La despidieron al anunciar su embarazo “porque no rendía”
La despidieron al anunciar su embarazo “porque no rendía”

Alison MacKinnon, de Charlottetown, se prepara para comparecer ante la audiencia de la Comisión de los Derechos Humanos de la Isla del Príncipe Eduardo. Foto: Jim Day / The Guardian, Charlottetown
El Popular. Redacción.- Una mujer fue despedida de su empleo en un hotel de la Isla del Príncipe Eduardo una hora después de que anunciara su embarazo. Según los gerentes del hotel donde trabajaba, su despido no tuvo nada que ver con el anuncio de que esperaba un bebé.
Alison MacKinnon fue contratada en el hotel Quality Inn on the Hill, en Charlottetown, como asistente de administración y recepcionista en septiembre de 2010. Al mes siguiente, le comunicó a su supervisora que estaba embarazada de tres meses y una hora después fue llamada a una oficina donde le comunicaron su despido.
El propietario del hotel, Roger Bevan, y la supervisora de MacKinnon, Tanya Bevan, declararon el lunes ante la Comisión de Derechos Humanos de la Isla del Príncipe Eduardo que despidieron a la mujer de 33 años por problemas de rendimiento en el trabajo. Ambos argumentaron que MacKinnon no se vestía de manera adecuada y que por lo menos en una ocasión había hecho caso omiso a un cliente para poder terminar una conversación con un compañero de trabajo.
Asimismo, testificaron que existía un choque de personalidades entre la mujer y su supervisora. El despido de MacKinnon justo una hora después de que comunicara su embarazo fue un anuncio que se hizo “en un mal momento”, ya que Roger y Tanya, que son padre e hija, habían decidido que iban a echar a MacKinnon una semana antes y lo habían hablado con dos gerentes del hotel.
“Yo no hago eso de dejar ir a alguien porque está embarazada”, llegó a afirmar Roger Bevan, quien también declaró: “Hemos tenido a muchas jóvenes que han cogido la baja maternal y hemos lidiado con ello. Es una carga para los demás empleados, pero podemos controlarlo”.
MacKinnon, acompañada de su hija, afirmó ante la comisión que durante el mes que trabajó en el hotel nadie le hizo ningún comentario acerca de su rendimiento y que la primera vez que lo oyó fue cuando el dueño la llamó y le dijo que la despedía. “Yo estaba en shock, en shock absoluto”, comentó MacKinnon.
“Sé por otros trabajos que cuando hay problemas, uno siempre se sienta a hablar con el jefe. Siempre hay un informe escrito” sobre la productividad y rendimiento del empleado en su puesto de trabajo, argumentó MacKinnon.
Por otro lado, la supervisora de MacKinnon dijo que la joven todavía estaba en un periodo de pruebas de seis meses y que si el hotel creía que no era la persona adecuada para el puesto de trabajo estaba en todo su derecho de despedirla.
La Comisión de Derechos Humanos de la Isla del Príncipe Eduardo decidirá en los próximos tres meses si MacKinnon fue víctima de discriminación debido a su embarazo. La afectada, que desde entonces trabaja entregando periódicos, pide casi 8.500 dólares en concepto de ingresos perdidos y 7.500 dólares en daños por el supuesto dolor y humillación que sufrió.