Aprendiendo a rastrear la historia familiar
Aprendiendo a rastrear la historia familiar
El objetivo de los seminarios del sábado es que cada persona pueda conocer como mínimo cuatro generaciones anteriores a la suya
Núria Meléndez. Toronto.- Investigar las raíces familiares es la tercera afición con más adeptos canadienses entre personas de más de 50 años, por detrás de caminar y jugar a cartas. Con el fin de ayudar a todos los que deseen investigar sobre su pasado y conocer quienes fueron sus antepasados y de dónde procedían, el sábado 17 de septiembre se realiza en Toronto la Segunda Conferencia Anual One World – One Family (un mundo, una familia), que pretende ofrecer las herramientas y el conocimiento necesario para indagar en el árbol genealógico de cada uno.
Entre los más de 30 seminarios y charlas incluidas en la conferencia, que durará de 9 de la mañana a 5 de la tarde, destaca la centrada en la comunidad hispana que impartirá Carece Piedra. Con el título Resources for Spanish Family History Research, Piedra, originario de Uruguay, ofrecerá todos sus conocimientos y experiencia en la búsqueda de los orígenes familiares a aquellas personas que intenten conocer de dónde procedían las generaciones anteriores de su familia en países de Centro América y Sur América. La conferencia será impartida en inglés, pero si la mayoría de los participantes lo prefieren se puede hacer en español.
“En México buscar las raíces familiares es el hobby número uno” en personas mayores de 50 años, explicó Fernando E. Pardo, miembro del comité responsable de la conferencia y subdirector en asuntos públicos. “Actualmente en Argentina y en Brasil la gente puede consultar gratuitamente los registros del gobierno y de la Iglesia, pero durante muchos años fue duro intentar conocer la historia de la familia”, contó Pardo, quién además es el encargado de gestionar las actividades centradas en personas de habla hispana.
Se estima que en la conferencia acudan unas 500 personas y, por primera vez, la edad media de los participantes ha bajado y “ahora se sitúa en los 48 años”, remarca Pardo quien asegura que la afición a indagar en la historia de la familia cada vez está ganando más adeptos. “En México incluso los jóvenes de 18 a 24 años se animan a descubrir de dónde procede su familia”. El crecimiento de esta nueva tendencia es, en parte, gracias a Internet y a la facilidades para viajar por todo el mundo.
El objetivo de los seminarios del sábado, patrocinados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y con un coste de 20 dólares que incluye almuerzo, es que cada persona pueda conocer como mínimo cuatro generaciones anteriores a la suya. Asimismo, los que deseen continuar con sus investigaciones pueden recibir ayuda durante todo el año en una de las capillas de la citada Iglesia, donde podrán acceder a microfilms, a internet, y recibir la ayuda de voluntarios sin ningún coste. Para saber los horarios, e información extra sobre el resto de seminarios, se puede consultar la página web www.oneworldonefamily-theevent.com.
