Envíos de uranio cruzan en secreto Canadá hacia los EE UU
Envíos de uranio cruzan en secreto Canadá hacia los EE UU
Los cargamentos forman parte de un acuerdo entre ambos países y están registrados en un informe confidencial del Gobierno federal, en el que, por motivos de seguridad, se descarta informar a la opinión pública sobre rutas, cantidades, fechas u otros detalles. Según los expertos, el principal temor de las autoridades son los posibles robos.
El Popular. Redacción.- Cargamentos de uranio radiactivo enriquecido como el que se utiliza en la fabricación de bombas están atravesando Canadá en dirección a los Estados Unidos, en envíos que el organismo de vigilancia nuclear canadiense prefiere mantener en secreto.
Según un informe confidencial federal obtenido por la agencia The Canadian Press mediante la Ley de Acceso a la Información, al menos un cargamento de uranio enriquecido ha sido transportado ya a los Estados Unidos, en virtud de un acuerdo entre los gobiernos de los dos países.
Los envíos forman parte de la serie de acuerdos que, con gran publicidad, firmaron el año pasado el primer ministro canadiense, Stephen Harper, y el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ante el temor de que material utilizado en la fabricación de armamento nuclear pudiese caer en manos de terroristas.
Según en el mencionado informe, al menos uno de estos cargamentos se transportó de forma gradual desde la planta atómica de Chalk River, en Ontario, conteniendo cientos de kilogramos de uranio altamente enriquecido, suficientes para fabricar varias bombas del tamaño de la de Hiroshima, informó The Canadian Press este martes.
A pesar de la naturaleza radiactiva de la carga que se está transportando hacia la frontera, la Comisión de Seguridad Nuclear de Canadá no tiene previsto realizar audiencias públicas al respecto o informar sobre las localidades que se encuentran en la ruta de estos envíos.
Los envíos están protegidos por un fuerte protocolo de seguridad con disposiciones especiales, y tanto las rutas como los métodos de transporte, las cantidades transportadas o las fechas y horarios se mantienen como alto secreto.
El organismo federal nuclear, que co-regula las transferencias relacionadas con el uranio, asegura que las reglas restringen poder divulgar toda esta información a la opinión pública.
Un memorándum ministerial, clasificado como “secreto”, indica que el organismo de control nuclear no considera necesario celebrar sesiones públicas que permitan a los ciudadanos hacer preguntas y comentarios sobre los envíos.
Este mismo memorando, de fecha 25 de febrero de 2011, señala que las recientes audiencias públicas llevadas a cabo con motivo de otro caso relacionado con envíos nucleares generaron un intenso debate entre la opinión pública y provocaron una gran atención por parte de los medios de comunicación. Esta controversia paralizó el proyecto de enviar 16 generadores desde una central nuclear de Bruce Power hacia Europa, a través de los Grandes Lagos y del río San Lorenzo.
“Teniendo en cuenta el interés del público y de los medios de comunicación por el proyecto de Bruce Power, podría darse la expectativa de que se hiciese pública información similar acerca de los envíos de HEU (uranio altamente enriquecido, por sus siglas en inglés) hacia los Estados Unidos, y de que la CNSC (Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear, por sus siglas en inglés) celebre audiencias públicas”, indica el documento, dirigido al entonces ministro de Recursos Naturales, Christian Paradis.
El Gobierno federal añade que hasta ahora nunca se ha producido un accidente grave relacionado con el transporte de materiales nucleares en ninguna parte del mundo, y que este tipo de envíos se realizan con regularidad en Canadá.
Se destaca asimismo que solo las personas o agencias especialmente autorizadas, así como las fuerzas policiales a lo largo de la ruta del envío, conocen los detalles del mismo.
Bill Garland, profesor emérito de la Universidad de McMaster y experto en ingeniería nuclear, indicó a The Canadian Press que la principal preocupación de las autoridades con respecto a los envíos de uranio enriquecido son los robos, ya que prácticamente no existe peligro de fugas o de explosiones.
“Si yo fuera el responsable de esos transportes me gustaría mantener un perfil lo más bajo posible. No querría dar ventaja a terroristas o criminales”, afirmó Garland.
En lo que respecta a incidentes no relacionados con robos, como, por ejemplo, posibles accidentes de tráfico, Garland indicó que los contenedores en los que se transporta este tipo de material son altamente resistentes, tanto a colisiones como a incendios o explosiones de los productos químicos.
Garland agregó que los conductores comparten las autopistas canadienses cada día con camiones que transportan cargas de productos químicos líquidos, como gasolina y cloro, que representan un peligro mucho más grande que los residuos nucleares en caso de un choque violento.
No obstante, el experto afirmó que el hecho de que los riesgos sean pequeños no significa que no existan. La radiación, según dijo, podría liberarse si, por ejemplo, alguien abre deliberadamente un contenedor. Según Garland, el transporte de uranio altamente enriquecido representa un riesgo mucho mas elevado que los envíos de los generadores de Bruce Power por el río San Lorenzo.
Canadá ha estado importando de los Estados Unidos bombas de uranio altamente enriquecido para convertirlas en isótopos médicos en Chalk River desde hace unas dos décadas. Al mismo tiempo que Canadá ha estado presionando a a otras naciones para que se pasen al uranio de bajo enriquecimiento, mantiene un gran inventario de esta sustancia en la planta de Chalk River.
El acuerdo entre Canadá y Estados Unidos es parte de un proyecto internacional más amplio de la administración de Obama para almacenar el uranio altamente enriquecido en los menos y más seguros sitios posibles del mundo.
El gobierno de EE UU asegura que quiere transformar el uranio de modo que no se pueda utilizar para la fabricación de armas nucleares.