El Gobierno, con pocos recursos para perseguir los matrimonios de conveniencia
El Gobierno, con pocos recursos para perseguir los matrimonios de conveniencia
Desde 2008 hasta finales del año pasado, la Agencia de Servicios Fronterizos ha abierto 39 investigaciones penales por casos de matrimonios fraudulentos llevados a cabo para conseguir la residencia en Canadá. El Gobierno, no obstante, reconoce que le faltan recursos para investigar y admite que muchos de estos casos no llegan nunca a los tribunales. La nueva ley que prepara el Ejecutivo conservador endurecerá las condiciones para patrocinar al cónyuge.

El ministro de Seguridad Pública, Vic Toews, y el presidente de la Agencia de Servicios Fronterizos, Luc Portelance, en una imagen de archivo
El Popular. Ottawa.- La Agencia Canadiense de Servicios Fronterizos (CBSA, por sus siglas en inglés) ha abierto más de tres docenas de investigaciones criminales relacionadas por fraudes matrimoniales cometidos en los últimos años, según revelan documentos desclasificados recientemente.
La Agencia ha comenzado también una investigación para determinar la posible participación de la delincuencia organizada en el arreglo de matrimonios de conveniencia con el objetivo de lograr la residencia en Canadá.
Varias informaciones del centro de proceso de casos de inmigración de Alberta, a las que tuvo acceso la agencia de noticias The Canadian Press, mostraron una serie de similitudes entre los patrocinadores de esposos o esposas, lo que llevó a las autoridades a sospechar de que se trataban de relaciones falsas.
Ante esta situación, el Ministerio de Ciudadanía e Inmigración ordenó a los agentes de los servicios de fronteras que redoblasen sus esfuerzos a la hora de detectar este tipo de casos, en una operación a la que se denominó Project Honeymoon (Proyecto Luna de Miel).
En total, desde el año 2008 hasta finales del año pasado, la Agencia de Servicios Fronterizos ha abierto 39 investigaciones penales por presuntos casos de matrimonios de conveniencia. No obstante, en documentos internos de la propia Agencia, conocidos gracias a la Ley de Acceso a la Información, se reconoce que la detección de este tipo de casos requiere una cantidad considerable de recursos, por lo que muchos no llegan nunca a los tribunales.
Estos datos se conocen en un momento en que el Gobierno federal conservador está tratando de aprobar un cambio normativo, según el cual las personas que pretendan venir a Canadá para reunirse con sus parejas necesitarán haber mantenido con sus patrocinadores una relación de al menos dos años, antes de poder aspirar a un permiso de residencia permanente.
En general, se distinguen dos tipos de matrimonios de conveniencia. En el primero de ellos, un residente en Canadá bienintencionado es víctima de un extranjero, que hace uso de la relación para lograr el estatus de residencia en el país. Normalmente, estos casos son gestionados por la Junta de Inmigración y Refugiados, y suelen acabar con la expulsión de Canadá de la parte infractora.
En el segundo caso, ambas partes son conscientes del fraude y participan en él. Son los casos que la Agencia de Servicios Fronterizos considera “estafas organizadas”, y que persigue penalmente.
“Estos casos requieren un uso intensivo de recursos en las investigaciones, con el fin de obtener evidencias suficientes para apoyar la presentación de cargos penales y un enjuiciamiento exitoso”, indica una nota de diciembre 2010 elaborada por el presidente de la CBSA, Luc Portelance, para el ministro de Seguridad Pública, Vic Toews.
En la misma nota se añade que la Agencia de Servicios Fronterizos lleva a cabo investigaciones criminales y administrativas de casos de matrimonios de conveniencia “cuando los recursos disponibles lo permiten”. Dado que la Agencia no tiene fondos específicos para investigar este tipo de casos, los recursos se transfieren de otros departamentos.
Entre 2008, año en que la Agencia empezó a recopilar datos, y el final del año pasado, se recibieron pistas de fuentes diversas sobre 200 posibles casos de matrimonios de conveniencia. De ellos, un total de 39 justificaron la apertura de una investigación penal, se presentaron cargos en siete, y hubo condenas en tres. En diciembre de 2010 permanecían abiertos 17 casos.
La Agencia de Servicios Fronterizos indicó este lunes que de momento no estaban disponibles estadísticas más recientes.
Memorandos internos de la Agencia señalan que en la cobertura de los medios de comunicación realizada sobre este asunto el año pasado se sugería una “falta de acción” sobre el problema de los matrimonios fraudulentos.
El ministro de Inmigración, Jason Kenney, hizo poco para disipar esa idea, al señalar recientemente a la cadena pública CBC que no depende de él el número de casos que investiga la Agencia de Servicios Fronterizos.
En una entrevista con The Canadian Press, Kenney felicitó a los agentes de la CBSA por su trabajo en la detección de casos de matrimonios de conveniencia cuando se producen en el extranjero, pero añadió que, una vez que ambas partes están ya en Canadá, la investigación se vuelve mucho más difícil.
“Ahora mismo tenemos muy pocas herramientas para hacer frente a este problema, porque tenemos que ser capaces de ir ante un tribunal y demostrar que el matrimonio se llevó a cabo con mala fe”, indicó el ministro. “Al final nos resulta prácticamente imposible obtener condenas exitosas en este tipo de casos. Necesitamos herramientas adicionales”, añadió, en referencia a la nueva normativa que pretende aprobar el Gobierno federal.