La primera santa indígena de Norteamérica
La primera santa indígena de Norteamérica
Agencias / El Popular. Roma / Redacción.- El papa Benedicto XVI aprobó que la Iglesia Católica tenga siete nuevos santos, entre ellos a la Madre Mariana de Hawai y a Kateri Tekakwitha, una indígena estadounidense que vivió en el siglo XVII entre EE UU y Canadá.
Benedicto XVI firmó el lunes los decretos que aprueban los milagros atribuidos a la intercesión de las siete personas, con lo cual se supera el último obstáculo que antecede a la canonización de las mismas.
Asimismo, el Papa firmó los decretos que reconocen la muerte como mártires de 65 católicos durante la Guerra Civil Española con vistas a beatificarlos, el penúltimo paso para su posible santificación.
La Madre Mariana cuidó a enfermos leprosos en la península de Molokai, Hawai, a finales de 1880, poco después de la muerte del Padre Damián, canonizado en 2009.
Kateri Tekakwitha (Ossessernon, 1656; Caughnawaga, 17 de abril de 1680) se convirtió en 1980 en la primera beata indígena estadounidense. Fue una laica católica iroquesa, hija de un jefe mohawk y de una india algonquina cristianizada. Nació en Ossessrnon, lo que hoy es Auriesville, Nueva York. Su nombre indígena era Tekawhitha (que en iroqués significa “descuido”), pero fue bautizada con el nombre de Kateri (en español Catalina).
En el siglo XVII la orden de los jesuitas tenían misiones entre los indios desde Norte América hasta las regiones de Paraguay y Argentina en el sur del continente. Dos de estos jesuitas son los santos Isaac Jogues y Jean de Lalande, quienes sufrieron el martirio en manos de los indios en 1646 en Ossessrneon.
La madre de Kateri, una india algonquin, ya había acogido la fe cristiana cuando fue raptada por los iroquois y casada con un jefe mohawk pagano.
A los cuatro años de edad, Kateri perdió a sus padres y a su hermano cuando una epidemia de viruela se extendió por Ossernenon. Tekakwitha sobrevivió, pero quedó con cicatrices en el rostro y problemas de visión.
A los 20 años fue bautizada por los misioneros jesuitas franceses. Kateri pronto tuvo que sufrir por su fe grandes abusos y rechazo por parte de familiares y los otros indios. La persecución fue tal que huyó de su pueblo, caminando unos 320 km (200 millas) por el bosque hasta llegar a Sault Ste. Marie, un pueblo cristiano cerca de Montreal, en 1677.
En 1679, tomó un voto de castidad. Un año más tarde, el 17 de abril de 1680, Kateri murió a la edad de 24 años en Caughnawaga, cerca de Montreal, Quebec.
Kateri se caracterizó por su piedad, su incansable vida penitente en favor de su pueblo aborigen y por su amor a la Eucaristía. Después de su muerte, Kateri empezó a ser muy venerada, especialmente en Canadá. Conocida popularmente como “La flor de pascua de los mohawks”.
Muchos milagros se le atribuyeron, en 1943 fue declarada venerable por el papa Pío XII y beatificada en junio de 1980 por el papa Juan Pablo II.