Operación “Mr. Big” se enfrentó con normas más estrictas de la Corte Suprema

Operación “Mr. Big” se enfrentó con normas más estrictas de la Corte Suprema

Nelson Hart fue declarado culpable de matar a sus hijas gemelas sobre la base de su confesión a la policía, que se hacía pasar por los delincuentes en la denominada operación encubierta “Mr. Big”.

OTTAWA.- La Corte Suprema de Canadá ha confirmado una sentencia de primera instancia que ordenó un nuevo juicio por el caso de un sospechoso por asesinato en Newfoundland, en una decisión que impone reglas más estrictas sobre cómo investigadores policiales, en operaciones encubiertas y sorpresas “Mr.Big”, obtienen testimonios.

Sin embargo, esta instancia no prohibió la práctica policial.

Los jueces dictaminaron que estas averiguaciones que lograron condenar a Nelson Hart plantean importantes inconvenientes, que tienden a producir confesiones poco confiables y con el riesgo de convertirse en abusivas.

Mr. Big son un conjunto de operaciones ampliamente cuestionadas en el que oficiales encubiertos se hacen pasar por criminales para conseguir confesiones de los sospechosos.

Nelson Hart fue condenado en 2007 en Newfoundland por dos cargos de asesinato, por las muertes y el ahogamiento de sus hijas gemelas de tres años de edad. En gran parte, su imputación fue basada en su confesión a agentes encubiertos.

En 2012, por mayoría de la Corte Suprema de Newfoundland y el Tribunal de Apelación de Labrador se anuló, la condena de Hart, cuestionándose la fiabilidad de su confesión a agentes encubiertos haciéndose pasar por miembros de la mafia. La Corona apeló a la Corte Suprema.

En decisión mayoritaria, en días pasados, el juez Michael Moldaver dijo: “He llegado a la conclusión de que la confesión del 1ero. de abril debe ser excluida”.

“Como tal, es dudoso que cualquier prueba admisible permanezca sobre la cual un jurado, debidamente instruido y actúe según la razón, y podría condenarlo”.

“No obstante, la decisión final sobre la forma de proceder corresponde a la Corona”, añadió Moldaver.

La sentencia esclarece, por primera vez, si el marco jurídico vigente protege adecuadamente los derechos de los individuos cuyas confesiones fueron obtenidas a través de esta técnica, y si estas confesiones deben ser admisibles en los tribunales.

La Corte Suprema considera que la técnica de “Mr. Big” ha demostrado ser una herramienta de investigación eficaz, pero también viene “tiene un precio”.

De acuerdo con el Tribunal Supremo, tales confesiones plantean tres riesgos:

Primero, los testimonios mediante “Mr. Big” llevan implícito “confesiones poco fiables” que han sido responsables de condenas erróneas, “un hecho no puede pasar por alto”, según la Corte Suprema.

Segundo, las confesiones demuestran que el acusado participó en “crímenes simulados”. La Corte Suprema considera que “esta evidencia deshonra el carácter del acusado y, al hacerlo, lleva consigo el riesgo de perjuicio”.

Tercero, este tipo de operaciones “corre el riesgo de convertirse en abusivas”, de acuerdo con la Corte Suprema. “No podemos tolerar este tipo de tácticas policial como sociedad porque estamos centrados hacia la búsqueda de la verdad”.