Altos funcionarios canadienses dijeron que durante la Cumbre de la Francofonía (que agrupa a 56 países cuya lengua oficial es el francés y otros 14 observadores), Harper expresará la preocupación de Canadá por las violaciones de derechos humanos y la violencia contra las mujeres.

El primer ministro canadiense señaló a través de un comunicado que “el francés es mucho más que un lenguaje. Como país para el que el francés es un lenguaje de su fundación, la Francofonía significa mucho para Canadá y seguiremos promoviendo sus valores como la democracia, los derechos humanos y el buen Gobierno”.

Harper también tiene previsto promover asuntos económicos, especialmente en el sector de extracción de recursos naturales, un área en el que las compañías canadienses se encuentran entre las más importantes del mundo.

La Oficina del Primer Ministro indicó que Harper “discutirá sus experiencias y hallazgo de nuevos métodos para fortalecer el vínculo entre la extracción de recursos, la reducción de la pobreza y el desarrollo económico sustentable”.

La Cumbre de la Francofonía también servirá de marco para el primer encuentro entre Harper y la nueva primera ministra de Québec, Pauline Marois, que en octubre ganó las elecciones celebradas en la provincia francófona canadiense.

Marois, líder de la formación soberanista Partido Quebequés (PQ), ha señalado su intención de solicitar más poderes a Ottawa y su objetivo, a largo plazo, de conseguir la soberanía de la provincia.

En Senegal, Harper se reunirá con el presidente Macky Sall, que recientemente asumió el cargo tras las elecciones celebradas en el país africano.

Canadá dijo que Senegal es un “socio clave” de Canadá y aplaudió la celebración de las elecciones “justas y transparentes” en el país.