Marchas de estudiantes se salieron de control
Marchas de estudiantes se salieron de control

Los destrozos dejados en Montreal por los estudiantes van mucho más lejos que sus peticiones, porque ahora ello no solo piden rebajas en el costos de matriculas, sino también la renuncia del Gobierno de Quebec.
MONTREAL.- Los Quebequenses despertando el jueves con un desastroso panorama, que va mucho más lejos que los vidrios rotos y los 85 detenidos por las marchas que realizaron los estudiantes en protesta por el aumento por las matriculas, porque lo que quedó demostrado es que la intensidad de los disturbios van en aumento, lo mismo que el número de seguidores de las mismas y la situación en vez de mejorar tiende a empeorar.
Los bancos y otros negocios, incluso una estación de policía tenían sus ventanas rotas por una multitud furiosa de más de mil personas que se tomaron las calles, mientras las autoridades no sabían como detenerla.
La policía dijo que ya arrestó a unas 85 personas que fueron responsables de los desmanes, entre ellas tres menores de edad, mientras informó que tres policías sufrieron lesiones no especificadas durante los enfrentamientos con los universitarios.

Fuertes enfrentamientos entre la policía y los estudiantes dejaron heridos de lado y lado, pero lo peor es que muchos creen que estos aumentarán en número y personas afectadas.
La furiosa reacción de los estudiantes se produjo después que las conversaciones se rompieron con el Gobierno, que buscaba ponerle fin al conflicto que ya lleva 11 semanas.
Los disturbios se dieron horas después que se suspendió el encuentro entre el Gobierno Provincial y los líderes de las marchas de protesta. Para Gabriel Nadeau-Dubois uno de los jóvenes representantes de las agrupaciones universitarias, lo que hizo el Gobierno fue echar leña al fuego.
El problema es que con la actual situación ahora en Montreal muchos se preguntan y ahora que más pasará, por lo que se prevé más fuertes enfrentamientos entre los dos partes en conflicto.
Algunos expertos sugirieron que, en aras de la paz social, el gobierno de Charest debe retractarse de sus aumentos en las matriculas, pero el gobierno ha dicho en repetidas ocasiones que no va a hacer tal cosa, pero la situación es tal, que incluso si da marcha atrás, no hay garantía de que las cosas se calmen.
Algunos estudiantes están ahora lanzando esto como una lucha más profunda – con la frase: “Quebec Primavera” y ya hasta piden la renuncia del Primer Ministro Jean Charest, llamar a elecciones y eliminar por completo los costos de las matriculas.
Tomó semanas para lograr que el gobierno y los estudiantes a sentarse a una mesa de negociación, pero duro muy poco, porque después de menos de tres días de debate las cosas terminaron peor.
No importan las diferencias políticas. Las partes no pueden ponerse de acuerdo sobre por qué las conversaciones se rompieron.
Según el Gobierno la culpa pertenece fue del grupo de estudiantes con más militantes, llamado CLASSE que no quiere pronunciarse contra los actos vandálicos o controlar las marchas.
El gobierno de Charest sacó de la mesa de negociaciones a los líderes de este grupo, luego de una protesta donde se lanzaron bombas de humo en el metro de la ciudad y se atacaron edificios públicos. El gobierno dijo que esos incidentes violaban la llamada “tregua” que había establecido como una condición para la negociación. “No se puede jugar en ambos lados”, dijo el ministro de Educación, Line Beauchamp.
Señaló que los sitios de protesta fueron anunciados con anterioridad en la página web del grupo, para realizar los desmanes, cuando por otro lado pedían conversar.
El grupo respondió que su sitio web no está regulado de manera central. Nadeau-Dubois sugiere que la información había sido escrita por el asociado en los miembros que tienen acceso al sitio.
Luego de romperse las negociaciones, en uno minutos los manifestantes se desbordaron por las calles de Montreal y Quebec City, con los resultados que hoy ya todos conocen, heridos, retenidos, vidrios rotos y mucha gente con miedo de lo que puede pasar de aquí en adelante.
Durante la protesta unas pocas personas en la multitud llevaban máscaras. Algunos dispararon bolas de pintura a la policía y los medios de comunicación. Los coches fueron destrozados. Las ventanas se rompieron en varios bancos y otros negocios.
En un momento dado, algunos de los manifestantes intervinieron para impedir a otros que querían atacar hasta una librería.
La policía respondió rociando gas pimienta a los manifestantes y periodistas en su camino, algunos de los manifestantes condenaron la respuesta policial como excesiva.
Una comisaría de policía del centro fue atacado por los manifestantes. Un mensaje de Twitter de la policía decía: “Las ventanas de la estación 21 … estaban completamente destrozadas “.
Estudios recientes sugieren que la disputa no ha afectado el gobierno Charest políticamente. Algunos expertos, incluso creen que lo puede ayudar.
Las encuestas indican que los quebequenses en general apoyan los aumentos de tarifas de las matriculas que las consideran justas.
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