La jueza admite el testimonio del niño acosado que se suicidó

La jueza admite el testimonio del niño acosado que se suicidó

Las declaraciones realizadas a la Policía por Mitchell Wilson, el niño de once años de edad enfermo de distrofia muscular que se quitó la vida tras ser asaltado y robado, podrán ser utilizadas en el juicio en contra de su presunto agresor, otro niño que ahora tiene trece años.

Mitchell Wilson, en la foto, había dicho que tenía miedo a enfrentarse a su presunto agresor ante los tribunales.

El Popular. Toronto.- La voz de Mitchell Wilson, el niño de once años de edad de Pickering, Ontario, que se quitó la vida tras sufrir acoso escolar, será escuchada finalmente en un juicio. La jueza encargada del caso, la magistrada Mary Teresa Devlin, dictaminó este lunes que la declaración, en la que Wilson denunció ante la Policía a otro niño por acoso, agresión y robo, podrá ser utilizada como prueba contra el acusado.

El niño que fue identificado por Mitchell Wilson como su presunto agresor tiene ahora trece años de edad, y su nombre no puede ser publicado, al tratarse de un menor. En el momento del presunto ataque tenía doce años. Fue acusado de robo y asalto con resultado de daños corporales.

La Fiscalía alega que Wilson, quien sufría de distrofia muscular y utilizaba un andador para caminar, fue acosado y atacado en noviembre de 2010. Según la acusación, Wilson caminaba por su barrio cuando fue atacado y le robaron el iPhone de su padre, rompiéndole los dientes.

La distrofia muscular es un trastorno muscular que empeora con el tiempo y, a menudo, provoca la parálisis de las personas que sufren esta enfermedad degenerativa. Los médicos habían recomendado a Mitchell que caminara lo máximo posible para prolongar la fuerza de los músculos.

El 6 de septiembre de 2011 Wilson fue encontrado muerto con una bolsa de plástico atada alrededor de su cabeza. El niño había dicho que tenía miedo a enfrentarse a su presunto agresor ante los tribunales.

Craig Wilson, el padre de Mitchell, dijo que su hijo había sufrido ataques de pánico y depresión severa después del asalto, y corroboró que el niño tenía miedo de enfrentarse en un tribunal a su presunto agresor.

La defensa se oponía a la utilización de las declaraciones escritas de Mitchell Wilson en el juicio, argumentando que no puede ser interrogado.

En el caso de que la juez hubiese fallado en contra de admitir el testimonio, es probable que el caso no hubiese prosperado.

Miembros de la familia de Wilson dijeron a la cadena pública CBC que se sentían “muy aliviados” al saber que el caso del niño irá finalmente a juicio.

La jueza ha admitido un total de cuatro declaraciones que Wilson hizo a la Policía y a su madrastra, Usher Tiffany. El juicio se llevará a cabo sin jurado.

Uno de los oficiales que tomaron declaración al niño declaró que Wilson había identificado a su presunto agresor en unas fotografías de su clase, y que el chico estaba seguro “al cien por cien” de que se trataba del sospechoso.

No es habitual que la Fiscalía recurra a declaraciones de testigos que no pueden testificar ni ser interrogados, pero la jueza Devlin ha llegado a la conclusión de que la acusación ha logrado establecer un equilibrio de probabilidades a la hora de alegar que las declaraciones pueden ser admitidas como excepción al principio de no admitir testimonios “de oídas”.

No obstante, el hecho de que la jueza haya aceptado incluir el testimonio, no significa que se haya pronunciado sobre su veracidad.

Wilson se suicidó el día establecido habitualmente como de vuelta a clase tras las vacaciones de verano.

Su familia dijo a la corte en noviembre pasado que el niño nunca se recuperó psicológicamente del asalto y que sufría regularmente de ataques de ansiedad.