Acusan de acoso sexual a un policía de Toronto
Acusan de acoso sexual a un policía de Toronto
TORONTO.- Un policía de Toronto, el comisario Mandip Sandhu, ha sido acusado de obligar a una trabajadora de una sala de masajes a que le practicase sexo oral. También se le acusa de haberse aprovechado de otras trabajadores asiáticas en anteriores ocasiones.
Durante el juicio, la denunciante (que precisó de un intérprete de mandarín) y el acusado se cruzaron tensos comentarios. El policía mantuvo en todo momento que la mujer actuó con total libertad. “Usted se puso de rodillas, le abrió la cremallera y le hizo sexo oral”, dijo el abogado defensor, Harry Black, durante el interrogatorio. La mujer tachó esa afirmación de “ridícula” y dijo que Sandhu le obligó a ponerse en cuclillas y le sujetó la cabeza con fuerza, atraiéndola hacía su miembro.
El abogado defensor, sin embargo, siguió manteniendo su versión: “Mi cliente no le obligó a que usted se agachase y nunca le puso la mano en la cabeza”
En cualquier caso, pese a las dos versiones, hay una cosa que es segura, el análisis de una toallita que se encontró en la sala de masajes demuestra que el semen que se encontró en ella pertenecía a Sandhu. Ahora el juez tendrá que dirimir si fue un acto voluntario de la trabajadora o, si por el contrario, la forzaron.
La mujer, que no puede ser nombrada debido a una orden de la corte, ha declarado que Sandhu llegó solo por la mañana y se identificó como un oficial de policía. Después de que le pidiese a ella y a su compañera que mostrasen sus licencias, Sandhu anunció que quería comprobar la parte de arriba del local. Cuando entraron en una de las habitaciones privadas, ella apuntó que el policía se bajó la cremallera , le dijo que tenía una cosa “grande para ella” y le exigió que “bajara y que abriese la boca.”
Ella explicó en su declaración ante la corte que en un principio se negó, pero que al ver que el agente tenía un arma se asustó y le obedeció.
Sin embargo, según el abogado defensor, fue ella la que se lo propuso.
“¿Puedo obligarlo a hacer algo así”, se burló ella. “Él es un oficial.”
Antes de irse, el policía le dijo que no le contase a nadie lo que acababa de ocurrir. La mujer y una compañera apuntaron el número de placa del agente.
La compañera de trabajo le dijo que había reconocido al hombre. De acuerdo con los documentos de la corte, esta trabajadora confirmó que el agente era un habitual del lugar donde ella trabaja antes, en Keele St. “El hombre nunca fue su cliente, sin embargo, otras empleadas le contaron que solía pedir que le masturbasen y luego se negaba a pagar diciendo que era policía”.
Su jefe, Qing Pei “Jenny” Wu, cuando se enteró sobre la existencia de la toallita manchada de semen, se apresuró a a guardarlo en una bolsa de sanwich y llamar a la policía.
Después de una investigación de cinco meses por parte de la Unidad de Investigaciones Especiales, Sandhu fue acusado de asalto sexual.
El abogado defensor mantuvo que el negocio del señor Wu era un local ilegal donde el sexo estaba a la orden del día y que si habían denunciado al agente era para evitar que cerraran el establecimiento. La mujer, sin embargo, negó tales afirmaciones.
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