Los estudiantes amenazan el GP de Montreal
Los estudiantes amenazan el GP de Montreal
QUÉBEC.- El Gran Premio de Montreal, que se celebrará el fin de semana del 8 al 10 de junio en el circuito Gilles Villeneuve, podría verse amenazado por las protestas estudiantiles si fructifican las amenazas de los grupos más radicales.
El GP de Fórmula 1 es una de las grandes citas de la ciudad, tanto a nivel turístico y deportivo como económico. Sin embargo, el movimiento de protesta estudiantil podría impedir el buen funcionamiento de un evento que atrae a la ciudad a 300.000 aficionados al motor y genera alrededor de $100 millones.

Un manifestante con la máscara de Anonymous se manifiesta en las calles de Montreal. Foto cortesía de The National Post.
El fin de semana más rentable del año para Montreal podría sufrir un duro revés si no se soluciona el conflicto entre el Gobierno de Québec y los estudiantes por el incremento de matrículas universitarias. Desde que empezaran las manifestaciones, hace más de 100 días, la policía de Montreal ha realizado 2.500 detenciones.
Los comerciantes, que ya han visto afectados sus ventas desde las primeras protestas, están preocupados por las consecuencias de una posible acción estudiantil durante el Gran Premio.
El presidente de la asociación de comerciantes de Crescent Street, Steve Siozos, es consciente de la situación. “Entendemos el riesgo -ya hemos tenido muchas pérdidas a raíz de las protestas- pero no tendría sentido perturbar el negocio ese fin de semana”, dijo. “Para empezar, hay una fuerte presencia policial esos días. Después, no hay espacio para moverse porque hay demasiada gente”, justifica.
Según Siozos, los comerciantes de Crescent Street, una de las calles más conocidas de Montreal, han sufrido pérdidas del 20% desde el inicio de las protestas.
El fin de semana de la F1 también coincide con el Beer Fest, que tendrá lugar en Place Bonaventure. Katia Bouchard, directora de comunicaciones del festival, confía en que no se produzcan altercados y espera contar con la presencia de estudiantes, que “acuden al festival cada año”.
Otros eventos culturales que podrían verse afectados por la lucha entre Gobierno y universitarios son el Festival de Jazz y el Festival de la Comedia, dos hitos en el calendario estival de Québec.
Las primeras amenazas llegaron desde la asociación de estudiantes de arte de la Université du Québec, concretamente la facción C.L.A.S.S.E, que propuso, en una asamblea celebrada el pasado 9 de mayo, “organizar un fin de semana de interrupciones con el fin de cancelar el Gran Premio de Fórmula 1, que representa valores sexistas, anti-ecológicos, elitistas y económicos”.
Camille Toffoli, representante estudiantil de la facultad de arte, confirmó que están trabajando a través de las redes sociales para conseguir una alta participación. Su mensaje ha recibido difusión mediante activistas anárquicos como Jaggi Singh, que lanzó la siguiente amenaza en twitter: “ricos despreciables se van a ver afectados por protestas nocturnas”, en referencia a la presencia de turistas con motivo de la carrera.
El director del circuito, Francois Dumontier, se ha tomado en serio las amenazas de los estudiantes de bellas artes, así como los gritos contra la F1 escuchados en las recientes manifestaciones.
“No sabemos si vamos a ser el objetivo”, afirmó Dumontier, “pero este es un gran evento internacional y tenemos un plan de seguridad preparado para afrontar desde pequeñas amenazas hasta grandes interrupciones”.
“El Gran Premio suele ser un objetivo porque se trata de un gran evento. No estamos preocupados, pero tenemos los ojos abiertos y trabajaremos con las autoridades públicas”, agregó el dirigente del circuito Gilles Villeneuve.
En el mes de abril, el consulado de EE.UU. en Montreal previno los turistas norteamericanos sobre la posibilidad de “violencia imprevista”, “vandalismo” y “detenciones” causadas por malestar social.
Queda por saber si el resto de grupos estudiantiles se unirá al boicot a la Fórmula 1 o si, para entonces, se habrá alcanzado un acuerdo entre el gobierno de Jean Charest y los alumnos.
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