Permisos abiertos de trabajo para las niñeras extranjeras
Permisos abiertos de trabajo para las niñeras extranjeras
La medida hará posible la movilidad laboral en caso de abusos por parte de los empleadores, y evitará que los asistentes domésticos internos tengan que seguir viviendo con las familias que les patrocinaron hasta que obtienen el permiso de residencia.

Las niñeras Richlyn Tongson (izquierda) y Magdalene Gordo denunciaron en 2009 maltrato laboral por parte de su empleadora, la exdiputada Rubi Dhalla. Foto: Toronto Star
El Popular. Toronto.- El Gobierno federal ha comenzado a emitir al menos 10.000 permisos de trabajo abierto para los cuidadores y niñeras de otros países que trabajan en Canadá.
Estos permisos permitirán a los asistentesdomésticos continuar trabajando en el país sin tener que permanecer atados a la familia que les patrocinó para poder venir a Canadá.
Muchos cuidadores y niñeras se han quejado de que son víctimas de malos tratos y han denunciado que soportan jornadas de muchas horas de trabajo con salarios muy bajos, y en malas condiciones laborales.
La concesión de estos permisos especiales de trabajo permitirá a los cuidadores concluir la relación laboral sin perder el permiso para permanecer en el país, mientas esperan la concesión de un permiso de residencia permanente.
Grupos de defensa de este colectivo indicaron que la decisión del Ministerio de Ciudadanía e Inmigración es una iniciativa sin precedentes. Manuela Gruber Hersch, presidenta de la Asociación de Cuidadores y Agencias de Niñeras de Canadá, dijo a la cadena pública CBC que el anuncio es “un auténtico regalo de Navidad para los cuidadores”. No obstante, Gruber añadió que “no estamos seguros al cien por cien de cuáles son los motivos, sobre todo, teniendo en cuenta que no ha habido un anuncio oficial todavía”
En declaraciones anteriores, el ministro de Inmigración, Jason Kenney, dijo que estaba buscando la manera de poder seguir recibiendo a cuidadores extranjeros garantizando la protección de sus derechos.
De momento, tampoco está claro si se trata de una medida aislada o de un cambio permanente en la política del Ministerio.
Recientemente, dos mujeres inmigrantes que trabajaban en el servicio doméstico en la Columbia Británica denunciaron que eran tratadas “como esclavas” y que sus empleadores las tenían como si fuesen reclusas en una prisión.
Pero uno de los casos de abusos más significativos fue el que involucró a la exparlamentaria liberal por la circunscripción de Brampton-Springdale MP Rubi Dhalla, quien fue acusada en 2009 de haber maltratado a dos cuidadoras filipinas que residían con su familia.
Dhalla negó las acusaciones, pero se ha especulado que esta controversia desempeñó un papel importante en el hecho de que perdiese su escaño en las pasadas elecciones federales de mayo.
El caso, destapado por el diario Toronto Star, generó una gran polémica. Las niñeras denunciaron que, tras haber sido contratadas para trabajar en la vivienda familiar de Dhalla, en Mississauga, ganaban 250 dólares semanales por jornadas de entre 12 y 16 horas al día, cinco días a la semana.
El secretario de prensa del ministro de Inmigración dijo al Toronto Star que “tras las graves denuncias de abusos presentadas contra la familia Dhalla por las cuidadoras, el Ministerio inició consultas con varias niñeras internas [residentes en los hogares en los que trabajan] para ver cómo podíamos mejorar el programa. Esta política [la concesión de permisos abiertos de trabajo] es el resultado directo de estas investigaciones”.
En un comunicado, el propio Jason Kenney indicó que “este cambio ayudará a los cuidadores y cuidadoras a comenzar una nueva vida en Canadá, mientras esperan a que sean procesadas sus solicitudes de residencia permanente”.
De acuerdo con la ley actual (el Prograna de Cuidadores Internos, o LCP, por sus siglas en inglés), los cuidadores están obligados a trabajar durante dos años, o un total de 3.900 horas, antes de poder aspirar a un permiso de residencia permanente en Canadá. Hasta ahora, además, estaban vinculados a sus empleadores hasta que su solicitud fuese atendida.
“Son muchas las cuidadoras que tienen que seguir viviendo en casas de sus empleadores a pesar de haber concluido ya sus obligaciones laborales, mientras esperan respuesta a su solicitud de residencia permanente”, explicó el ministro. “Esto genera una comprensible frustración, y es por ello por lo que hemos puesto en marcha la expedición de permisos abiertos de trabajo”, añadió Kenney, en declaraciones recogidas por el Toronto Star.
Inmigración comenzó el pasado 11 de diciembre a revisar los expedientes de los cuidadores y niñeras que ya han cumplido sus contratos con sus empleadores y han solicitado la residencia permanente.
En 2010, Ciudadanía e Inmigración de Canadá admitió a 14.000 cuidadores como residentes permanentes, una cifra récord, según el comunicado de prensa del Ministerio.