Canadienses se quejan de la grosería de oficiales fronterizos
Canadienses se quejan de la grosería de oficiales fronterizos

Cuando una persona ingresa a Canadá por cualquier puerto fronterizo debe someterse a una seria de preguntas, pero en algunos casos y dependiendo del oficial estos pueden ser muy intensos.
HALIFAX.- Alrededor de 6 quejas formales por día, sin contar con las que no se denuncian, ingresan al sistema de quejas contra la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá, especialmente de viajeros canadienses que afirman deben soportar malos tratos, groserías, interrogatorios y hasta falsas acusaciones de los oficiales de migración que se encargan de sellar la entrada al país.
De acuerdo al último informe trimestral que fue dado a conocer, hubo 1.105 denuncias, entre enero y junio de este año y en una de ellas se acusa a los oficiales de querer sacar información acusando a una persona de ser un delincuente.
Aunque el informe establece que realmente es un bajo porcentaje de los vieron que se quejan directamente a la agencia, muchas personas acuden a los medios de comunicación para hacerlo.
Para un defensor de las libertades civiles dice que existe una gran preocupación sobre el tema, por los incidentes que se han presentado y que demuestran que se requiere una mejor supervisión del trabajo que realizan los oficiales fronterizos, algo similar a lo que se hace con los agentes de la Policía y otros organismos del estado.
Según un registro independiente creada a partir de los datos suministrados por la agencia, hay 129 casos en los que las quejas sobre “la conducta del empleado o funcionario” resultaron ser válido por investigadores internos.
Para Esme Bailey, portavoz de la agencia y quien habló sobre el número de quejas y los resultados de algunos casos, esto no significa necesariamente que los funcionarios se comportaron mal, ya que hay casos en que el funcionario se comportó correctamente, aunque afectó el viaje de una persona o causo retrasos en un vuelo.
Frente al hecho de la falsa denuncia contra un viajero para sacar información, que supuestamente pasó en una entrada por vía terrestre, el funcionario dijo que la denuncia esta siendo revisada.
Mediante correo electrónico, Bailey afirmó que si el nombre de un pasajero coincide con uno con vínculos criminales, ellos están obligados a confrontarlos con las agencias de Seguridad de los piases por los que pasa, que serán confrontados con la información que se tiene en Canadá.
Otros caso que llamó la atención de las quejas, es que una persona fue cuestionada en un área pública, cuando esto debería ser completamente privado por la información que se suministra.
Para Bailey el viajero se quejó porque sentía que el oficial era demasiado rígido y grosero, y además que se le cuestionó en una zona donde otros estaban esperando, pero que en este caso la agencia “se disculpó por el comportamiento del oficial involucrado.”
Otra de las denuncias esta relacionada con un cheque que la agencia envió de un reembolso a una dirección equivocada, por lo cual el cheque fue cobrado por una persona desconocida. Cuando la persona intentó recuperar su dinero, simplemente el oficial a cargo no le quiso cree.
Según el vocero de la agencia, el empleado a cargo se disculpó por el malentendido y el chque fue enviado de nuevo.
Una de las quejas más comunes de los viajeros son las entrevistas que realizan los oficiales en los cruces fronterizos, algunos de los que han formulado denuncias dicen que son excesivamente largas y prolongadas y se repiten de oficina en oficina.
Por al organismo cuando las respuestas o las alegaciones no son clara, estas entrevistas se pueden prolongar, pero se sigue lo que determina el procedimiento para estos casos. En una de las quejas de afirmo que el viajero tomó tres horas para responder un cuestionario, pero luego se miró el archivo y solo pasó 12 minutos, dijo el representante del organismo.
Sobre las denuncias Bailey se negó a dar fechas, lugares o indicar las sanciones que han recibido los oficiales, citando preocupaciones sobre la privacidad.
Roch Tasse, el coordinador nacional del Grupo Internacional de Seguimiento de Libertades Civiles, dijo que el sistema de denuncias debe desplazarse por una agencia independiente que haga el control de lo que hacen los oficiales.
Dijo además que el organismo debería tener más información antes de acusar a una persona así tengan el mismo nombre de un delincuente, porque hay datos en los que no se pueden también coincidir, como fecha de nacimiento, la ciudad donde nació o donde vive, datos con lo que se puede aclarar la confusión sin necesidad de acusar.
Ronald Anglehart, el director de la unidad de quejas de la agencia, dijo que se ha instalado un sistema en Internet desde 2011, para que las personas puedan colocar sus quejas, porque lo que se busca es mejorar el servicio, por la gran cantidad de personas que deben atender.
La agencia, que cuenta con 5.500 agentes uniformados, procesa más de 90 millones de viajeros en 2011 y las quejas totales sólo una pequeña fracción del total.
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