CAW llega a un acuerdo con Chrysler
CAW llega a un acuerdo con Chrysler

Chrysler no realizará nuevas inversiones pero garantiza la seguridad laboral de sus empleados canadienses.
TORONTO.- Canadian Auto Workers (CAW en sus siglas en inglés), el sindicato que representa los intereses de los trabajadores canadienses del sector de la automoción, llegó este miércoles a un principio de acuerdo de cuatro años con Chrysler LLC, filial del grupo Fiat SpA.
Este pacto pone fin a varias semanas de negociaciones entre el sindicato y los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit.
El presidente de CAW, Ken Lewenza se mostró satisfecho por conseguir un acuerdo similar al que firmó con Ford y General Motors, a pesar de que Chrysler calificase esos modelos contractuales como “demasiado costosos”.
“Logramos el mismo modelo, intacto”, expresó Lewenza este miércoles por la noche en una conferencia de prensa posterior las negociaciones. Sin embargo, y a diferencia de los casos de Ford y GM, el tratado con Chrysler no promete nuevas inversiones en las plantas canadienses.
De los tres fabricantes, Chrysler había sido la más preocupada por los altos costos laborales de producir automóviles en Canadá e insistía en equiparar los sueldos al nivel de la United Auto Workers en los Estados Unidos.
Chrysler también había criticado al sindicato su uso del acuerdo con Ford como modelo para la negociación, alegando que Ford había reducido considerablemente sus operaciones en Canadá y, por lo tanto, tenía menos que perder que Chrysler, la mayor inversora automovilística al norte de la frontera.
“Estamos encantados de haber llegado a un acuerdo y estamos deseando que llegue el proceso de ratificación”, dijo Al Iacobelli, vicepresidente de relaciones laborales de Chrysler.
Los trabajadores de Ford ratificaron su acuerdo el pasado fin de semana, mientras que los empleados de GM tenían previsto hacer lo propio este jueves. La ratificación de los empleados canadienses de Chrysler se votará entre este sábado y domingo.
El nuevo convenio prevé una congelación de salarios hasta junio de 2016, momento en el que se introduciría un aumento salarial para compensar los costes de la inflación. A parte de esa subida, los trabajadores recibirían una serie de bonificaciones.
Los nuevos empleados cobrarán el 60 por ciento de la tasa más alta por hora, unos $34 por hora, un poco por debajo del 70 por ciento estipulado en el anterior contrato. Al igual que los obreros de Ford y GM, los recién contratados tardarán 10 años en alcanzar la cima de la escala salarial, cuando hasta ahora el tope salarial se podía conseguir en un plazo de seis años.
El CAW había insistido en que los nuevos empleados tuvieran esta opción de alcanzar el sueldo máximo, en contraste con sus homólogos estadounidenses, asociados bajo el sindicato United Auto Workers, que funcionan con una estructura permanente de dos niveles de salarios.
A diferencia de Ford y GM, Chrysler no se comprometió a crear nuevos puestos de trabajo en Canadá. Aún así, Chrysler sigue contratando a más trabajadores en Canadá que los otros dos grandes fabricantes con sede en Detroit.
Ford cuenta con cerca de 800 empleados sin trabajo a largo plazo y espera que los nuevos puestos anunciados la semana pasada garanticen la continuidad de los empleados más antiguos.
Del mismo modo, las nuevas posiciones en General Motors compensarían el cierre previsto de la “línea consolidada” en la planta de Oshawa (Ontario), que actualmente emplea a unos 2.000 trabajadores, casi una cuarta parte de la fuerza laboral de CAW en GM.
Chrysler tiene cerca de 80 empleados sin trabajo en Brampton, pero no prevé despidos a largo plazo, según recordó la portavoz de CAW, Shannon Devine.
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