Los mayores, más propensos a la discriminación laboral

Los mayores, más propensos a la discriminación laboral

Los solicitantes de empleo entre 25 y 34 años tienen más números de ser contratados.

OTTAWA.- Casi tres cuartas partes de los canadienses creen que los solicitantes de empleo de mayor edad están siendo rechazados por motivo de su edad.

En una encuesta realizada por Ipsos Reid para Postmedia News, el 74 por ciento de los encuestados creyeron “firmemente” y “en cierta medida” que los empleadores discriminan a las personas mayores que buscan empleo. La percepción es más grande entre los canadienses mayores de 35 años, pero incluso la mayoría de personas de 18 a 34 años cree que los trabajadores de edad avanzada son objeto de actitudes discriminatorias.

Un tercio de los encuestados afirmó que ellos mismos habían sido víctima de discriminación por edad, ya fuera en el lugar de trabajo o al ser entrevistados para un puesto de trabajo. En esta cuestión, el grupo más perjudicado fueron los trabajadores más jóvenes. El 41 por ciento de personas entre las edades de 18 y 34 años reconocieron que habían sido víctimas de prejuicios debido a su corta edad, mientras que el 38 por ciento del grupo de más de 55 años tenía un sentimiento parecido en relación a su avanzada edad.

La aparente contradicción podría tener varias explicaciones, según explicó Sean Simpson, vicepresidente de Ipsos Reid.

Por un lado, los jóvenes participan en más entrevistas al entrar en el mercado laboral y, por lo tanto, son más propensos a haber sido rechazados para un puesto de trabajo, tal vez percibiendo que su edad juega un papel importante.

Simpson también sugirió que hay más posibilidades de que sean los trabajadores mayores quienes hagan la contratación. En términos generales, cada grupo tiende a favorecer la contratación sus coetáneos.

Otra pregunta formulada a los encuestados fue qué grupo de edad serían más propensos a contratar en el supuesto de que pudieran tomar esa decisión. Las opciones eran grupos de 18 a 24; de 25 a 34; de 35 a 44; de 45 a 54; de 55 a 64 años o mayores de 65 años. La pregunta especificaba que los hipotéticos demandantes no acudirían sin ningún tipo de experiencia en el trabajo y que contarían con el mismo nivel de calificaciones generales.

Los resultados favorecieron a posibles empleados entre las edades de 25 y 34 años (37 por ciento), y entre 35 y 44 años (25 por ciento). Los trabajadores de 40 y 50 años completaban el podio de preferencias (19 por ciento).

Por el contrario, tan sólo el nueve por ciento de encuestados dijo que contrataría a alguien de entre 18 y 24 o entre 55 y 64 años. El porcentaje para mayores de 65 años era peor aún: solamente el tres por ciento.

La apuesta por la juventud estuvo favorecida incluso por los canadienses más mayores. El grupo más popular entre los que sobrepasaban los 55 años eran las personas de 25 a 34 años.

La tendencia general a favor de los jóvenes puede preocupar a algunos expertos, ya que los datos de población más recientes sugieren que Canadá se enfrentará en los próximos años a una importante escasez de mano de obra. Una solución sería la contratación y retención de trabajadores de mayor edad pero, para ello, los contratantes deberían superar su reticencia a contratar a personas de edad más avanzada.

Una variante de la pregunta sobre posibles contrataciones se centró en el tema de la experiencia en lugar de la edad. En este caso, los resultados fueron muy similares, con una tendencia a favorecer la juventud, especialmente los grupos de 25 a 34 y de 35 a 44 años (31 por ciento cada uno). El apoyo al resto de edades fue prácticamente idéntico a la anterior pregunta.

“Parece que un poco de experiencia viene bien, pero realmente da igual si uno tiene 10 años o 30 años, una vez acumulas una buena cantidad de experiencia, no necesitas mucho más para ser mejor considerado”, resumió el estadista Simpson.

La encuesta online se realizó entre el 10 y el 13 de julio, tiempo en el que participaron 1.005 personas. Los datos fueron ponderados con la información del censo para garantizar una imagen equilibrada de la demografía. Una encuesta no ponderada de este tamaño tiene un margen de error de 3,1 puntos porcentuales, 19 sobre cada 20 veces.