El gobierno federal afirma que el suicido asistido degrada la vida

El gobierno federal afirma que el suicido asistido degrada la vida

Gloria es ayudada por su hermana Patty Ferguson en los exteriores de la Corte Suprema de Canadá.

VANCOUVER.- El gobierno federal ha dictaminado que permitir el suicidio asistido degrada el valor de la vida y pone en riesgo a las personas vulnerables en los momentos de debilidad.

Ottawa ha presentado sus argumentos en la apelación de una decisión del tribunal de British Columbia que revocó la prohibición de suicidio asistido por médicos, argumentando que el juez de primera instancia se equivocó al concluir que la ley es inconstitucional.

En documentos presentados ante el Tribunal de Apelación, el Gobierno dice que la ley refleja una creencia razonable de que permitir el suicidio asistido podría poner a las personas vulnerables en riesgo de ser coaccionadas o inclusos obligadas a poner fin a sus vidas.

El Gobierno dice que la ley refleja el deseo del Parlamento de desalentar y prevenir el suicidio en todos los casos, y debe tener un máximo de legisladores, no los tribunales, para decidir si eso tiene que cambiar.

El caso fue puesto en marcha por varios demandantes, entre ellos Gloria Taylor, quien ganó una exención constitucional de la ley, pero murió a principios de este mes, sin necesidad de recurrir al suicidio asistido.

Ottawa se ampara en la decisión de la Corte Suprema de Canadá, de 1993, cuando hizo cumplir la ley en el caso sobre la ciudadana Sue Rodríguez.

Sue Rodríguez (agosto 2, 1950-febrero 12, 1994) fue un defensora del suicidio asistido. Nació en Winnipeg, Manitoba, con el nombre dado de Sue Shipley, y creció en Thornhill, Ontario, un suburbio de Toronto. Su primer matrimonio fue de corta duración.

Rodríguez fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) a principios de 1991. Ella luchó para tener un derecho legal al suicidio asistido, en virtud del Código Penal de Canadá.

Sin embargo, la constitución recoge que el suicidio asistido es punible con una pena máxima de 14 años de prisión. Rodríguez llevó su caso ante la Corte Suprema de Canadá hasta en dos ocasiones, pero al final perdió ambas batallas.

En 1994, decidió quitarse la vida con la ayuda de un médico anónimo. Svend Robinson, del Nuevo Partido Democrático MP que había hecho campaña a su causa, también estuvo presente.

Una película de 1998 llamada “Al final del día” cuenta su historia, con Wendy Crewson como protagonista.