Colombia celebra su fiesta en el lago Ontario

Colombia celebra su fiesta en el lago Ontario

La bandera colombiana coronaba la proa del Enterprise 2000.

La Junta Directiva de la Casa Cultural Colombiana hizo posible la fiesta.

El Cónsul de Colombia en Toronto, Carlos Forero (segundo por la derecha), tras entonar el himno nacional.

En el crucero se pudieron ver muchos somberos vueltiaos y camiseta de selección colombiana.

TORONTO.- La comunidad colombiana de Toronto celebró este domingo los 202 años de la independencia de su país con una fiesta flotante a bordo del Crucero Enterprise 2000. El pasaje zarpó del Puerto de Toronto hacia la 1 de la tarde con todas las entradas vendidas y con muchas ganas de marcha.

El sol y el calor hicieron acto de presencia en una jornada en la que los colores de la bandera colombiana lucieron a bordo de un barco que parecía destinado a Cartagena de Indias en vez de un tranquilo paseo por el lago Ontario. Las altas temperaturas, el ritmo y la alegría hicieron olvidar durante unas horas a los asistentes que se encontraban en Canadá y los colombianos hicieron alarde de su patria chica. Paisas, costeños, rolos, caleños, santandereanos y habitantes de todas las regiones del país que separa el Atlántico del Pacífico defendieron sus valores en una expedición muy patriótica.

Los 430 pasajeros que completaron el aforo del Enterprise acudieron ataviados con elementos típicos de Colombia, como el sombrero vueltiao, las camisetas amarillas de la selección de fútbol y las insignias tricolor.

El acto cívico empezó en el interior del barco con la interpretación del himno nacional de Canadá y de Colombia. A falta de música, los pasajeros cantaron la letra de la segunda canción ‘a capella’, en uno de los momentos más emotivos del día. A continuación, Carlos Arturo Forero, en representación del Consulado de Colombia en Toronto, leyó el mensaje del presidente de la República, Juan Manuel Santos.

Como delegado del gobierno colombiano en Toronto, Forero se mostró satisfecho por compartir con sus compatriotas una fecha tan importante y anunció que, a partir de septiembre, el Consulado extendería su horario de tarde cada segundo miércoles del mes, una noticia que fue recibida con aplausos.

En el mensaje del presidente de la República, Forero destacó los progresos del país en materia de seguridad, empleo y pobreza y recordó los 1.800.000 empleos creados por su Gobierno en los últimos años. Por último, se complació por las alianzas firmadas con otros países latinos como Perú, México y Chile.

Tras los discursos, la música tomó la pista de baile gracias a La Típica Hispana, la orquesta liderada por el incombustible Francisco Javier Velásquez. Nada más sonar las primeras notas, los asistentes se pusieron a bailar a ritmo de cumbia -el baile nacional colombiano-, vallenato, salsas y merengue.

En los intermedios, los bailarines pudieron salir a tomar el aire en la proa del barco y disfrutaron de la comida típica colombiana, servida para la ocasión por Carlos y Gloria. El menú incluía arepa de choclo con queso, tamal colombiano con arepa, pechuga de pollo desmenuzada, chorizos y las típicas empanadas, acompañadas de un suculento picante.

La comida sirvió para recuperar fuerzas y disfrutar de los concursos de baile que reunieron a parejas de todos los rincones de Colombia, desde la capital, Bogotá, hasta las remotas islas de San Juan.

Claudia Montoya, presidenta de la Casa Cultural Colombiana, destacó el incremento de pasajeros no colombianos respecto a otros años. En el viaje, hubo canadienses, italianos, filipinos, vietnamitas y una variada representación de argentinos, chilenos, peruanos y costarricenses.

“Es bueno saber que somos conocidos fuera de nuestra comunidad” afirmó Montoya, que cifró la presencia no colombiana en torno al 30 por ciento. Independientemente de su origen, todos se unieron a la fiesta bajo el lema “Colombia es pasión” y, en algunos casos, mostraron su intención de repetir el año que viene.

La misma satisfacción reflejaron los patrocinadores, que proporcionaron los premios de los concursos y los sorteos, desde electrodomésticos hasta un viaje a Colombia.

El buen tiempo aguantó justo hasta el regreso a puerto del crucero de la independencia, un evento que viene organizando Casa Cultural Colombiana desde hace once años. Nada más desembarcar, comenzó el diluvio. Para entonces, por suerte, los pasajeros ya habían descendido del barco y se dirigían a casa tras un día que acabó con “Qué bonita es esta vida” -el vallenato de Jorge Celedón- resonando en los oídos de la tripulación.

La próxima cita ‘made in Colombia’ será este viernes en Mississauga, donde se celebrará el Carnaval de Barranquilla. La información se puede consultar en www.casaculturalcolombiana.com.

Madres e hijas acudieron a la cita anual con la comunidad colombiana.

Nuestra apreciada Emilia Mesa, gran trabajadora de la entidad, tampoco faltó en el crucero de la independencia.

Los niños se apuntaron al concurso de baile y se llevaron varios premios.

La bandera tricolor lució por todas partes.