Tiempo de activar el reloj biológico
Tiempo de activar el reloj biológico

Si el sol atisba por la ventana no voy a ignorarlo, voy a dejar que toque mi piel, sin ningún temor, para que me de cuerda y active mi reloj biológico
Estar viva las veinticuatro horas del día es mi intención y mi visión este año. ¿Quién puede frenar este propósito, si a vivir fui mandada? Convencida estoy que el dueño de la vida no quiere que muera a la vida, sino que viva a la vida. La vida me exige respirar de doce a quince veces por minuto, palpitar mi corazón ciento sesenta veces por minuto mientras que mi cerebro se las arregla para mantener activo sin parar ni un solo segundo. A este trabajo involuntario se le llama Ritmo Circadiano, Ritmo Biológico o Reloj Biológico y como todo trabajo necesita energía para ser realizado.
Los rayos solares juegan un papel importantísimo en el tictac permanente del metabolismo biológico del que estamos hablando, y si no los tengo en cuenta en mi diario vivir puedo, sin lugar a dudas, afectarlo dramáticamente teniendo como resultado una vida apagada y sin energía para brillar. Yo quiero brillar y eso es lo que me he propuesto. ¿Para qué y por qué? Para dejar huella en este planeta tierra y no pasar desapercibida. ¿Qué me impulsa a hacerlo? La repuesta a mi “Plegaria”. ¿Que busco con ello? Busco encontrarme con el dueño de la vida para dejar que su propósito se haga una realidad en mí.
No voy a desperdiciar la energía del sol porque sé que fue creada para que yo viva- así lo hacen las plantas que me nutren cumpliendo su propósito- y HOY, yo lo acepto y lo tomo. No cambiare por nada de este mundo este recurso de vida; por nada, digo, porque nada ni nadie puede reemplazarlos.
Si el sol atisba por la ventana no voy a ignorarlo, voy a dejar que toque mi piel, sin ningún temor, para que me de cuerda y active mi Reloj Biológico.