HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
Después de haber realizado Margin Call (2011) sobre la crisis que atraviesa un banco de inversiones antes del colapso financiero de Septiembre de 2008, el realizador J.C. Chandor retorna con un tema diametralmente opuesto tanto en estilo como en contenido. Adoptando un ejercicio narrativo minimalista y no teniendo más que un solo personaje en su desarrollo, el relato concebido por Chandor gira en torno al instinto natural de sobrevivencia de todo ser humano cuando se encuentra frente a situaciones límites donde la muerte le está pisando los talones.
El veterano y consagrado actor y director Robert Redford, anima en uno de los papeles más remarcables de su excelente carrera de actor, a un personaje cuyo nombre se desconoce. Se trata de un individuo de edad madura, en apariencia común y corriente, que a bordo de su yate navega en las aguas del Océano Indico. Cuando un barco de carga golpea fuertemente al velero, una larga odisea comienza para este individuo teniendo en cuenta el incontenible deslizamiento del agua en el interior del navío que termina dañando el equipo marítimo como así también produce la desactivación de la radio de comunicación. El asunto termina complicándose aún más en la medida que las condiciones meteorológicas no le ayudan frente a la violenta tormenta que se desata. Con los víveres que van reduciéndose y la amenaza de feroces tiburones que comienzan a rodearlo es fácilmente comprensible la dimensión del peligro que este hombre debe afrontar. Así es que valiéndose de su sextante y de mapas náuticos, se encuentra obligado a confiar en que las favorables corrientes oceánicas terminen ayudándolo para lograr la cooperación fortuita que pueda obtener de alguna otra embarcación que estuviese próxima a la suya.
He aquí un relato que está exclusivamente basado en la lucha del hombre frente a la naturaleza y que en la remarcable interpretación de Redford, después de una larga ausencia en pantalla, adquiere dimensión especial como el individuo que tratando de mantener una actitud calma es conciente de estar enfrentando su mortalidad; el actor transmite magníficamente la actitud de un personaje que solamente cuenta a su favor con las dotes naturales de su inteligencia, intuición y destreza para tratar de salvar su vida.
En la medida que el film carece de diálogo y cuenta con un único personaje y escenario que es la vastedad oceánica en que transcurre la acción, no existe elemento alguno que permita echar luces sobre la vida pasada del individuo en cuestión o saber qué es lo que lo animó a efectuar ese viaje; es el espectador quien debe imaginar o suponer lo que el relato calla. De allí que gran parte de la apreciación de All Is Lost radica, además de la fuerza expresiva de Redford, en la destacada dirección de Chador y en extraordinario esfuerzo desplegado por la dirección de fotografía de Frank G. DeMarco para ofrecer esas insuperables imágenes filmadas de mar abierto así como por Peter Zuccarini en las escenas filmadas debajo del agua.
Conclusión. Teniendo en cuenta la ausencia de alguna historia secundaria, esta producción puede evidenciar cierta monotonía en sus 105 minutos de metraje. Sin embargo, su destacada interpretación, esmerada realización y sus apreciables valores de producción compensan ese inconveniente dando como resultado un bello film.
THE SUMMIT. Irlanda-Gran Bretaña-Suiza-Estados Unidos, 2012. Un film de Nick Ryan
Este documental se refiere al trágico accidente que en Agosto de 2008 cobró la vida de 11 montañeros en el intento de escalar K2. Esta montaña que se encuentra en el corazón de la cordillera del Karakórum en el norte de Pakistán tiene una altura de 8600 metros y aunque es más baja en 200 metros que el monte Everest resulta más difícil de escalar por su dificultad técnica y por la inestabilidad climatológica reinante. De allí que la segunda montaña más alta del mundo (también conocida como la “Montaña Salvaje”) se haya convertido también en la más peligrosa para quienes experimentan la pasión del alpinismo.
Basándose en material de archivo así como en reportajes efectuados a algunos de los sobrevivientes de la expedición que llevó a 22 escaladores provenientes de diferentes países a emprender esta audaz aventura, el realizador Nick Ryan trata de recrear dramáticamente los hechos con la intención de clarificar –si acaso realmente existe explicación alguna- las causas del desastre; según las declaraciones del holandés Wilco van Rooijen, líder de la expedición y uno de los sobrevivientes, parecería que las preparaciones poco organizadas de este viaje contribuyeron al desafortunado desenlace.
En el dramático incidente se sabe que de los 22 alpinistas, 18 de ellos lograron llegar a la cumbre, sin imaginar lo que podría sobrevenir después. Según las declaraciones de los expertos en la materia el descenso es decididamente más difícil y arriesgado que el ascenso; de allí que solamente 7 de ellos hayan logrado retornar a la base. De los desafortunados que no pudieron sobrevivir se encontraba Ger McDonnell, un ingeniero que fue el primer irlandés en llegar a la cumbre de K2; se cree que en la etapa del descenso él se apresuró a auxiliar a tres heridos alpinistas con el precio de pagar con su vida la asistencia realizada; de algún modo ese hecho plantea en el film una pregunta no exenta de connotaciones morales acerca de si según las reglas no escritas de este deporte, como medio de preservación uno debe proseguir en lo suyo dejando de lado a quienes pudieran requerir auxilio.
En líneas generales el documental impresiona por sus imágenes aunque no necesariamente en lo que concierne a la narración; eso se debe a que hay demasiada información recogida que muchas veces resulta contradictoria y además porque el realizador frecuentemente deja de lado el tema central del relato para intercalar historias que de alguna manera distraen atenuando el interés del espectador, como es el caso del material de archivo de una expedición de características similares que tuvo lugar en 1954.
