Un superviviente pide que el acusado de una masacre en Guatemala sea juzgado en Canadá
Un superviviente pide que el acusado de una masacre en Guatemala sea juzgado en Canadá

Jorge Vinicio Orantes Sosa, el exmilitar guatemalteco que se encuentra detenido en Canadá, pendiente de ser extraditado a Estados Unidos, en una imagen sin fechar obtenida de un vídeo
Julio César Rivas. Toronto.- El superviviente de una matanza cometida en Guatemala en 1982 solicitó este miércoles a las autoridades canadienses que juzguen al excomandante militar que presuntamente ordenó el asesinato de 251 personas en Las Dos Erres, y que está detenido en Canadá.
Ramiro Osorio Cristales, que fue testigo del asesinato a manos de soldados guatemaltecos de toda su familia y de los más de 250 habitantes de la comunidad de Las Dos Erres (departamento del Petén), declaró a Efe que el Gobierno canadiense debería juzgar al exmilitar Jorge Vinicio Orantes Sosa en vez de entregarlo a Estados Unidos.
Por una coincidencia, tanto Cristales como Sosa poseen la ciudadanía canadiense y ambos se encuentran en Canadá.
El primero, gracias a la generosidad del país que en 1999 le dio refugio para evitar su asesinato y en el caso del exmilitar guatemalteco tras, supuestamente, mentir a las autoridades de EE UU y de Canadá.
Según las autoridades estadounidenses, que acusan a Sosa de ocultar su pasado cuando solicitó la nacionalidad de Estados Unidos, el exmilitar, de 52 años, era el comandante de una fuerza de unos 60 “kaibiles” (fuerzas especiales guatemaltecas) que en diciembre de 1982 entraron en Las Dos Erres.
Durante dos días los “kaibiles”, una unidad temida por los habitantes de las zonas rurales de Guatemala durante la guerra civil y acusada de cometer numerosos crímenes, torturaron, violaron y asesinaron a los habitantes de Las Dos Erres.
Aunque Cristales, que tenía sólo cinco años cuando ocurrió el crimen, no recuerda a Sosa, años después un soldado “kaibil” que participó en la matanza reconoció que el exmilitar golpeó a los habitantes de la localidad, algunos de sólo 13 años, con un mazo.
Cristales relató a Efe como, refugiado en un rincón de la iglesia de Las Dos Erres, oyó a los soldados asesinando el primer día a todos los varones de la localidad. Al día siguiente, le tocó el turno a las mujeres. Primero las niñas, que fueron violadas antes de ser asesinadas. Luego las mujeres adultas.
“Las niñas pedían auxilio. ‘Mamá por favor ayúdame. Por favor mamá, este hombre me está lastimando’. Y las mamás, sin poder hacer nada lloraban también dentro de la iglesia cuando ya no escuchaban más a sus hijas gritar por auxilio. Ellas ya sabían que ya las habían matado”, dijo Cristales.
“Cuando ya le tocaba el tiempo a mi mamá, me acuerdo de que mis hermanos y yo nos colgamos de mi mamá para que no la sacaran. Pero la sacaron a golpes. Había un hombre en la puerta que me dijo que si yo me iba a ir con mi mamá, también me iban a matar. Y me metió en la iglesia”, continuó.
“Vi cómo se llevaban a mi madre y mis hermanos a un pozo seco. Escuché cómo mi mamá decía que no hiciesen nada a mis hermanos. Ya sólo alcancé a escuchar a mi hermanita. Y me imaginé que ya los habían matado” añadió.
El pasado 2 de agosto, cuatro exmilitares guatemaltecos (Daniel Martínez, Manuel Pop, Reyes Collin y Carlos Carías) fueron condenados en Guatemala a 6.060 años de prisión cada uno por su participación en la matanza.
En 2010, Sosa, que residía en el condado californiano de Riverside (EE UU), se dio a la fuga cuando supo que las autoridades estadounidenses lo estaban buscando por supuesta falsedad de los documentos con los que obtuvo la ciudadanía.
En enero de 2011, la policía canadiense lo detuvo en la localidad de Lethbridge (Alberta), donde residen sus padres.
Cristales habla de cuando se enteró de que el supuesto responsable de la matanza había sido detenido en Canadá: “Primero sentí temor y a la vez como traicionado. Supuestamente Canadá sólo auxilia a personas con problemas”.
“Cuando uno se hace ciudadano canadiense, lo investigan a uno. No entiendo cómo este señor se hizo ciudadano canadiense sin haberlo investigado. Realmente me sentí desconfiado porque dejaron pasar a este señor”, añadió.
Edgar Fernando Pérez, el abogado de las víctimas guatemaltecas de Las Dos Erres y que se encuentra en Canadá, también dijo a Efe que Sosa debería ser juzgado por los tribunales canadienses o incluso por España.
“Si Canadá no lo quiere juzgar acá, aún teniendo un ciudadano canadiense víctima, basados en los principios del derecho fundamental internacional humanitario, no lo extradite a EE UU, donde será juzgado por un delito de falsedad, sino a Guatemala o también a España”.
“De hecho, el juez español Santiago Pedraz ha emitido una orden de captura internacional contra Jorge Vinicio Sosa Orantes”, añadió el abogado guatemalteco.