Pérdidas millonarias porque estudiantes le dicen no a la comida saludable

Pérdidas millonarias porque estudiantes le dicen no a la comida saludable

Los estudiantes no quieren comer frutas y verduras que ahora ofrecen los colegios, y prefieren esperar a salida de las escuelas para comprar lo que esta generando millonarias pérdidas a las cafeterías.

TORONTO.- La norma que estableció que en las escuelas y colegios de Ontario sólo se deben vender productos saludables va a llevar a la quiebra a las cafeterías escolares, porque la medida es la más impopular entre los estudiantes que se niegan a comprar estos productos.

Tan solo en Ottawa y Toronto los concejos escolares ya reportan pérdidas individuales por más de un millón de dólares. En la Escuela Carleton en Ottawa, el Concejo Escolar estima una pérdida de $ 900.000 en ingresos por la cafetería, mientras que Toronto District School Board prevé un déficit de $ 1.2 millones.

Según el operador de una de estas cafeterías él ya ha tenido que proyectar sus pérdidas que pueden superar los $ 95.000 en sus ingresos anuales, porque los estudiantes prefieren aguantar hambre y esperar a comprar cuando salen de clase.

Para el primer ministro de Ontario, Dalton McGuinty, ya se sabía que esto representaría un problema para los concejos escolares, pero pidió que sean más creativos con sus opciones de menú que hay en las cafeterías.

“Pusimos un hombre en la Luna hace 40 años. No me digas que no podemos hacer una sana y sabrosa comida, que sea atractiva para los adolescentes en la provincia de Ontario”, dijo el Premier de Ontario.

En virtud de la política provincial promulgó el otoño pasado, las escuelas han tenido que prescindir de los alimentos altos en grasa o fritos, como papas a la francesa, hamburguesa y pizza, alimentos que debían ser remplazados por frutas y verduras, como una medida para enfrentar los problemas de obesidad que hay en el país o cambiar sus ingredientes, es decir las papas tenían que ser al vapor.

A los centros estudiantiles además se les exigió que todo el menú debía ser bajo en azúcar, grasas trans y sodio, pero esos son los ingredientes que más extrañan los escolares que no se acostumbraron a la nueva comida y ahora prefieren esperar a la hora de salida, donde se han instalado pizzerías y puntos de comidas rápidas.

El mismo problema lo han enfrentado otras provincias que asumieron esta nueva norma, Ontario fue la última en aplicarla en el país, pero la regla ya hace parte de los menús de las escuelas y colegios de Quebec, Nueva Brunswick, Nueva Escocia, Terranova y Columbia Británica.

En el caso de Nueva Escocia, el proceso para colocar los alimentos saludables no fue de un solo golpe, se realizó desde el año 2005 y todo se fue cambiando por etapas para que los estudiantes no sintieran el fuerte cambio.

Según Doug Hadley, portavoz de la Junta de la Escuela Regional de Halifax, las escuelas de su región primero adaptaron poco a poco las cafeterías, luego las máquinas expendedoras, hasta cumplir con la totalidad de la norma.

Según el funcionario la medida ha servido para enfrentar los problemas de salud y obesidad de algunos estudiantes, pero para ello se necesito que todas las partes del proceso participaran en el cambio.

En este caso según los expertos lo importante es cambiar poco a poco, y mejorar el menú de las cafeterías, pero el gran problema es que estos están en manos de los concejos escolares individuales que dependiendo del que la tenga puede dar buenos o malos resultados.

Una de las empresas más afectadas por la nueva medida son las que manejan las máquinas expendedoras, que prácticamente quedaron en quiebra, porque las papas fritas y todos los paquetes popularmente conocidos fueron eliminados.

El beneficio para la salud y la intención de la norma puede ser bueno, dicen los expertos pero no la forma, porque los concejos escolares van a tener millonarias pérdidas, recursos con los cuales se financiaban nuevas estructuras y parte del mantenimiento de las escuelas y colegios.

En Ottawa el dinero que se recauda por concepto de cafetería se utilizan para pagar las excursiones, torneos académicos, clubes y equipos deportivos de las escuelas y colegios que ya no contarán con mucho dinero, por lo que los padres van a tener que pagar por estas actividades.

El problema de obesidad infantil es tan grave en Canadá que el Gobierno decidió reglamentar los que comen los niños en las escuelas y colegios.