Gobierno dice no a sitios para que drogadictos se inyecten
Gobierno dice no a sitios para que drogadictos se inyecten

Por el mal uso de las jeringas con las que se inyectan los drogadictos, ellos van transmitiendo enfermedades como el SIDA, de ahí que los investigadores piden que se creen lugares seguros para que ellos se puedan inyectar..
OTTAWA. – El alcalde de Ottawa y el jefe de la policía de la ciudad dijeron que se opondrán a cualquier esfuerzo para abrir instalaciones supervisadas en la ciudad donde los adictos pueden ir a inyectarse drogas ilegales.
La negativa sale pocas horas después de la publicación de un informe que recomienda la creación de dos sitios supervisados de drogas inyectadas en Ottawa, y tres en Toronto, el alcalde Jim Watson, dijo que si el dinero adicional está disponible hay que ir es por la rehabilitación y programas de tratamiento, no por la creación de estos sitios. “Es mejor uso de los dólares de impuestos es para ponerlo en centros de tratamiento, no es sitios para que se inyecten”, dijo Watson.
Para el jefe de policía, Charles Bordeleau, el informe que pide la creación de estos sitios en Ontario no cambio su opinión y cree que se debe decir no a estos lugares, porque los adictos se verán obligados a cometer crímenes para abastecerse con las drogas y ese un problema de seguridad pública.
Antes de que se puedan instalar lugares en Ottawa y Toronto, para que los drogadictos se puedan inyectar de manera segura, la ministro de Salud Federal, Leona Aglukkak tendría que conceder una exención bajo la Sección 56 de los medicamentos controlados y de la Ley de Sustancias.
El gobierno federal ha intentado cerrar uno de estos sitios que hay en Vancouver, pero en el otoño pasado, la Corte Suprema de Canadá dictaminó que Aglukkak no podía cerrarlo si había una necesidad demostrada.
En un correo electrónico, Aglukkak dijo que las solicitudes para abrir nuevos puntos de inyección supervisados ”serán revisados” y agregó que la estrategia antidrogas del gobierno es que se debe evitar el consumo y que las personas se conviertan en adictos a las drogas, no lo contrario”.
En Toronto la posibilidad de crear uno de estos sitios quedó en manos del gobierno de Ontario y Dalton McGuinty no cerró la puerta a esa posibilidad. A pesar de que no ha asumido compromisos, McGuinty dijo que había estudiar el informe y no repitió las declaraciones que hizo el otoño pasado cuando se opuso a la idea.
Deb Matthews, el ministro de Ontario de la atención sanitaria señaló que los expertos siguen divididos sobre el valor de los sitios, y agregó: “. No tenemos planes para estos sitios supervisados en este momento”
El informe que recomienda la creación de estos sitios para que los drogadictos se puedan inyectar de manera segura, considerado como el más completo de su tipo jamás realizado, fue el resultado de un trabajo de un equipo de investigadores liderado por la Universidad de Toronto y el Dr. Ahmed Bayoumi, del Hospital de San Miguel en Toronto.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que en Ottawa y Toronto sería beneficioso la creación de múltiples instalaciones de inyecciones supervisadas, lo que podría mejorar la salud de los drogadictos, porque se controla a los usuarios para que no se pasen jeringas contaminadas.
La idea es proporcionar a los usuarios de drogas con un lugar seguro y supervisado para inyectarse, bajando la incidencia del VIH y las infecciones de hepatitis C entre los adictos, dice el informe.
Las reducciones serían bastante modestas, sin embargo las clínicas en Ottawa podría reducir el número de infecciones por VIH entre un seis y 10 por año, mientras que la reducción en las clínicas de Toronto se prevé que sea dos o tres por clínica.
Según los especialistas las instalaciones de Ottawa evitaría entre 20 y 35 infecciones por hepatitis C , mientras que las clínicas de Toronto sería entre 15 y 20 infecciones por la misma enfermedad.
Coincidentemente, un estudio publicado el miércoles en la revista The Lancet encontró que las muertes por sobredosis de consumo de drogas ilícitas se redujeron en un 35 por ciento en Vancouver después de la instalación de estos sitios desde el 2003.
Se estima que Ottawa tiene unos 3.000 usuarios de drogas inyectables y Toronto tiene cerca de 9.000.
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