Orden de desalojo inmediato para los indignados de Montreal
Orden de desalojo inmediato para los indignados de Montreal
La Policía les dio un segundo aviso este jueves, después de que ignorasen las notas de desalojo entregadas el miércoles por la noche. En Toronto, cientos de manifestantes, apoyados por sindicalistas, marcharon por el centro financiero de la ciudad tras el desmantelamiento del campamento de St James Park.
Un policía coloca una orden de desalojo en una de las tiendas del campamento de 'Occupons Montréal'
Montreal / Toronto.- Apenas 24 horas después de que fuese desmantelado por la Policía el campamento de ‘Occupy Toronto’ (Ocupa Toronto), los ‘indignados’ de Montreal recibieron también este jueves la orden de desalojar de forma inmediata el campamento de protesta que tienen instalado en la plaza Victoria.
La Policía publicó una segunda ronda de avisos de desalojo por la mañana, redactada en términos más enérgicos que las entregadas el miércoles por la noche. En las notas originales se pedía a los activistas que desmontasen sus tiendas y carpas y retirasen sus objetos personales, y que respetasen la prohibición de permanecer en la plaza entre la medianoche y las seis de la mañana. Pero en la mañana de este jueves el campamento permanecía intacto. El segundo aviso les ordenaba levantar el campamento “de inmediato”.
No obstante, al cierre de esta edición (jueves por la noche), la Policía no había comenzado aún a llevar a cabo el desalojo forzoso. Fuentes policiales señalaron que las notas no eran un ultimátum y que no había ningún plazo específico para su aplicación.
Después de que muchas ciudades de Canadá hayan empezado a desalojar a los ‘indignados’ del movimiento ‘Occupy’, Montreal permanecía aún este jueves como uno de sus últimos bastiones.
El campamento de ‘Occupy Toronto‘ llegó a su fin este miércoles con protestas, pero de forma pacífica, tras ser retiradas todas las tiendas y carpas que quedaban en St. James Park, a requerimiento de la Policía.
Los agentes ejecutaron la la orden de desalojo emitida por el Ayuntamiento de Toronto tras la decisión judicial que el pasado lunes dio vía libre a las autoridades para acabar con la protesta. Hubo quejas por parte de los activistas, pero no se registraron actos violentos. La Policía detuvo a once personas. Diez de ellas fueron multadas por allanamiento y una quedó libre sin cargos.
El alcalde de Toronto, Rob Ford, señaló en una conferencia de prensa que se sentía “orgulloso” del trabajo realizado por la Policía y por el personal municipal, y advirtió a los manifestantes que no se les permitiría volver a instalarse en el parque. “La protesta ha terminado, y si se instalan en otro parque, tendremos que pedirles que se retiren inmediatamente”, dijo.
A partir de ahora, a los manifestantes solo se les permitirá protestar en el parque entre las cinco y media de la mañana y la medianoche, y no podrán volver a instalar tiendas de campaña.
Manifestación por el centro financiero de Toronto
Este jueves, cientos de activistas de ‘Occupy Toronto’ marcharon por el centro financiero de la ciudad, en un acto al que se unieron activistas de otras ciudades (Ottawa, London y Kingston) y sindicalistas de la Federación de Trabajo de Ontario.
Los manifestantes insistieron en que el desmantelamiento del campamento de St. James Park no supone el fin del movimiento, y que buscarán nuevas estrategias de protesta. “’Occupy Toronto’ no ha muerto”, dijeron.
El desalojo de Toronto sigue a medidas similares adoptadas por otras ciudades del país. En Vancouver, los ‘indignados’ de ‘Occupy Vancouver’ trasladaron su campamento a un parque en el este de la ciudad al cumplirse el plazo que se les había dado para levantar las tiendas que tenían montadas en Robson Square.
La Policía de Ottawa desalojó a unas dos docenas de manifestantes de un campamento en el Parque de la Confederación en la madrugada del martes, y en Edmonton, hizo acto de presencia en el campamento de los ‘indignados’.
Las protestas comenzaron el pasado 15 de octubre, como parte de un movimiento global que se ha extendido por las principales ciudades de Estados Unidos y Canadá para denunciar los abusos del capitalismo, del sistema financiero y de las grandes corporaciones, y para exigir una mayor igualdad social.
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