La presencia de coyotes en las ciudades puede significar la llegada de animales carnívoros más peligrosos
La presencia de coyotes en las ciudades puede significar la llegada de animales carnívoros más peligrosos

Coyotes como el que se ve en la imagen han hecho su aparición en los centros urbanos, muy alejados de las regiones en las que, se supone, deben estar.
CANADÁ.- Primero fueron los zorros y mapaches. Y ahora son los coyotes los que se están instalando dentro de los entornos urbanos en América del Norte, y lo están haciendo en gran número.
Stan Gehrt, profesor de Ecología de la Universidad Estatal de Ohio, dice que los coyotes (el más grande de los carnívoros de tamaño medio) que llegan a los pueblos y ciudades, pueden estar preparando el terreno para que sus hermanos mayores, como osos y lobos, inicien la migración a los núcleos urbanos.
“Solía ser en áreas rurales donde teníamos que hacer frente al desafío entre la población y los animales carnívoros”, dijo Gehrt, quien dio una charla sobre el tema el pasado viernes durante una conferencia en Columbus, Ohio.
“En el futuro, y yo diría que en la actualidad, es en las ciudades donde vamos a tener esta conflicto entre personas y animales carnívoros”.
En una entrevista a principios de esta semana, Gehrt sugirió que las ciudades actuales se crearon gracias a que los humanos decidieron que lo más seguro era vivir en asentamientos masivos, ya que cuando los hacían de manera dispersa era más fácil “convertirse en presa”, apuntó.
Pero esa libertad para depredar, ha acabado redundando en beneficio de los animales salvajes, que están llegando a las ciudades de forma masiva. Gehrt puso como ejemplo la cantidad “descomunal” de mapaches que habitan en Toronto.
Mientras que los dueños de mascotas y los dueños de viviendas en las ciudades han lidiado con las mofetas y mapaches durante años, los coyotes han hecho su aparición en los centros urbanos, muy alejados de las regiones en las que, se supone, deben estar. “Vienen a las ciudades porque aquí no tienen depredadores”, explicó Gehrt.
El hecho de que estos animales hayan vivido tanto tiempo cerca de centros urbanos quiere decir que ahí encuentran todo lo que necesitan. Gehrt también explicó que los nuevos conocimientos que los científicos están adquiriendo sobre los coyotes urbanos desmienten muchas de las teorías que se tenían sobre estos animales en el pasado.
Las ciudades y pueblos canadienses están viendo coyotes cada vez con más frecuencia. Calgary, por ejemplo, tiene una de las poblaciones en la más coyotes viven, entre 600 y 700.
Esta tendencia también se observa en Saskatoon, según explica el Dr. Emily Jenkins, profesor del departamento de Microbiología Veterinaria en la Universidad de Saskatchewan.
Toronto, sin embargo y a diferencia de la mayoría de ciudades canadienses, queda lejos de las rutas que suelen tomar estos animales (aunque ya se hayan avistado unos cuentos durante los últimos meses).
En cuanto a las razones de por qué los carnívoros invaden los centros urbanos, hay varias. En el caso de los coyotes, ha influido el hecho de que cada vez menos gente se dedique a cazarlos.
Cuando el número de integrantes de una manada de coyotes es demasiado grande, los machos jóvenes son expulsados y tienen que encontrar un nuevo territorio para sí mismos, explica Gehrt.
Jenkins apuntó que el fácil acceso a la basura es también un atractivo para algunos carnívoros, como los osos y los mapaches.
La llegada de nuevos animales pueden llegar a suponer nuevos desafíos para la salud de las personas. En este sentido, el profesor Jenkins ha estado involucrado en la investigación de un peligroso parásito en coyotes urbanos, el multilocularis Echinococcus.
Para evitar el encuentro entre humanos y animales, los expertos sugieren que se construyan barrancos, zonas verdes y valles de ríos alrededor de las ciudades que actúen como autopistas virtuales para los animales que tratan de atravesar territorios fragmentados por la expansión urbana.
“Esto va en ambos sentidos. ¿Estamos en su territorio? ¿Están en nuestro territorio? Se trata de un asunto sobre el que hay que discutir, tenemos que averiguar si vamos a convivir con los animales o si vamos a tratar de luchar contra ellos capturándolos y matándolos”.
Los planificadores municipales tienen que mantener este tipo de cuestiones en mente y deben consultar con los ecologistas, dijo Jenkins.
Gehrt dijo que es difícil predecir cómo sera los resultados de esta convivencia.
“Es difícil decir con certeza exactamente lo que va a suceder.”
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