Un policía paga el precio por detener a un superior
Un policía paga el precio por detener a un superior
TORONTO.- Cuando el agente Andrew Vanderburgh detuvo a uno de sus superiores por conducir bajo los efectos del alcohol, no sospechaba que había cruzado la delgada línea azul y que sería el objeto de burla entre sus compañeros policías.
Los hechos ocurrieron el 28 de noviembre de 2009 cuando el novato hizo parar el coche de Breton Berthiaume, un oficial fuera de servicio que presentaba evidentes signos de haber bebido más de la cuenta.
Berthiaume fue detenido y acusado de conducir bajo los efectos del alcohol tras presentar un índice superior a 80 miligramos en la prueba de alcoholemia.
Sin embargo, quien recibió las mayores reprimendas fue el novato, que fue acosado por otros agentes por haber detenido a un compañero.
El juicio preliminar empezó esta semana en Old City Hall. Berthiaume, un oficial de la región de Halton, se ha declarado inocente, mientras que Vanderburgh reconoció que había pasado momentos difíciles pero que no se arrepentía de haber detenido a un colega de trabajo.
A la corte también acudió el agente Suhail Khawaja, que acompañó a Vanderburgh en su coche patrulla la noche de la detención pero que no prestó ayuda a su compañero.
Esa noche, Vanderburgh y Khawaja acudieron a la casa Berthiaume en High Park tras de responder a una llamada del 911. Un ciudadano había visto un coche zigzagueando en Don Valley Parkway y había tomado el número de la matrícula, perteneciente al policía.
Los agentes se llevaron a Berthiaume a la División 22, donde se le practicaron pruebas de aliento. Algunos agentes presentes en la oficina mostraron su desacuerdo por investigar a un oficial de la policía, según desveló la juez Mary-Anne Mackett este martes en el tribunal.
En una declaración previa al caso, también se reveló que Khawaja se había negado a asistir a Vanderburgh en el arresto alegando que no quería tener nada que ver con la detención de un compañero.
Después de que Berthiaume fuera puesto en libertad, Vanderburgh fue seguido por un coche de la División 22 conducido por el agente James Little. Este le detuvo y le puso una multa por supuestamente saltarse un semáforo en rojo. Little luego admitió ante la corte no haber respetado el código de ética profesional en busca de venganza.
Little eligió “hacer caso omiso de sus obligaciones profesionales para embarcarse en una represalia personal contra un compañero que cumplía con su deber legal” dijo el superintendente Robin Breen en su fallo judicial.
“Abusó de su poder para expresar su disgusto personal acerca de la detención de un oficial de policía fuera de servicio” concluyó el informe interno, que impuso 20 días de suspensión de pagos para el infractor.
Otros dos agentes, entre ellos un sargento que se negó a intervenir, fueron sancionados por el incidente y suspendidos por 20 y 15 días.
“Las sanciones reflejan la gravedad de lo sucedido y demuestran la determinación del servicio de policía a la hora de buscar responsables”, dijo Mark Pugash, portavoz de la policía de Toronto.
Mientras tanto, el juicio por conducción ebria se ha pospuesto hasta el 18 de febrero. Berthiaume se representará a si mismo tras despedir a su abogado. A día de hoy, sigue trabajando en la policía de Halton.
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