El ex militar acusado de espionaje tenía acceso a datos secretos
El ex militar acusado de espionaje tenía acceso a datos secretos
OTTAWA.- La investigación sobre al ex miembro de las Fuerzas Armadas acusado de ceder información a Rusia, Jeffrey Paul Delisle, ha destapado que Delisle tuvo acceso a la Intranet de la Oficina del Consejo Privado, del Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá y de la RCMP, así como a las bases de datos de los aliados extranjeros.
Las revelaciones sobre el caso de espionaje que van saliendo a la luz demuestran la asombrosa facilidad con la que los miembros del ejército pueden acceder a los secretos de Estado, precisamente lo que el servicio de espionaje ruso GRU le solicitaba a Delisle.
El ex Subteniente cedió o vendió información a Rusia durante más de 50 meses.
“Estamos espiándonos unos a otros constántemente, a todo el mundo. Todo el mundo espía”, reconoció el subteniente Delisle a la policía después de su detención. “Lo único que intenté fue darles información para decirles: ‘Eh, que estamos atentos'”.
La mayor parte del material que ex militar canadiense divulgó lo sirviéndose de un soporte electrónico, y no a través de espías encubiertos. “No nos servimos de personas”, dijo el acusado. “Lo hacemos todo con las señales de inteligencia SIGINT”.
“Delisle tenía acceso a información del CSIS, sobre bases que estaban en Oriente Medio”, explicó a la Policía el Jefe de Delisle en la base de inteligencia naval Trinidad, en Halifax.
El ex Subteniente Delisle fue arrestado en enero de 2012, después de ser sometido a una estrecha vigilancia, mientras copiaba dos informes del CSIS, además de material extraño no especificado.
Según Vladimir Putin, Rusia ha invertido una gran cantidad de fondos en espionaje. El GRU, el servicio de inteligencia de las fuerzas armadas rusas, contrató a Delisle después de que éste comenzase a trabajar para la embajada de Ottawa, en julio de 2007.
Una vez interrogado, admitió algunas de las acusaciones.
Aún no está clara la cantidad de material que cedió, lo que sí se sabe es que no fue únicamente información de Canadá, también envió datos secretos sobre Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña.
“No fue siempre información canadiense”, le dijo el acusado a la policía. Luego agregó: “Había información americana, británica, australiana y estadounidenses”.
Los documentos de la investigación sugieren que Delisle pudo haber estado retirando información “TOP Secret” durante 18 meses.
Durante su confesión, el acusado explicó que los practican usan con frecuencias técnicas de contraexpionaje y que sobretodo solicitaban información sobre el sector energético canadiense, sobre el crimen organizado ruso y sobre algunas figuras políticas.
Delilse se declaró culpable de espionaje a principios de este mes. Él todavía está para ser sentenciado, con su próxima audiencia fijada para enero. Sus colegas más cercanos, dijo la policía el daño que causado era “inconcebible” y “astronómico”.
Después de que Delisle presentase su declaración, se determinó que su audiencia de sentencia tendrá lugar el 10 de y 11 de enero. Debido a la categoría de los crímenes, la sentencia podría ser de hasta cinco años de cárcel.
La Ley de Seguridad de la Información establece una serie de infracciones, que van desde amenazas a la seguridad de las Fuerzas Armadas, a la venta de software y detalles técnicos de las operaciones militares.
Este tipo de delitos se traducen, según el código penal, en penas que van desde los cinco años de prisión hasta la cadena perpetua, en virtud de la Ley de Seguridad de la Información.
Delisle fue destinado a la unidad de seguridad HMCS Trinidad, un centro de inteligencia en el astillero naval de Halifax. Su misión era realizar un seguimiento de los buques que entran y salen de las aguas canadienses a través de satélites, aviones no tripulados y dispositivos bajo el agua.
El centro es una base multinacional con acceso a los datos secretos de países de la OTAN.
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