún no ha terminado: “Me temo que todavía quedan combates y, sin duda, estaremos ahí. Todavía quedan días difíciles”, dijo
Desde el pasado mes de marzo, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el empleo de la fuerza para proteger a la población civil en Libia de la represión del régimen de Gadafi, y para garantizar una zona de exclusión aérea, Canadá tiene a disposición de la misión de la OTAN un total de 655 soldados, siete aviones CF-18, tres aviones para cargar gasolina y la fragata HMCS Vancouver.
En principio, la misión canadiense tenía que retirarse el 27 de septiembre, según el mandato dado por el Parlamento, pero las palabras del Jefe del Gobierno indican a que solicitará una extensión.
“La historia registrará que este ha sido un buen trabajo de las fuerzas armadas canadienses y de sus aliados, un buen trabajo que ha permitido al pueblo libio derrocar a Gadafi”, señaló Harper.
El primer ministro aseguró que las fuerzas canadienses han participado en alrededor de un 10% de los ataques lanzados por la OTAN contra objetivos del régimen de Gadafi.
“Los Gadafis de este mundo no atienden a la fuerza de los argumentos; el único argumento que entienden es el de la fuerza”, dijo el primer ministro, al tiempo que mandaba también un mensaje al Consejo Nacional de Transición, con respecto a las decisiones que deberá adoptar el nuevo gobierno en los próximos meses: “Es necesario restablecer todas las funciones básicas y elegir a un representante que pueda hablar por todos los libios”, indicó.
Por otra parte, el Gobierno federal levantó este jueves las sanciones económicas que había impuesto contra la Libia de Gadafi, según anunció el propio Harper a su llegada a París. El primer ministro hizo un llamamiento a las Naciones Unidas para que desbloqueen millones de dólares en bienes libios que se encuentran actualmente congelados por todo el mundo.
El levantamiento de las sanciones que impuso Canadá a Libia hace unos meses significa, entre otras cosas, que, a partir de ahora, las empresas canadienses podrán volver a hacer negocios con empresas libias que no sean propiedad del Estado, y que el nuevo personal de la Embajada libia en Ottawa podrá acceder a sus cuentas en bancos de Canadá.
El pasado martes, el Gobierno federal ya anunció su intención de desbloquear más de 2.000 millones de dólares estadounidenses en activos libios congelados, que están en poder de bancos canadienses, para ayudar a la reconstrucción del país, según informó un portavoz gubernamental. “Estamos viendo las opciones que tenemos para descongelar esos fondos y poder darles uso, dijo el portavoz.
La comisión de sanciones de la ONU aprobó este martes una solicitud de Gran Bretaña para liberar 1.600 millones de dólares en haberes libios congelados. Alemania también ha solicitado liberar cerca de 1.000 millones de euros en haberes congelados, y Francia quiere desbloquear unos 5.000 millones de euros para la compra de ayuda humanitaria y el mantenimiento de los servicios básicos en Libia.
Con respecto a la cumbre que se celebró este jueves en París, se preveía que el CNT presentara en este encuentro una hoja de ruta para la transición, un plan que, según un documento al que tuvo acceso la agencia Efe en Trípoli, planea pasar de la “Yamahiriya” (gobierno de las masas) instaurada por el coronel Muammar al Gadafi, a un Estado “democrático, constitucional e islámico”, en el que la sharía (ley islámica) sea la fuente del derecho.
La conferencia de prensa de clausura podría servir para dar a conocerlo y para que el CNT exponga las necesidades más urgentes para la reconstrucción del país y el desbloqueo de los bienes libios congelados por las sanciones económicas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La celebración de la cumbre coincidió con el 42 aniversario del acceso de Gadafi al poder, en 1969, y se celebra tras la reunión del pasado 19 de marzo, que también tuvo lugar en París.
En dicho encuentro, convocado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la comunidad internacional acordó la aplicación de la resolución 1973 de la ONU, que autorizaba a tomar “todas las medidas necesarias” para proteger a la población civil libia y establecía una zona de exclusión aérea, con lo que se lanzó la intervención militar contra las fuerzas de Gadafi.
La reunión de este jueves amplió su formato para que, además de los integrantes del Grupo de Contacto que apoyó las operaciones áreas, acudiesen representantes de países que se opusieron o mostraron reticencias.
Así, al Palacio del Elíseo llegaron, además de Stephen Harper, la canciller alemana, Angela Merkel; el viceministro chino de Asuntos Exteriores, Zhai Jun; el embajador de Brasil en Egipto, Cesario Melantonio, o el senador ruso Mijaïl Marguelov, cuyo país reconoció finalmente este jueves al CNT como autoridad legítima de Libia.
También asistieron los secretarios generales de la ONU, Ban Ki-moon, y la Liga Árabe, Nabil El Arabi; el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping; el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton.
Precisamente este jueves, la UE aprobó el levantamiento de las sanciones impuestas a 28 empresas petroleras, bancarias y portuarias libias, que entrará en vigor este viernes, y Francia anunció que ha obtenido la autorización para desbloquear 1.500 millones de euros (2.163 millones de dólares) de bienes y entregarlos al CNT.
El apoyo francés a los rebeldes fue cuestionado, después de que el diario Libération indicara que el CNT firmó un “acuerdo secreto” con Francia por el que a cambio de su respaldo “total y permanente” durante el conflicto, una vez terminado garantizaría el 35% del total del petróleo bruto del país a empresas francesas.
