Canadá quiere atraer a nuevos emprendedores
Canadá quiere atraer a nuevos emprendedores

El ministro Jason Kenney escucha las palabras del inversor Kevin O’Leary, este miércoles durante la presentación del nuevo plan para emprendedores.
TORONTO.- El ministro de Ciudadanía, Inmigración y Multiculturalismo, Jason Kenney, anunció este martes el inicio de consultas para facilitar el acceso al país de nuevos emprendedores con ideas que posicionen a Canadá en el mercado global.
La propuesta forma parte de las reformas que quiere implementar el gobierno Harper con el objetivo de generar crecimiento económico y crear empleos en Canadá. La semana pasada ya se anunció un programa que facilitaría la llegada de obreros cualificados en sectores con déficit de trabajadores.
El nuevo programa, que aún está en fase consultiva, permitiría a los emprendedores recibir una vía rápida al país y obtener el respaldo de inversores canadienses como Kevin O’Leary, fundador de Softkey y presidente de O’Leary Funds, que apoya la iniciativa del ministro Kenney.
O’Leary, conocido por su participación en el programa Dragons Den, comparó el estatus de Canadá en el mercado internacional con el de las “estrellas del rock”. Una posición que el país debe consolidar atrayendo a nuevos inmigrantes con buenas ideas.
“No podemos depender del mercado norteamericano, que es lento, tenemos que pensar de forma global” dijo O’Leary. Esta apertura de miras implicaría contratar a emprendedores en países emergentes como Brasil o la India, traerlos a Canadá y darles el respaldo necesario para que consoliden su proyecto desde aquí.
“Algunos de las empresas canadienses con más éxito empezaron con inmigrantes”, recordó el ministro Kenney, que quiere reclutar a los emprendedores “más creativos e innovadores”, sobre todo en el campo de la tecnología y las telecomunicaciones.
Los inmigrantes-emprendedores llegarían a través de un “visado de vía rápida”, un programa que ahorraría tiempo y complicaciones a los nuevos empresarios y que situaría Canadá al nivel competitivo de Nueva Zelanda y Australia, dos países con un sistema de inmigración más fluido y flexible. “Canadá se ha no se ha sabido vender bien” afirmó Kenney.
La idea del ministro es reemplazar la desfasada ley de emprendedores, que permite la entrada de inmigrantes a cambio de una inversión de 300.000 dólares y con la condición de crear de al menos un puesto de trabajo. Kenney aseguró que esta vieja ley “no funciona” y que sólo atrae la adquisición de pequeños negocios con capital foráneo.
Además de buenas ideas, se buscan inversores dispuestos a aportar capital privado. “Canadá es uno de los países más respetados y codiciados a la hora de invertir. Hay millones de millonarios que desearían la oportunidad de invertir en nuestro país” afirmó Kenney, que busca soluciones para traerlos “lo antes posible”.
El nuevo visado de vía rápida, que permitiría la llegada de 2.700 nuevos inmigrantes al año, premiaría las ideas innovadoras y un plan de empresa viable por encima de la capacidad económica o lingüística del candidato, que ya se daría por supuesta.
El Gobierno, a través de CIC, quiere implantar un sistema más rápido y flexible que facilite la llegada de empresarios “preparados para triunfar” y dispuestos a competir a escala global y crear puestos de trabajo para los canadienses.
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