Toronto prohíbe la aleta de tiburón
Toronto prohíbe la aleta de tiburón
El Popular. Toronto.- El Ayuntamiento de Toronto acordó este martes, por 38 votos a favor y con 4 en contra, prohibir el consumo de aleta de tiburón en la ciudad. Toronto se convierte así en la segunda ciudad de Canadá, después de Brantford, Ontario, en prohibir este producto.
Durante el debate municipal, que tuvo su parte de espectáculo, con la presencia de activistas disfrazados, varios concejales expresaron sus dudas acerca de que el Ayuntamiento pueda hacer cumplir la prohibición.
El alcalde, Rob Ford, se opuso a la prohibición: “Si nadie me dice a mí lo que tengo que comer, ¿por qué tengo que decirselo yo a nadie?”, dijo.
La sopa de aleta de tiburón es un plato tradicional chino considerado una delicia culinaria, y que se suele servir en celebraciones festivas y ocasiones especiales, como bodas y banquetes, ya que es símbolo de salud y prestigio.
Encuestas realizadas en el año 2006 a una población china revelaron que el 35% de los participantes afirmaban haber consumido sopa de aleta de tiburón en el último año. La tercera parte de las importaciones de aleta de tiburón proviene de Europa.
El aleteo de tiburones o finning (de la palabra inglesa fin, aleta) consiste en cortar solo las aletas de los tiburones y lanzar el resto del animal al mar. Como la comercialización de las aletas es mucho más rentable económicamente, el resto del animal ni se embarca ni se aprovecha y, de esta manera, las bodegas de los barcos tienen más espacio para acumular más cantidad de aletas.
La cantidad de tiburones capturados para llenar una de estas bodegas es mucho mayor que si se tuviera que llenar las bodegas con el animal entero. Así, cientos de miles de tiburones mueren anualmente a causa de esta práctica.
Normalmente el tiburón aún está vivo cuando se le retorna al agua, donde su único futuro consiste en morir agonizando lentamente en el fondo del mar. Además, y según denuncian los que se oponen a su consumo y comercialización, esta práctica provoca un gran despilfarro de proteínas y de otros productos derivados de los tiburones, porque tan solo supone el aprovechamiento de entre un 2-5% del animal.
De esta manera se impide el procesado y el aprovechamiento del resto del tiburón en la costa, con la consiguiente amenaza para el desarrollo alimentario y socioeconómico de zonas costeras de muchos países pobres implicados en el problema.