Una corte de B.C. declara la ley contra la eutanasia anticonstitucional
Una corte de B.C. declara la ley contra la eutanasia anticonstitucional

La abogada Gloria Pastine calificó la decisión de una “victoria importante” para los derechos humanos de los canadienses.
VANCOUVER.- Una juez de la Corte Suprema de British Columbia ha declarado que las leyes canadienses contra la asistencia médica en el suicidio son anti-constitucionales porque discriminan a las personas con discapacidades físicas.
En una sentencia de 395 páginas que se dio a conocer este viernes, la juez Lynn Smith analizó el caso de Gloria Taylor, una mujer de B.C. que inició un pleito a favor de la eutanasia.
Taylor sufre de ALS, una enfermedad neuro-degenerativa, y pidió la ayuda de un médico para poner fin a su vida antes de que ella fuera incapaz de hacerlo.
En su sentencia, la juez Smith afirmó que el suicidio en sí no es ilegal y que, por consiguiente, la ley contra el suicidio asistido contradecía la sección 15 del Charter of Rights, que garantiza igualdad a los ciudadanos canadienses, alegando que se les deniega este derecho -el suicidio- a las personas discapacitadas pero no a las personas capacitadas.
“El impacto de esa distinción lo notan especialmente personas como la Sra. Taylor, que está grave e irremediablemente enferma, físicamente discapacitada o a punto de estarlo, mentalmente competente y que desea tener control sobre sus circunstancias en el final de su vida” explica Smith en su sentencia. “La distinción es discriminatoria porque perpetúa las desventajas”.
Luego, Smith pasa a decir que la ley impide tanto a personas como Taylor como aquellos que intentan ayudarla a ejercer el derecho a la vida y a la libertad que proclama la sección 7 de la Carta de Derechos.
Argumenta que la legislación podría forzar a una persona a quitarse la vida antes de lo deseado con tal de matarse mientras estuvieran físicamente en condiciones de hacerlo sin ayuda.
La juez arguye que el riesgo a la encarcelación deniega el derecho a la libertad para los familiares que llevan a sus seres queridos a otras jurisdicciones donde la eutanasia sea legal.
El efecto de la sentencia no será inmediato porque Smith lo ha puesto en suspenso durante un año para dar tiempo al Parlamento de reflexionar sobre el tema y considerar la implementación de una nueva legislación.
Mientras tanto, Smith concedió a Taylor una excepción constitucional para llevar a cabo la eutanasia si así lo desea.
En caso de prosperar la sentencia, Canadá estaría al mismo nivel legal que Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Suiza, países que permiten la eutanasia. Tres estados de los EE.UU. también han legalizado la práctica.
Smith también advirtió sobre los riesgos que conlleva la legalización de la eutanasia. “Existen riesgos pero pueden evitarse con medidas preventivas bien diseñadas y controladas”. Smith estipula que su sentencia se limite a “adultos competentes, plenamente informados que personalmente pidan asistencia médica en la muerte y que no sean objeto de coerciones o estén clínicamente deprimidos”.
Los representantes legales de Gloria Taylor se felicitaron por la sentencia. “Nos dijo que estaba profundamente agradecida al tener la certeza de saber que podrá decidir cuando quiere poner fin a su vida”, leyó Grace Pastine, la directora del gabinete de abogaos que presentó el caso.
El estado de Taylor ha empeorado y ahora necesita una silla de ruedas y un tubo de alimentación. “Está llena de vitalidad pero su cuerpo le está fallando” dijo Pastine, que recordó que el organismo que representa, B.C. Civil Liberties Association, ha conseguido con esta sentencia “un gran paso adelante en la protección de los derechos humanos, la prevención de sufrimiento inútil y compasión al final de la vida”.
En cambio, el presidente de la Coalición de Prevención a la Eutanasia, Will Johnston, se mostró decepcionado con la “decisión radical” de legalizar el suicidio asistido.
“Creemos que esta sentencia desestimó las consecuencias negativas que tiene el suicidio asistido y la eutanasia allí donde se practica y estamos preocupados de la situación de abuso a los mayores que es un gran problema en Canadá”. Su partido luchará por una apelación.
Gloria Taylor fue una de las cinco demandantes de este caso, junto a una pareja que ayudó a su madre a trasladarse a Suiza para suicidio asistido, un doctor de Victoria y Civil Liberties Association.
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