Padre de soldado acusa al ejército del suicidio de su hijo
Padre de soldado acusa al ejército del suicidio de su hijo

Una dura batalla contra el ejército canadiense están librando los padres de un soldado que se suicidó. Su padre Shaun Fyne acuso a los militares de montar información para ocultar el caso.
OTTAWA.- El padre de un soldado veterano de Afganistán, quien se suicidó después de una lucha con una enfermedad mental, atacó al ejército por la muerte de su hijo.
Conteniendo la emoción, y muchas veces al borde de las lágrimas, el ex oficial de policía de Shaun Fyne cuestionó el papel de ejército, de la policía militar y de los investigadores, durante la audiencia federal que se realiza sobre este suicidio.
Fyne dijo que su hijastro Stuart Langridge murió en el 2008, luego de soportar la humillación y el abandono del ejército. “Fue repugnante lo que le hicieron a mi hijo”, dijo. “Fue asesinado por los militares.”
El soldado había dejado una nota explicando porque se suicidaba, en la que acusaba al mismo ejercito, pero inexplicablemente esta sólo le fue dada a sus padres 14 meses después para proteger a los militares canadienses de la vergüenza, según denuncia el papa.
Langridge se ahorcó en marzo de 2008 tras varios intentos de suicidio y después de una larga lucha contra el alcohol y las drogas. “Nuestro hijo murió a causa de trastorno de estrés postraumático sin tratar”, dijo Fyne, un investigador experimentado que ahora encabeza seguridad para el gobierno de Columbia Británica.
“Este no es el camino debe tener un veterano canadiense. Él era un veterano lesionado que merecía un tratamiento que no llegó. Él no cayó entre las grietas, lo metieron entre las grietas “, dijo el padre.
El joven militar de 28 años se había convertido en un alcohólico y drogadicto luego de la guerra, por un trastorno de estrés postraumático, pero según los padres el ejército no le realizó un buen tratamiento.
El padre realizó su testimonio ante la Comisión de Quejas de la Policía Militar, que esta realizando una investigación sobre el caso del suicidio Langridge.
Fyne quien fue detective y su esposa, Sheila, han afirmado que el Servicio Militar Nacional de Investigación (SNI), realizó un proceso de este caso totalmente erróneo y deliberadamente pasando por alto muchas pruebas que reflejaban el mal manejo que habían dado las Fuerzas Armadas a un soldado enfermo.
“Ellos pasaron más tiempo protegiendo al ejercito, que investigando”, dijo Fyne, quien cuestionó si los agentes NIS era primero policía y luego militar.
Para el padre de familia los investigadores del NIS, en lugar de llevar a cabo una investigación abierta sobre el caso, tratando de presentar los verdaderos problemas, lo que hicieron fue construir un caso para culpar a su hijo de su propia muerte.
“Nuestro hijo no debería estar muerto y nadie se ha hecho responsable de eso”, añadió Fyne, quien agregó que lo peor es que se hizo un gran esfuerzo para culpar a la víctima y exonerar a los verdaderos culpables los militares.
De acuerdo con la investigación el joven militar recibió una orden de empezar a trabajar después de un tratamiento de un mes sobre su salud mental, lo obligaron a realizar muchas tareas domesticas, como palear nieve. A los pocos días dejar su tratamiento se suicidó.
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