Canadá alberga páginas web del Gobierno sirio y de Hezbolá
Canadá alberga páginas web del Gobierno sirio y de Hezbolá
El Popular / Agencias. Toronto / El Cairo.- Páginas de Internet del Gobierno sirio y otros portales que pertenecen al partido chií libanés Hezbolá, ambos objeto de sanciones por parte del Gobierno canadiense, están alojados en servidores de Canadá, informaron este jueves investigadores de la Universidad de Toronto.
Entre estos portales están los de los ministerios sirios de Cultura y de Transporte, el de la cadena siria Addounia y el del canal de Hezbolá, según detallaron los investigadores del Centro Munk de Estudios Internacionales, adscrito a la Universidad de Toronto.
Según el informe, los ministerios sirios se basan en otras empresas que ofrecen servidores en Canadá para alojar contenidos, indicó la Universidad en un comunicado, citando como ejemplo a la compañía Platinum Incorporated.
En el caso de la cadena Al-Manar, perteneciente a Hezbolá, su portal está respaldado en servidores canadienses y estadounidenses y utiliza un servidor canadiense para difundir su señal en todo el mundo.
La difusión de Al-Manar por satélite está prohibida en Estados Unidos y en los países de la Unión Europea, destacan los investigadores, que son miembros del Laboratorio Ciudadano del Centro Munk, especializado en medios digitales, seguridad internacional y derechos humanos.
Retransmitida por satélite desde Beirut, Al-Manar ofrece una alta producción de noticias, comentarios y entretenimiento al servicio de lo que Hezbolá entiende como la unidad y la resistencia islámica. La autoproclamada “Estación de la Resistencia” es clave en lo que Hezbolá llama su “guerra psicológica contra el enemigo sionista”y una parte integral del plan de Hezbolá para difundir su mensaje a todo el mundo árabe.
Actualmente, la programación se orienta a la cobertura de la causa palestina, los Estados Unidos y la coalición que ocupó Irak, y el fomento de la resistencia contra Estados Unidos e Israel.
Al-Manar fue designada una “entidad terrorista”, y prohibida por los Estados Unidos en diciembre de 2004. También se ha prohibido en Francia y España, y ha tropezado con algunos problemas de servicio y licencia en el extranjero, incluyendo los Países Bajos, América del Sur, Canadá y Australia, si bien no ha sido prohibida oficialmente en ninguna de estas regiones.
La estación fue lanzada por Hezbolá en 1991, con la ayuda de fondos iraníes. En 2004, Al-Manar estimó tener entre 10 y 15 millones de televidentes diarios en todo el mundo.
Canadá ha condenado la violenta represión contra los manifestantes que exigen una mayor democracia en Siria. Ottawa impuso una serie de duras sanciones contra el régimen, incluidas las restricciones de viaje y la congelación de activos.
El pasado mes de agosto, en concreto, el Gobierno federal amplió las sanciones económicas que había impuesto en mayo cal régimen de Bashar Al Assad. Según informó entonces el ministro de Relaciones Exteriores, John Baird, el paquete de medidas restrictivas incluye la prohibición de viajar a los asociados con el gobierno de Damasco, la inmovilización de activos, así como la congelación de las exportaciones e importaciones hacia y desde el país.
Dos nuevas empresas se sumaron en ese momento a la lista de sanciones: Syriatel, un proveedor de comunicaciones, y el Banco Comercial de Siria.
“Abandonar Siria inmediatamente”
Por otra parte, Canadá recibió este jueves con satisfacción la decisión adoptada por la Liga Árabe el miércoles en Rabat, de dar un ultimátum a Siria .
El ministro de Relaciones Exteriores, John Baird, afirmó que con este gesto, los vecinos de Siria indicaron claramente que la conducta del régimen de Assad no será tolerada.
El ministro añadió que la campaña de terror ejecutada por el régimen de Damasco contra el pueblo sirio debe cesar y que el presidente Assad y sus seguidores deben dejar el poder.
Baird dijo que Canadá seguirá abogando a favor del aislamiento del régimen de Assad y apoyará plenamente al pueblo sirio frente “a la brutal represión”. También agregó que los canadienses que se encuentran actualmente en Siria deben abandonar el país inmediatamente.
Mientras, el régimen sirio perseveró este jueves en la represión del movimiento que busca su caída, pese al ultimátum de la Liga Árabe, que le dio hasta el sábado para que ponga fin a la violencia so pena de sanciones económicas.
El miércoles, en una reunión de la Liga Árabe en Rabat, el primer ministro catarí, Hamad ben Jasem, declaró que la organización da “tres días al gobierno sirio para que detenga la sangrienta represión” contra los civiles.
“Si Damasco no acepta cooperar con la Liga, se adoptarán sanciones económicas”, advirtió, tras la reunión en la que se adoptó la suspensión de la participación siria en la organización, decidida el 12 de noviembre.
La Liga Árabe se puso firme ante el incumplimiento sirio de su plan de salida de crisis, que prevé el fin de la represión, la retirada de las tropas de las ciudades, la liberación de miles de detenidos y el envío de observadores árabes.
El régimen sirio, por su parte, habría aceptado recibir a la misión de observadores propuesta por la Liga Árabe dentro de su hoja de ruta para superar la crisis en ese país, a condición de que se realicen algunas modificaciones, dijeron este jueves a Efe fuentes del organismo panárabe.
Según una fuente de la Liga Árabe que pidió el anonimato, la respuesta del Gobierno sirio asegura que “acepta el proyecto del protocolo de la visita a su territorio de los mecanismos de observación de la Liga Árabe”, y añade que firmará el protocolo que regula el contenido de los grupos de observación, la agenda y la forma de la visita.
La respuesta de Damasco llegó en un escrito de dos páginas, en las que el régimen sirio insiste en que suscribirá el acuerdo después de “leves modificaciones”, sin especificar cuáles son estas, según la fuente.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil el Arabi, pidió a Siria firmar un acuerdo en el que se comprometería a no intervenir en la misión de los grupos de observadores que deberán supervisar el cese de la violencia.
Más muertos
Sobre el terreno, los registros y operaciones de búsqueda de militantes continuaron este jueves, causando ocho muertos más, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y los Comités de Coordinación Local (LCC).
Concretamente, cuatro civiles murieron en Idleb (noroeste), entre ellos un niño que estaba en su casa y tres hombres que circulaban en coche. En Homs (centro), uno de los focos de las protestas, dos civiles murieron, y en Deir Ezzor (este), una niña y un hombre murieron durante unos registros, según ambos grupos.
Los medios de prensa extranjeros no pueden circular libremente por el país, por lo que fue imposible verificar este balance de forma independiente.
También en Idleb, militares disidentes dispararon granadas contra una sede de la juventud del partido Baas, en el poder, donde estaban reunidos miembros del aparato de seguridad, precisó el OSDH sin mencionar víctimas.
“Por supuesto que si la oposición recurre a tales métodos, esto conducirá (…) a una auténtica guerra civil”, advirtió Rusia por boca de su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, que habló en la misma conferencia de prensa en Moscú, consideró que “es hora de que el presidente Assad dimita”.
Francia, Alemania y el Reino Unido quieren presentar al Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución para condenar la represión en Siria. Según fuentes diplomáticas, cuentan con el apoyo de los países árabes. La votación se espera el martes.
La represión ha dejado en Siria más de 3.500 muertos desde el comienzo de las revueltas a mediados de marzo pasado, según las últimas cifras facilitadas por la ONU.
(Con información de Efe y AFP)