El Gobierno de Ontario da luz verde a la caza de especies protegidas
El Gobierno de Ontario da luz verde a la caza de especies protegidas

Un ejemplar de tortuga mordedora de Ontario, una especie que no está protegida contra los cazadores.
TORONTO.- A pesar de presentar una petición a la Asamblea Legislativa de Ontario firmada por 11.000 personas que pedían el fin a la caza de la tortuga mordedora, el Ministerio de Recursos Naturales de Ontario (MNR) ha decidido que puede continuar la caza de esta especie, que figura en la lista de animales en peligro de extinción.
“Estamos preocupados”, dijo John Urquhart, director de conservación científica para Ontario Nature. “No puedo pensar en una sola buena razón para permitir la caza de una tortuga definida por este gobierno como en situación de riesgo. Sin embargo, hay multitud de razones para prohibirlo”.
Anne Lewis, quien ayudó a dirigir FROST (Friends of the Snapping Turtle), el grupo de ciudadanos que elaboró la petición, también se lamentó de la decisión del gobierno. “En el sur de Ontario, la lista de especies en riesgo se incrementa cada año. Sin embargo, nuestro gobierno sigue permitiendo que maten a un animal que sabemos que está en declive”.
A principios de este año, la Fundación David Suzuki, Ontario Nature y el Centro de Tortugas Kawartha difundieron The Road to Extinction: A Call to End the Snapping Turtle Hunt, un informe que documenta la precaria situación de la tortuga mordedora de Ontario, una criatura prehistórica que ha habitado la tierra alrededor de 40 millones de años pero que ahora está en peligro de extinción. Las tres organizaciones pidieron al MNR que pusiera fin a la caza.
“Las tortugas mordedoras tienen tasas extraordinariamente bajas de éxito reproductivo. Para mantener su población, estos animales tienen que vivir durante mucho tiempo”, dijo Urquhart. “Un aumento de hasta un 1 por ciento en la mortalidad adulta podría acabar con toda una población de tortugas”.
Además, muchas de las tortugas son peligrosas para el consumo humano. Los investigadores encontraron que 9 de cada 12 ejemplares analizados tenían concentraciones de PCB que los hacían inseguros para el consumo. El ministerio no se ha pronunciado sobre este hallazgo.
Los llamados “snappers” son las tortugas más grandes y longevas de Canadá. Algunos estudios sugieren que el reptil puede superar los 150 años de edad. Su disminución es en gran parte el resultado de la matanza en carreteras y la progresiva pérdida de su hábitat. A pesar de su declive, una persona tiene potestad para matar a un máximo de dos tortugas de al día en un período de dos a 12 meses, dependiendo de la zona de caza.
MNR ha respondido a las solicitudes para prohibir la caza mediante la presentación de una entrada en el Proyecto de Ley de Medio Ambiente recomendando que la declaración anual de la caza de tortugas sea obligatoria. Sin embargo, no han indicado cómo esta directiva se aplicaría, o si los datos resultantes serían relevantes.
Todas salvo una de las tortugas de Ontario están clasificadas como especies en riesgo, aumentando las perspectivas negativas de una provincia donde las poblaciones de tortugas prácticamente han desaparecido.
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