Aumentan a 11 las muertes por legionelosis en Québec
Aumentan a 11 las muertes por legionelosis en Québec
QUÉBEC.- El brote de legionelosis en Québec se cobró una nueva victima mortal el pasado domingo, elevando el número a once de fallecidos por la infección.
Desde que comenzara el brote a mediados de julio, los funcionarios de salud pública han detectado 169 casos de legionelosis, cuatro de los cuales fueron detectados este domingo. Pese a la alarma provocada por la infección, las autoridades creen que el brote está bajo control.
Los casos más recientes se habrían desarrollado en la última quincena, aunque los síntomas no se han manifestando hasta ahora.
La bacteria de la legionela crece en aguas estancadas y se propaga a través de gotitas infectadas en sistemas de aire acondicionado, piscinas y otros sistemas de conducción de agua, comerciales o domésticos.
Si bien no todos los que inspiran las gotitas infectadas enferman, algunos infectados pueden desarrollar una neumonía grave.
En Québec, las autoridades sanitarias han investigado los sistemas de refrigeración de dos torres de edificios como fuente potencial de contaminación, pero las pruebas para confirmar esta hipótesis aún podrían tardar varias semanas. Mientras tanto, los sistemas de ventilación de más de 100 edificios en la ciudad han sido desinfectados por precaución.
El departamento de salud pública de Québec emitió un comunicado de prensa el domingo asegurando que serían capaces de confirmar el origen de la bacteria a mediados de septiembre.
Por otra parte, las autoridades sanitarias de Chicago confirmaron este pasado fin de semana que el brote de legionela sería la causante de tres muertes en la ciudad. En este caso, la bacteria se habría propagado a través de una fuente de agua en un hotel.
La enfermedad del legionario o legionelosis adquirió su denominación en 1976, cuando apareció un brote de neumonía entre los participantes de una convención de la Legión Americana en Filadelfia.
Los síntomas más comunes de la legionelosis son fiebre, escalofríos y tos. Algunos pacientes también experimentan dolores musculares, dolor de cabeza, cansancio, pérdida de apetito y, ocasionalmente, diarrea. El tiempo que transcurre desde la exposición del paciente a la bacteria y el comienzo de la enfermedad del legionario es de 2 a 5 días.
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