Harper promete cambios para modernizar la Ley Indígena
Harper promete cambios para modernizar la Ley Indígena

El primer ministro, Stephen Harper, llega al encuentro entre el gobierno federal y las Primeras Naciones en Ottawa con David Johnston, gobernador general de Canadá; John Duncan, ministro de Asuntos Aborígenes; y Shawn Atleo, jefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá; el martes 24 de enero de 2012. (Foto: Sean Kilpatrick/The Canadian Press)
Redacción.- El primer ministro, Stephen Harper, declaró ayer en una reunión con los jefes de las Primeras Naciones de Canadá que se va a realizar una actualización de la Ley Indígena, pero no su derogación.
“Nuestro gobierno no tiene ningún gran proyecto para derogar o volver a escribir de manera unilateral la Ley Indígena”, dijo Harper en su discurso de apertura de las reuniones entre los líderes de las Primeras Naciones y los ministros y funcionarios gubernamentales celebradas ayer. “Después de 136 años, este árbol tiene raíces profundas. Eliminar la cepa solo dejaría un gran vacío”, comentó.
No obstante, el primer ministro afirmó: “Hay diversas formas, formas creativas, formas de colaboración, formas que implican consultas entre nuestro gobierno, las provincias y los líderes de las Primeras Naciones y las comunidades, los medios que proporcionan las opciones dentro de la ley, o fuera de ella, para el cambio práctico, gradual y real”.
“Nunca ha habido un mejor momento para construir sobre lo que hemos logrado, para seguir adelante, para reestablecer la relación, para aprender del pasado, pero centrándonos en el futuro”, declaró Harper.
El jefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá, Shawn Atleo, dijo que habrá personas que vean con escepticismo la reunión de ayer con Harper y que crean que no va a cambiar nada. Shawn afirmó que entiende este punto de vista.
“Sería faltar al respeto de los sufrimientos de nuestros pueblos si no lo hiciera”, pero “primero tenemos que reparar, como ya se ha dicho aquí, la confianza que se ha roto. Para reconstruir la sociedad, tenemos que reconstruir la confianza en la que se debe basar”, explicó.
Atleo fue muy crítico con la Ley Indígena. “Basada en la vergonzosa premisa de nuestra inferioridad, dirigidos a la asimilación y a la destrucción de nuestras culturas, se trataba de una revocación completa de la colaboración entre naciones respetuosas”.
Para el jefe nacional de la Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá la ley “ha fallado totalmente a nuestro pueblo y ha fallado a Canadá”, ha quedado desfasada, de otro siglo, y es como “una roca que bloquea el camino de colaboración” entre el gobierno federal y los líderes de las Primeras Naciones.
La ley Indígena fue aprobada inicialmente en 1876 y concedió al gobierno federal la competencia exclusiva sobre “los indígenas y las tierras reservadas a los indígenas”. La legislación, que fue modificada por última vez en 2000, define quién es reconocido como miembro de las Primeras Naciones y establece las normas que lo regulan todo, desde cómo funcionan las reservas hasta el matrimonio.
En el encuentro se utilizó por primera vez desde hace siglos un histórico cinturón de cuentas de concha, réplica del usado en el Tratado de Niágara de 1764, para significar la reunión de la relación entre las Primeras Naciones y el gobierno federal.
La prenda simboliza el vínculo forjado entre las Primeras Naciones y el gobierno en el año siguiente de la Proclamación Real de 1763 que define la relación entre las dos partes. El primer ministro habló en la reunión de la necesidad de construir confianza y respeto y se comprometió a capacitar a las Primeras Naciones.
“El mayor respeto que podemos mostrar a los hombres y las mujeres de las Primeras Naciones es que se les proporcione las herramientas que les den crédito y capacidad y luego les permitan avanzar”, dijo Harper, quién afirmó: “Todos tenemos que seguir adelante. Así que déjenos ser sus socios”.
Los jefes de las Primeras Naciones esperan que sus conversaciones con Harper y los altos funcionarios puedan producir un enfoque de dos vías para ofrecer tanto soluciones a corto plazo para la crisis inmediata, así como construir los cimientos para forjar una relación a largo plazo dentro de 12 a 18 meses.