La policía de Montreal se desvincula de su alcalde
La policía de Montreal se desvincula de su alcalde

Gerald Tremblay se enfrentará a una moción de censura por un presunto desvío de fondos hacia su partido.
MONTREAL.- La policía de Montreal se sumó este martes al coro de personas que afirman haber perdido confianza en el alcalde de la ciudad, Gérald Tremblay, por su implicación en el caso de corrupción urbanística en Québec que ha destapado la comisión Charbonneau.
Yves Francoeur, el presidente del Montreal Police Brotherhood, dijo este martes que las acusaciones de corrupción que han surgido durante la investigación Charbonneau sobre la relación entre la industria de la construcción, la política y el crimen organizado han dañado la imagen de Tremblay y, por ende, del servicio de policía municipal.
Francoeur instó al gobierno provincial que interviniera y despojara a Tremblay de su facultad de establecer prioridades y manejar los presupuestos de la policía.
“Es una cuestión de apariencias y queremos que los ciudadanos tengan confianza absoluta en el departamento de policía”, justificó Francoeur al pedir la desvinculación con Tremblay.
Los funcionarios del consistorio calificaron los comentarios de Francoeur de “irresponsables” y recordaron que no había pruebas de mala conducta por parte del alcalde, sólo acusaciones.
El ministro de Asuntos Municipales de Québec, sin embargo, expresó mediante un portavoz que compartía las preocupaciones de Francoeur. El portavoz dijo que el gobierno provincial no obligaría a Tremblay a presentar la dimisión pero que le animaría a “considerar sus opciones”.
Por su parte, los dos partidos de la oposición en el ayuntamiento de Montreal ya están preparando mociones de censura para la próxima reunión del Consejo, prevista para el 22 de octubre, pidiendo la renuncia de Tremblay.
La líder municipal de la oposición, Louise Harel, está llamando a todos los concejales que voten a favor de la moción de censura presentada por su partido, Vision Montreal.
El líder de Projet Montréal, Richard Bergeron, dijo que los residentes de la ciudad deberían poder tener confianza en sus representantes electos.
Incluso si la moción se aprobara, Tremblay no se vería obligado a dimitir. Aún así, Bergeron anunció que haría todo lo posible para forzar la salida del alcalde.
La semana pasada, el ex magnate de la construcción Lino Zambito testificó ante la comisión Charbonneau y alegó que el partido político de Tremblay recibió pagos de los empresarios de la construcción.
Zambito dijo a la investigación que el tres por ciento del valor de cada contrato concedido a un determinado grupo de empresas revertía directamente a las arcas de Union Montreal, el partido de Tremblay.
Los pagos se hacían, presuntamente, a través del ex presidente de Mivela Construction, Nicolo Milioto, quien fue identificado por la policía y por Zambito como un intermediario entre los peces gordos de la construcción y la familia Rizzuto, la mafia de Montreal, cuyo ex ‘capo’, Vito Rizzuto, regresó a Canadá la semana pasada tras cumplir una condena de seis años en Estados Unidos.
El constructor, Zambito, explicó que los pagos comenzaron a efectuarse en 2005 o 2006.
La declaración de Zambito supuso la primera vez en la investigación que un testimonio vinculaba pagos directos de empresarios de la construcción a Tremblay y su partido. El actual alcalde ha estado en el poder desde 2002.
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