“Ahora los artistas pueden ir directamente al público sin intermediarios”
“Ahora los artistas pueden ir directamente al público sin intermediarios”
TORONTO.- En los años 90, cuando las grandes multinacionales aún dominaban la industria discográfica, hubo una serie de grupos que se mantuvo fiel a la filosofía ‘underground’ y decidió tomar el camino largo y duro de publicar música en sellos independientes. En algunos casos, la cosa funcionó y muchos grupos ‘alternativos’ fueron absorbidos por las ‘majors’. Otros grupos como Magnolia Thunderbird se mantuvieron fieles a sus principios y ahora sólo son un recuerdo fugaz de un lugar y una época. A través del documental ‘Going Deaf For Nothing’ Susana Halfon se pregunta qué pudo ser y qué fue de esta banda de culto de Sacramento. La película se proyectará este miércoles (13 horas) en el National Film Board, dentro del NXNE Film Festival.
¿Qué le llevó a hacer una película sobre esta banda?
Quedé muy impresionada con la calidad de la escena musical en Sacramento a mediados de los 90 y esta banda era una metáfora de gente creativa se mantuvo fiel a su arte y a sus ideales. Nunca cedieron y mantuvieron su integridad a la vez que hacían lo que amaban e intentaban ganarse la vida. Lucharon por sobrevivir en un mundo en el que había que transigir.
¿Se arrepienten de no haber transigido?
En parte sí pero al final, era Skid, el cantante, quién decidía. Había una especie de democracia en la banda pero dejaban las decisiones importantes en manos de Skid. Cuando le entrevisté, creo que sí mostró cierto arrepentimiento. Pero no podrían haber hecho las cosas de otra forma porque tenían firmes convicciones. Mirando atrás, saben que podrían haber cedido pero en ese momento era algo que no se les pasaba por la cabeza.
El cantante parece un personaje carismático.
Cuando le hice las entrevistas, Skid estaba trabajando turnos de 12 horas y cuidaba de su padre moribundo. Estaba cansado pero eso no afectaba su análisis de lo que fue el grupo. Creo que los demás miembros de la banda hubieran sido más transigentes a la hora de aceptar ofertas de discográficas.
¿En qué liga jugarían de haber aceptado un contrato discográfico?
Es difícil porque hacían rock básico, que es algo que ha tenido épocas de altibajos. No había muchas bandas que hicieran ese rock directo y por eso pensaron que podrían cubrir ese hueco. Quizás The Hellacopters son lo más parecido. Si detrás tienes un sello que te promociona, da igual el tipo de música que hagas porqué te buscan un público.
Ahora la industria ha cambiado mucho.
La moda DIY hace posible que los artistas vayan directo al público sin intermediarios. Eso también ha permitido que nos llegue muy mala música porque no hay filtros. La gente que trabajaba de A&R filtraba la música y desarrollaba las bandas. No prescindían de ti si tu álbum no vendía, te reciclaban. Gracias a eso, triunfaron grupos como Buffalo Springfield y Cream. El sistema ha cambiado mucho pero creo que es positivo que tengamos acceso a más música. Tenemos mucho donde elegir y podemos decidir lo que nos gusta y lo que no. Si Magnolia Thunderbird hubieran empezado en la era de internet, hubieran llegado a más gente.
¿Por qué fueron tan tozudos en sus principios?
Formaron la banda tras una mala experiencia con el sello de Dwight Yoakam, que les había fichado cuando eran Go, Dog Go! Grabaron un álbum en Los Angeles, eran muy jóvenes y el sello les buscó un productor. Al escuchar el resultado, que no tenía nada que ver con lo que habían grabado, decidieron no publicarlo. Se desvincularon de Dwight Yoakam, que volvió a su carrera como actor. Esa fue una experiencia muy negativa y, en adelante, decidieron hacerlo a su manera.
Confiaban mucho en sí mismos.
En el fondo, ellos pensaban que tendrían éxito pero no ocurrió. La industria estaba cambiando y no aprovecharon la oportunidad. Yo estaba allí cuando recibieron ofertas pero estaban tan cansados del negocio musical que no cedieron. Luego quizás se arrepintieron. Ahora están todos bien pero la separación fue muy dolorosa porque representaba el fin de su sueño. Aún se están recuperando. No fue fácil de renunciar a sus sueños.
¿No han planteado reunirse?
La gente se lo pide pero no pueden porque se dan cuenta que no pueden capturar lo que una vez hubo. Todos están haciendo música. Skid ha recuperado sus guitarras y está tocando de nuevo. No se puede denegar su talento como letrista y se que acabará volviendo al mundo de la música muy pronto.
A principios de los 90, muchos grupos de la escena alternativa arrasaron. ¿Cree que buenas bandas que nunca triunfaron están condenadas a convertirse en grupos de culto?
Estoy de acuerdo. Como dijo el bajista, T-Bone, tocaron con todo el mundo. Estilísticamente, están entre muchos movimientos que tuvieron éxito. El tempo es punk pero no caen en el prototipo de Rancid o Green Day. Tampoco son un grupo de rockabilly. Yo los defino como una banda de rock’n’roll directo. Les veo más cercanos a John Cougar Mellencamp o Bruce Springsteen. Tienen muy buenas letras pero quizás la gente no se fija en eso cuando haces rock. Creo que cayeron fuera de las etiquetas y eso les pudo afectar.
¿Quizás les faltó suerte?
He intentado analizar porqué no triunfaron cuando les tocaba y creo que es una combinación de factores como talento, apoyo discográfico y suerte. Si no tienes uno, necesitas el otro. Ahora es diferente y las posibilidades se han abierto. Si estás dispuesto a hacer giras y a trabajar desde abajo, puedes prescindir de los ‘majors’ y de las promotoras. Eso es válido para música, películas y artes escénicas. Es más accesible. La lástima es que estos chicos no pudieran aprovecharse de ello.
En efecto, la suya es una historia de perdedores.
Es un cuento con moraleja para aquellos que quieran meterse en la industria. Tienes que seguir tus instintos pero en algún momento tendrás que ceder. La cuestión es saber cuanto y hasta dónde.
El estilo DIY se nota en la película.
Intencionalmente traté de filmarlo al natural -‘gerrilla style’- para no intervenir en lo que estaba pasando.
¿Y en Latinoamérica hubieran triunfado?
Yo les dije que hubieran sido grandes en México. De haber tocado en los países latinos, hubieran sido bastante famosos porque a la gente latina les gusta ese tipo de rock básico, como los Lonely Boys.
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