“En el Mercado 4, nuestra película fue declarada de interés municipal”
“En el Mercado 4, nuestra película fue declarada de interés municipal”
“Queríamos hacer una película de acción en homenaje a Hollywood, pero paraguayo”
TORONTO.- El TIFF recibe esta semana una de las primeras películas rodadas íntegramente en Paraguay. Se trata de ‘7 Cajas’, un ‘thriller’ que sigue los pasos de un joven carretillero que recibe un peligroso encargo en el Mercado 4 de Asunción. Sus directores, Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, aprovecharon su paso por Toronto para hablar con El Popular sobre el reto que supuso grabar en el mercado más ajetreado de la capital paraguaya.
Para empezar, háblenos del mercado donde se sitúa ‘7 Cajas’.
Juan Carlos: La película trascurre casi íntegramente en el Mercado 4, que es un lugar emblemático en Paraguay. Es el mercado más grande y más antiguo de Asunción. Ocupa ocho manzanas y se vende de todo, desde frutas y verduras hasta electrodomésticos y películas ilegales. Es un lugar muy particular porque funciona durante prácticamente 24 horas. Hay cinco o seis horas en el que el mercado duerme, que son las que aprovechamos para grabar la película.
¿Cómo abordaron el rodaje?
JC: Es un espacio maravilloso pero sabíamos que iba a ser muy difícil grabar allí. Nuestra idea inicial era reproducir una cuadra del mercado en un patio -en Paraguay no hay estudios- pero no nos alcanzó el presupuesto. Sabíamos que el mercado era incontrolable pero entendíamos que grabar allí iba a tener una riqueza muy grande y una profundidad muy real. El sonido era una locura porque cualquier persona te mataba el sonido subiendo su radio. La luz también era incontrolable porque la gente cambiaba las carpas de un momento a otro.
¿Cómo lo afrontaron?
JC: Nuestra experiencia previa ha sido más con comerciales, donde se busca un cierto control. En cambio, el mercado era el descontrol absoluto, pero queríamos que ese lugar se sintiera real.
¿Cómo funcionó a la hora de conseguir permisos?
Tana: No es habitual hacer rodajes en Paraguay, con lo cuál tuvimos pros y contras. En el mercado, la película fue declarada de interés municipal. Pero la municipalidad no tenía tanto peso a la hora de grabar entre la gente que vende allí. Hicimos todo un proceso de adaptación, nos fuimos al lugar y nos instalamos en una parte de venta. Estábamos entre un vendedor de plásticos y un tarotista que vendía incienso y velas. Enfrente había una parada de ropa y championes. Nos pusimos como una parada más. Llegábamos, abríamos nuestro local y grabábamos. Muchas veces tuvimos que pedir que bajaran la música para poder grabar.
¿Los paradistas os respetaron?
Tana: Había un señor que casi nunca nos hacía caso pero los otros vendedores le convencieron. Se volvió una película del lugar y todos nos ayudaban. Tanto es así que se negaron a vender la copia pirata de ‘7 Cajas’. En Paraguay y, sobre todo en el mercado 4, es fácil conseguir copias ilegales de películas nada más salen. Hay una foto muy emblemática donde dice “En el mercado no hay copia de 7 Cajas, carajo”. Eso nos llena de alegría porque quiere decir que la película se la sienten suya, es del mercado.
Sin embargo, la película no idealiza el mercado y muestra una realidad dura.
J.C: En ningún momento tratamos de juzgar nada y queremos que nuestra mirada sea bastante limpia. Algunas cosas las ficcionábamos en función al relato. Por ejemplo, hay una escena en una fiesta dentro del mercado. Eso existe aunque no tiene la dimensión que le dimos en la película.
Toda la acción sucede en exteriores…
J.C: Nosotros grabamos en el Mercado 4 el 95 por ciento de la película. La primera persecución, por ejemplo, es una mezcla entre el Mercado 4 y el 5, que es otro mercado un poquito más controlable.
Cuéntanos más sobre esa escena de persecución.
Tana: Juan Carlos preparó las secuencias con ‘storyboard’ pero también se fue al mercado con una camarita digital y diseñó el recorrido. Grabamos por debajo de las mesas con un auto con control remoto. La escena debía estar muy bien coreografiada porque es un espacio bastante difícil.
Lo que también sorprende es el idioma que emplean los personajes. ¿Es común?
Tana: La mayoría mezclamos palabras en guaraní con castellano. En el mercado hablan otro dialecto más cerrado, que es la manera que ellos tienen de defenderse del citadino. Nuestro ‘yopará’ es como el lunfardo argentino. La gente sencilla habla más yopará que guaraní.
¿Cómo seleccionaron a los actores?
Tana: Tras leer el guión, pensé que sería bueno que fueran personas reales y no actores conocidos. El primer día del cásting vino Celso Franco [el protagonista], que es un chico de Tobatí, en el interior del país, a 200 kilómetros de Asunción. Cuando vino, la cámara se enamoró de él. Mi miedo era que no pudiera sostener un personaje al no tener oficio. Mezclamos a gente con experiencia con novatos. Una de las carretilleras, por ejemplo, viene de un lugar muy humilde e hizo de sí misma, mientras que uno de los carniceros es payaso.
La corrupción policial se retrata de una forma muy cotidiana. ¿Es así?
J.C: Sí, mostramos a policías comprando cosas ilegales o actuando de forma incorrecta, como cuando alzan un muerto en un camión junto a otras cinco personas. Lo humanizamos muchísimo y le dimos ese sentido del humor muy paraguayo. Huimos de la imagen de la policía norteamericana. Nuestros policías son gorditos y torpes pero son buena gente. Son ingenuos y eso también lo hace más humano.
En definitiva, personajes del día a día en un contexto de acción.
Tana: Es importante darnos cuenta de lo que podemos hacer en Paraguay. Juan Carlos quería hacer una película de acción en homenaje a Hollywood, pero paraguayo. En vez de autos lujosos, carretillas y en lugar de superhéroes, gente sencilla. Queríamos que tuviera nuestro sentido del humor y nuestra forma peculiar de ver las cosas.
J.C: En ese sentido, Tana hizo un trabajo maravilloso con los actores para dar mayor riqueza al diálogo.
¿Su referencia es Hollywood?
Tana: Yo soy muy fan de Hitchcock. También soy muy ‘yankilosa’ en mis gustos aunque me gusta mucho Álex de la Iglesia, Almodóvar y Woody Allen.
J.C: Me gusta mucho Scorsese, Coppola, Brian De Palma y Tarantino. De los latinos, sigo a Iñárritu, Campanella y los que ha mencionado Tana. En ‘7 Cajas’ hay guiños a ciertas películas. El roce de las dos carretillas es ‘Ben Hur’ a lo paraguayo. O cuando el chico escapa en una camioneta es como ‘Terminator 2’. Todo ello con el sello paraguayo (risas).
¿Los paraguayos van al cine?
J.C: El primer reto era ganarnos a nuestro público. El público paraguayo no va a las salas. La película más vista tuvo 43.000 personas, que para Paraguay es enorme.
Tana:‘7 Cajas’ ha generado mucha identificación. En Paraguay no tenemos ley de cine, instituto de cine ni fondos propios. Esta película ha sido importante porque genera la reflexión que necesitamos estas cosas.
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