El esturión blanco, nuevo obstáculo para la Northern Gateway
El esturión blanco, nuevo obstáculo para la Northern Gateway

El esturión blanco podría desaparecer si se construye el gaseoducto que une Alberta con British Columbia.
VANCOUVER.- El proyecto de construcción del Northern Gateway, el gaseoducto que uniría Alberta y British Columbia podría tener un nuevo obstáculo.
Se trata del esturión blanco de Nechako, un pez catalogado como una especie en peligro de extinción bajo la Ley federal de Especies en Riesgo (SARA en sus siglas en inglés), una designación que da cobertura legal para proteger el hábitat de los animales.
El gasoducto tiene previsto cruzar el río Stewart y Endako, donde vive esta especie de la que apenas quedan 335 ejemplares.
Sin embargo, el plan de recuperación de la especie de esturión se ha quedado en los despachos durante siete años y, en la práctica, nunca se ha ofrecido esa protección. El plan de recuperación tenía que estar listo el 15 de agosto de 2009.
“El plan obliga al gobierno a asegurar que el hábitat del esturión blanco esté legalmente protegido”, dijo Susan Pinkus, una bióloga que trabaja para Ecojustice, una coalición de grupos conservacionistas que anunció este miércoles que demandará a Ottawa para forzarlo a cumplir su propia legislación.
“El Departamento de Pesca y Océanos dijo que esta especie era incapaz de tolerar ningún daño adicional, por razones obvias”, afirmó Pinkus, argumentando que exponer esta especie a una obra como el Northern Gateway sería “potencialmente catastrófico”.
“Puedo ver cómo esto puede ser polémico e incómodo pero también creo que esta es la razón por la que existe la Ley de Especies en Riesgo”, añadió.
El esturión es sólo una de varias especies en peligro de extinción o amenazadas a lo largo de la ruta que llevaría el petróleo de las arenas bituminosas de Alberta a los buques en la costa de B.C.
La situación de los esturiones y de las ballenas jorobadas del Pacífico se menciona repetidamente en innumerables documentos presentados ante el panel de revisión encargado de evaluar los impactos ambientales del macro-proyecto.
“Bajo SARA, todo daño, hostigamiento o muerte de una especie en peligro de extinción o amenazada está prohibido”, leía un memorándum del Departamento de Pesca y Océanos acerca del proyecto.
Una vez que una especie entra en la lista, el departamento debe implantar una estrategia de recuperación y un plan de acción que identifica y protege legalmente su hábitat.
“El ministro de Pesca y Océanos sólo puede llegar a un acuerdo o emitir un permiso de participar en actividades que afectan a especies de fauna silvestre enumeradas en la sección 73 de SARA si se dan unas condiciones determinadas. En otras palabras, el daño a los individuos asociados con la actividad no puede poner en peligro la supervivencia o recuperación de esa especie”, rezaba el documento, un memorando presentado al director general regional que enumeraba varias especies amenazadas a lo largo de la ruta del polémico gasoducto.
Varias poblaciones del pez eulachon estarían en peligro de extinción según el Comité del Estado de Especies Naturales en Peligro, al igual que varias especies de pez-roca, el mérculo jaspeado, el caribú y la ballena jorobada.
“Si miras el hábitat de la ballena jorobada y el borrador del proyecto de oleoductos, quedarás horrorizado. Lo atraviesa de pleno”, aseguró la bióloga Pinkus.
Hasta ahora, las grandes amenazas para la ballena han sido la caza comercial, la pesca excesiva de sus presas, el enredo en redes de pesca, el ruido y la contaminación química, así como la destrucción de su hábitat.
“Un problema que se ha planteado en los últimos años son las colisiones de ballenas con barcos. Como los buques se hacen más grandes y más rápidos, es más difícil para las ballenas para salir del paso. Muchas rutas comerciales cruzan áreas de migración y de alimentación, por lo que el riesgo de colisión es más alto”, cita SARA en su listado.
Pero al igual que ocurre con el esturión blanco, el plazo para implantar un plan de recuperación ha ido variando constantemente y ha quedado en papel mojado.
La evaluación ambiental presentada por el Departamento de Pesca y Océanos indica que el Northern Gateway propone un cruce sin zanjas como principal método de construcción en el río Endako, donde vive esturión blanco, y el impacto de esta operación se califica de “insignificante”.
“Sin embargo, existe cierto riesgo de que un cruce sin zanjas no sea factible debido a las condiciones del lugar”, advierten los documentos de Pesca y Océanos, agregando que el plan de contingencia tendría un riesgo elevado de efectos adversos.
Los grupos conservacionistas critican la poca eficacia de la Ley de Especies en Riesgo y sospechan que el gobierno puede cambiar dicha ley para satisfacer los intereses de los constructores.
Cory Williamson, miembro de la Iniciativa de Recuperación del Esturión Blanco de Nechako recordó que la especie está en declive y su futuro está en el aire.
“Tenemos un plan de recuperación que ha permanecido como borrador durante muchos años. En mi opinión, existen prohibiciones legales al daño individual al esturión, pero debido a que el plan de recuperación no ha sido formalmente publicado todavía, no hay protección legal para su hábitat”, puntualizó Williamson, consciente que los problemas de Nechako quedan muy lejos de Ottawa.
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