Ottawa confirma, sin detalles, que reformará la jubilación
Ottawa confirma, sin detalles, que reformará la jubilación
La ministra federal de Recursos Humanos, Diane Finley, insistió en que el sistema actual solo sería sostenible si se subiesen masivamente los impuestos, algo que el Ejecutivo conservador no está dispuesto a hacer, y alertó del colapso al que pueden conducir los cambios demográficos que está experimentando la sociedad canadiense, con una población cada vez mas envejecida.
El Popular. Toronto.- El Gobierno federal volvió a dejar claro este martes que el actual sistema de pensiones y jubilación es “insostenible”, y confirmó que será reformado, pero, pese a la inquietud existente desde que, hace unas semanas, el Ejecutivo conservador anunciara por primera vez sus intenciones, tampoco esta vez ofreció nuevos detalles al respecto.
En un esperado discurso pronunciado en Toronto ante un grupo de hombres y mujeres de negocios, la ministra federal de Recursos Humanos, Diane Finley, confirmó lo que el ministro de Finanzas, Jim Flaherty, ya había adelantado a principios de este mes, es decir, que los cambios no afectarán a las personas que tienen actualmente 65 años de edad o más, y que los detalles de la reforma se conocerán en el debate de los presupuestos de 2012, Este debate se celebrará en algún momento del próximo mes de marzo, pero todavía no se ha establecido la fecha exacta.
El Gobierno había indicado asimismo anteriormente que la reforma no afectará tampoco a cualquier persona que tenga derecho al Seguro de Vejez durante los próximo años.
En su discurso, Finley se defendió ante los críticos que ponen en duda la insostenibilidad del actual seguro de vejez, y dijo que “todo es sostenible si se aumentan masivamente los impuestos”, pero añadió que su Gobierno no esta dispuesto a aumentar la presión fiscal ni a establecer mas cargas de deuda sobre las generaciones futuras, lo que implica, aseguró, tomar decisiones para poder frenar los costos del gasto público a largo plazo.
La ministra insistió en que el cambio demográfico que está experimentando la sociedad canadiense, con un envejecimiento creciente de la población, requiere que Ottawa revise sus programas de gobierno, no solo para conseguir que los planes sean financiables, sino también para preparar al país ante “una escasez sin precedentes” de mano de obra y personal cualificado en los próximos años. “Nuestra población está envejeciendo, la demografía está cambiando, y eso es muy, muy real”, dijo Finley.
“Es cierto que ha habido mucho debate sobre el concepto de sostenibilidad… Déjenme poner esto en el nuevo contexto de la realidad actual. Todo es sostenible si, egoísticamente, decidimos no pensar más allá de nuestra propia generación. Todo es sostenible, si pretendemos que otros programas no se verán afectados. Todo es sostenible, si decidimos hacer caso omiso del hecho de que la base de impuestos que financia nuestros programas es cada vez menor. Y todo es sostenible si se cree que la solución es aumentar masivamente los impuestos e incurrir en enormes déficits estructurales. No creo que necesite continuar…”, afirmó la ministra.
En 2011, detalló Finley, había alrededor de cuatro canadienses trabajando por cada jubilado, mientras que en 2030 esta relación será de dos a uno. Al mismo tiempo, la esperanza de vida actual es cuatro años mayor que la del año 1970.
Con respecto a los detalles de la reforma prevista por el Gobierno, Finley se limitó a afirmar que “aunque esta política no ha sido anunciada aún, sí puedo decir que en el próximo presupuesto nos aseguraremos de que se adopten medidas para proteger los ingresos de la jubilación”.
Entre las medidas que se han barajado figura un aumento de la edad mínima de jubilación de 65 a 67 años, una iniciativa que ya había sido mencionada anteriormente por la propia ministra como una de las posibilidades que estudia el Ejecutivo. El ministro de Finanzas dio a entender que esta fase se llevaría a cabo entre los años 2020 y 2025, pero fuentes del propio Ministerio señalaron posteriormente que Flaherty solo estaba hablando de forma aproximada.
La oposición, por su parte, ha señalado que la reforma del seguro de vejez afectará al suplemento de ingresos y perjudicará a las personas de la tercera edad que disponen de menos recursos económicos, al tiempo que acusa al Gobierno de tratar de equilibrar el presupuesto a costa de los ciudadanos más vulnerables del país.


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