Conclusión: The Summit se distingue por su belleza panorámica pero sin aclarar convenientemente cómo se produjo la muerte de los 11 alpinistas.
CARRIE. Estados Unidos, 2013. Un film de Kimberly Peirce
Este film es una nueva versión de la conocida novela Carrie de Stephen King que originalmente fue dirigido por Brian De Palma en 1976 con Sissy Spacek en el rol protagónico y Piper Laurie como su madre. Desde el vamos, se puede afirmar que aunque lo que la realizadora Kimberly Peirce ofrece aquí diste de tener el mismo lirismo e impacto que la película original, con todo su trabajo es respetable, permitiendo a la nueva generación de espectadores contemplar un film entretenido dentro del marco de las convenciones de los relatos de horror.
En líneas generales, salvo su prólogo, el relato basado en el guión de Lawrence D. Cohen y Roberto Aguirre-Sacasa se ajusta al libro de King aunque adaptado a las nuevas tecnologías de la época actual.
Chloe Grace Moretz anima a la protagonista Carrie White, una adolescente que teniendo como madre (Julianne Moore) a una persona fanáticamente religiosa ha influido en la formación de su personalidad convirtiéndola en una joven prácticamente ignorante de aspectos que se vinculan con su edad a la vez que la ha marginado socialmente.
La ingenuidad de Carrie así como su naturaleza tímida y extremada inocencia influyen para que sea diferenciada y acosada por sus compañeras de escuela. Cuando después de una ducha que tiene lugar en el recinto escolar es presa de un ataque de pánico al ver que gotas de sangre emanan de su cuerpo como consecuencia de su primera menstruación, no sólo que es objeto de la implacable burla de sus compañeras sino que además ella es filmada con el teléfono inteligente de una de las más despiadadas estudiantes (Portia Doubleday) quien coloca ese video en línea para que todo el mundo sepa lo que pasó. Es ahí donde Carrie descubre sus poderes de telequinesia, o sea la energía que emana de su cerebro para lograr el movimiento de los objetos, que a la postre se convertirá en su letal instrumento de venganza.
Hay algunas escenas que alcanzan resonancia y emotividad. Entre las mismas figura el cálido apoyo que Carrie recibe de su profesora de gimnasia (Judy Greer) defendiéndola abiertamente del desprecio que ella sufre en la escuela; otro momento clave es aquél en que ella llega reluciente como una Cenicienta a la fiesta de graduación acompañada por un compañero de clase de buena presencia (Ansel Elgort) en donde por primera vez cree haber ganado cierta aceptación social y confianza, aunque ese momento de felicidad resulte efímero.
Con un desenlace sembrado de violencia y horror, el film no alcanza la misma fuerza expresiva que el original pero no llega a decepcionar. Si bien la interpretación de Moretz dista de poseer la intensidad expresiva que brindase Spacek en el mismo rol, de todos modos se destaca como un ser débil, indefenso y desprotegido que sufre de los embates del ámbito escolar así como los desvaríos de su psicópata madre castradora. Quien realmente se adueña del film es Moore quien, desde la primera escena en que su trastornado personaje da a luz a Carrie hasta el instante final en el que se produce el decisivo enfrentamiento con su hija, traduce la verdadera sensación de una mujer que aplicando equivocadamente los preceptos bíblicos llega a un estado de completo desequilibrio emocional incluyendo la automutilación.
Conclusión: Aunque de nivel inferior al de su primera versión cinematográfica, esta película de horror está bien realizada y además interesa porque considera sobriamente el dramático y espinoso tema del “bullying” que afecta a la juventud adolescente de la época actual.
A TOUCH OF SIN. China, 2013. Un film escrito y dirigido por Jia Zhang-Ke
Rara vez se ha visto un film proveniente de China donde la violencia quedase expuesta en forma tan cruda y visceral como la que se contempla en A Touch Of Sin, del realizador Jia Zhang-Ke quien como autor del guión obtuvo un premio al mismo en el festival de Cannes de este año.
A través de lo que se expone, cabe concluir que si bien China es hoy día una potencia gigante dentro del contexto de la economía mundial, genera considerable violencia en los diferentes niveles de su sociedad; así, el bienestar económico de ciertas regiones se logra a expensas del detrimento de otras.
Con un estilo neorrealista y adoptando la estructura de un film coral, el guión se vale de cuatro historias ubicadas en diferentes provincias y con cuatro personajes que son –según el realizador- el reflejo de la China contemporánea. En un episodio se contempla a un minero quien exasperado por la corrupción de los dirigentes de su pueblo decide pasar a la acción; otra historia se centra en un trabajador migrante que regresa a su hogar para el Año Nuevo Chino y descubre las amplias posibilidades que su arma de fuego le ofrece; otro capítulo gira en torno de una recepcionista de un sauna donde el acoso de un rico cliente la induce a cometer un acto irreparable; finalmente se asiste al caso de un joven que pasando de un trabajo a otro en situaciones degradantes vislumbra en el suicidio la forma de solucionar su angustioso problema.
Aunque estas historias son tratadas en forma desigual y sin gran aliento emocional, este film suscita interés; sin ofrecer matices moralizantes y adoptando un abierto nihilismo al dramatizar el triste destino de sus personajes, demuestra que al igual que en otros rincones del mundo, las desigualdades económicas y sociales de una sociedad como la de la China actual pueden conducir a un nivel de descontento de la población que para poder sobrevivir expresa sus sentimientos de frustración explotando con inusitada furia.
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