Indígenas reivindican su rol social para dejar de ser el folclor de América
Indígenas reivindican su rol social para dejar de ser el folclor de América

CARTAGENA (COLOMBIA).- Un indígena huitoto participa este miércoles 11 de abril de 2012, en el comienzo de la reunión de líderes indígenas de las Américas en Cartagena de Indias, Colombia, que inició con un tributo a la hoja de coca como símbolo sagrado "de vida y no de muerte" y un ritual de agradecimiento a la madre tierra.
Ana Gómez
Cartagena (Colombia).- Líderes indígenas de catorce países americanos reivindicaron este miércoles en el Foro Social previo a la VI Cumbre de las Américas su rol de actores sociales y políticos para dejar de ser el “folclor” de las democracias continentales.
Los 150 representantes de los pueblos indígenas arrancaron su jornada en Cartagena de Indias con un tributo a la hoja de coca como símbolo sagrado “de vida y no de muerte” y un ritual de agradecimiento a la madre tierra.
Pero inmediatamente después pasaron a ejercer su papel social y político en una serie de debates en los que adelantaron cuál es su mensaje para la Organización de Estados Americanos (OEA) y los jefes de Estado o de Gobierno de 33 países que se reunirán este fin de semana en la ciudad colombiana.
El peruano Miguel Palacín, líder de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), expuso en una rueda de prensa su deseo de que la cumbre traiga la inclusión de los pueblos en las sociedades no sólo “para ser el folclor de las democracias, sino para garantizar una participativa acción en su formación”.
El camino para ello es, según el presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Luis Evelis Andrade, que se abran espacios reales para el diálogo con los Estados y que se apruebe urgentemente la Declaración Americana de los Derechos Indígenas en la que trabaja la OEA desde hace más de seis años.
Ese documento, como sostuvo Andrade durante un encuentro con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, “no puede estar por debajo del estándar de (una declaración similar de) las Naciones Unidas” aprobada en 2007.
Insulza lamentó la demora en la aprobación del texto que, según aseguró, gana complejidad y dimensiones con el tiempo, hasta el punto de estar proyectado como un tratado.
Todos estos reclamos hacen parte del documento de conclusiones “Tejiendo alianzas por la defensa de la madre tierra” que los indios presentarán el viernes y en el que se hacen varias recomendaciones a los Estados con respecto a los cinco ejes temáticos oficiales de la cumbre.
Estos son la seguridad, la lucha contra la pobreza, la prevención y respuesta a desastres naturales, el fomento del uso y acceso a la tecnología y la integración física mediante monumentales obras de infraestructura en el continente.
Es este último punto el que más preocupa a los pueblos aborígenes, en la medida en que está asociado con la extracción de recursos naturales ubicados en sus territorios.
Por ese motivo, Palacín llamó a los Estados a comprometerse con los diferentes tratados internacionales que han suscrito para que no se den estos megaproyectos “si no son plenamente consultados” con las poblaciones locales.
Pero la voz de los indígenas no sólo observa los temas oficiales, sino que también pone el foco en uno de los asuntos que tratarán en forma informal los cancilleres y los jefes de Estado y Gobierno, que es la discusión sobre nuevas estrategias de lucha contra el narcotráfico alternativas a un modelo que se considera fracasado.
“Nosotros estamos de acuerdo con que se debata y se busquen mecanismos más efectivos”, dijo Andrade, antes de pedir “el compromiso de los Gobiernos para no satanizar a la hoja de coca”.
Precisamente fue Andrade el encargado de hacerle entrega a la canciller de Colombia, María Ángela Holguín, de un bolsita de coca, tras aclarar que le ofrecía “una hoja sagrada que debe contribuir al desarrollo y no a las violaciones”.
También los representantes de organizaciones civiles reunidos hoy en el marco del Foro Social se refirieron a este debate, pero fueron más allá, al sugerir despenalizar la tenencia y el consumo personal de cannabis y que el uso de cualquier tipo de droga sea tratado como un asunto de salud pública y no penal.
Aunque las actuales políticas antidrogas serán debatidas por los líderes en la cumbre, Insulza ya adelantó que no cabe esperar que haya conclusiones ni acuerdos, dado que el debate tendrá un carácter informal.
Comments (0)