Mazza señala que el Gobierno estaba informado de lo que ocurría en Ornge
Mazza señala que el Gobierno estaba informado de lo que ocurría en Ornge
Chris Mazza, el hombre que está en el epicentro del escándalo Ornge, asegura que no sabe lo que salió mal con el servicio aéreo de ambulancia, y que el gobierno nunca le avisó de que estaba haciendo mal su trabajo.
El ya depuesto director ejecutivo dice que el Gobierno estaba plenamente informado acerca de lo que estaba ocurriendo en la organización financiada por los contribuyentes, que ahora se encuentra bajo investigación criminal por irregularidades financieras.
También a argumenta que si el gobierno le hubiese llamado la atención porque se estaban haciendo mal las cosas, él lo habría corregido, ha explicado este miércoles por la mañana ante el comité legislativo.
Mazza, que ha sido acusado durante meses de haberse lucrado personalmente con el dinero público que el gobierno cedía a Ornge, no logró explicar durante el juicio qué fue lo que salió mal.
“No sé”, reconoció emocionado ante el comité. “A día de hoy, no lo sé”.
Su trabajo para transformar el servicio de ambulancia aérea de Ontario en una organización de clase mundial no fue para lucrarse, sino un deseo de ayudar a los pacientes a raíz de la muerte de su hijo Josué en el 2006, explicó.
Sin embargo, Mazza sí justificó el generoso paquete de $ 1.4 millones de indemnización – más bonos y un préstamo personal – que se le asignó, alegando que es lo que suele cobrar los empresarios con cargos como el suyo, a pesar de que “puede parecer un precio excesivo”, precisó.
“En primer lugar, quiero dejar claro que siempre he actuado con las mejores intenciones y pensando en el beneficio de los habitantes de Ontario”, dijo el ex director ejecutivo, que estuvo en todo momento al lado de su abogado.
Mazza explicó que él también se siente mal por las personas afectadas, especialmente aquellos que perdieron sus puestos de trabajo.
Además, reconoció que la decisión de ocultar a la opinión pública los 1.4 millones de dólares pudo no haber sido recomendable.
En referencia a la cuantía obtenida, alegó que “tengo entendido que esas decisiones se tomaron a partir de datos y después de comparar mis responsabilidades y obligaciones con las de los ejecutivos de otras empresas similares”, dijo.
“Lamento que yo haya tenido que ser el pararrayos de este escándalo… El problema que se ha originado es muy amplio y grave”.
El gobierno, según la versión de Mazza, no mostró ninguna preocupación por la cuantía de su sueldo, declaró. El ex directivo dijo que él no exigió el aumento salarial, y que fue una decisión tomada por la junta directiva de Ornge
El gobierno de Ontario, que procuró a la compañía millones de dólares, estuvo al tanto de muchas de las decisiones que tomó mientras estuvo al frente de la empresa, argumentó Mazza.
Mazza reconoció haber mantenido una reunión formal con el premier de Ontario, Dalton McGuinty, durante un evento para recaudar fondos. en el que estuvieron conversando aproximadamente 15 minutos acerca de las ideas que tenía para la empresa. Mazza dijo que fue Alfred Apps – un hombre con fuertes lazos tanto de Ontario y federales los partidos liberales – el que los presentó, que en ese momento estaba trabajando como abogado para Ornge. Sin embargo, Mazza dijo que no podía recordar la fecha de esa reunión.
El Comité ha oído hablar de los préstamos personales que Mazza recibió de Ornge, así como de la implicación por parte de la empresa para conseguirle a su novia Kelly, una ex instructora de esquí acuático, un trabajo en Ornge.
Además de su generosa compensación económica, Mazza dijo que recibió un préstamo de 450.000 dólares por parte de Ornge en compensación por “las difíciles circunstancias de vivienda”. Mazza también reconoció que recibió un bono especial de 200.000 dólares por el trabajo realizado hasta la fecha.
Por otra parte, negó que los dólares del contribuyente fueran “desviados” a la compleja red de empresas Ornge con fines de lucro, muchas de las cuales estaban controladas por los altos ejecutivos, incluyendo a Mazza.
Sin embargo, el comité ha escuchado que Orange, que recibió cerca de $ 150 millones al año por parte del gobierno, no tiene otra fuente de financiación.
Su abogado, Roger Yachetti, intervino varias veces durante la aparición de Mazza para oponerse a las preguntas directas que se le pidieron a su cliente, diciendo que eran injustas e incorrectas. En un momento dado, Yachetti se inclinó para preguntarle si estaba bien.
Mazza evitó a los periodistas y a las cámaras de televisión en su entrada a los juzgados, dándoles la espalda mientras se cerraban las puertas del ascensor. Consultado sobre si uno de los hombres que lo acompañaban, y que empujó a varios periodistas, había sido contratado como seguridad, Mazza respondió: “Él es mi mejor amigo”.
Durante su testimonio, Mazza estuvo varias veces al borde del llanto, sobre todo cuando se le preguntó por los pacientes que murieron después de que Ornge fuese reclamada para transportarlos.
El comité ha escuchado muchas historias acerca de personas que murieron a la espera de una ambulancia aérea, sobre la falta de personal de Ornge y sobre el interior de los helicópteros, que estaban tan mal diseñados que los paramédicos a menudo no podían realizar la reanimación cardiopulmonar a los pacientes.
Mazza se limitó a seguir insistiendo que el único propósito de Ornge era ayudar a los pacientes y que cada muerte fue una gran preocupación para él.
Ha sido una larga espera hasta que se ha podido escuchar la versión de Mazza, acusado de haber utilizado el dinero público para su propio beneficio.
Hasta en dos ocasiones fue llamado a declarar, pero las dos vistas tuvieron que ser aplazadas porque los psiquiatras que le atendían afirmaron que no estaba en condiciones de someterse a un juicio.
Mazza obtuvo la licencia médica en diciembre pasado, cuando las historias acerca de los negocios sospechosos que rodeaban a Ornge empezaron a copar los titulares.
Mazza negó haber excusado en unos supuestos graves problemas emocionales para evitar su testimonio ante el comité, que ha estado intentado conseguir su declaración durante semanas.
Muchos de los testigos han señalado con el dedo a Mazza como principal culpable de este escándalo, que además ha supuesto una gran vergüenza para el grupo liberal.
El Auditor General, Jim McCarter, ha criticado al gobierno por no supervisar Orange, a pesar de darle $ 730 millones en cinco años y permitirle pedir prestados por valor de $ 300 millones.
Los ex empleados de Ornge han descrito Mazza como “impresionante”, “brillante” y un “visionario”, pero también como un tirano, cuyo temperamento volátil explotaba cuando no se hacía lo que quería.
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