Québec responde a la violencia con multas
Québec responde a la violencia con multas

Un estudiante disfrazado de oso panda se dirige a un policía antidisturbios, este jueves en Montreal. Foto cortesía de Nacional Post.
QUEBEC.- Las tensiones entre el gobierno de Québec y los estudiantes siguen en aumento tras la decisión del primer ministro Jean Charest de incrementar las medidas contra los estudiantes más radicales.
La nueva legislación de emergencia introducida este jueves por el gobierno prevé multas de entre $1.000 y $5.000 para cualquier persona que evita la entrada de otra persona en una institución educativa.
Las sanciones podrían ascender un hasta un máximo de $35.000 en el caso de dirigentes estudiantiles y de $125.000 para los sindicatos o federaciones de estudiantes. En caso de reincidencia, se duplicarían las multas.
Estas nuevas medidas no han hecho sino incendiar aún más las iras de los estudiantes, cada vez más frustrados con la respuesta represiva del gobierno.
“Creo que mi enfado es bastante representativo de cómo se sienten los estudiantes y estoy convencido de que se expresará en las calles a lo largo de los próximos días y las próximas semanas”, advirtió Gabriel Nadeau-Dubois, considerado uno de los líderes estudiantiles más radicales.
“Es una declaración de guerra, no sólo contra los estudiantes, sino también contra todo aquel que se aferra a la democracia” dijo Nadeau-Dubois acerca de la nueva legislación introducida para debilitar el movimiento de protesta estudiantil.
En respuesta al anuncio, los estudiantes salieron de nuevo a las calles de Montreal la noche del jueves en el 24º día de protestas contra el plan del gobierno de Charest de subir los precios de la matrícula universitaria. Una protesta a la que se han sumado grupos anarquistas, anti-capitalistas, ecologistas e independentistas.
Las manifestaciones de este jueves no fueron tan violentas como las del miércoles -en la que hubo ventanas rotas y 120 detenidos- pero hubo momentos de tensión, como cuando los manifestantes intentaron bloquear las dos entradas de un túnel transitado.
Los estudiantes rechazan la nueva legislación, diciendo que no acabará con los tres meses de crisis y que sólo contribuirá a aumentar la tensión.
El proyecto de ley prevé suspender el semestre académico y reanudarlo en agosto. Actualmente, la mayoría de estudiantes han acabado su semestre y no están boicoteando las clases.
El Bill 78 obliga a los protestantes a dar ocho horas de margen a la policía antes de convocar una manifestación y dar detalles como el itinerario y la duración, bajo el pretexto de “mantener la paz y el orden de la seguridad pública”.
Curiosamente, la situación crítica que ha vivido Montreal por las protestas estudiantiles ha beneficiado al gobierno de Jean Charest en las encuestas. A pesar de ser visto como un villano por los estudiantes, la mayoría de los encuestados está de acuerdo con la postura del gobierno, que ha optado por negociar a la baja y aplicar mano dura a los más radicales.
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