Los maestros de primaria de York recrudecen su pulso contra el gobierno

Los maestros de primaria de York recrudecen su pulso contra el gobierno

Un grupo de docentes durante una protesta.

TORONTO.- Casi 5.000 maestros de primaria de una de las juntas escolares más grandes de Ontario hicieron huelga el lunes, mientras que algunos profesores de secundaria se echaron atrás.

Los maestros de la región de York, que incluye a 120.000 estudiantes repartidos en nueve municipios al norte de Toronto, están iniciando la primera etapa de un “retiro escalado” de los servicios administrativos, dijo David Clegg, presidente del sindicato de York.

A modo de protestas, los maestros llegaron a sus puestos de trabajo media hora antes de comenzar las clases y se fueron media hora después de terminarla. El martes harán lo mismo, informó el portavoz.

Sin embargo, los maestros de secundaria de la región de York y cuatro consejos escolares se han retirado de la huelga tras alcanzar acuerdos puntuales con sus empleadores.

Los acuerdos se alcanzaron en los siguientes consejos escolares del distrito: Alto Grand, Hamilton Wentworth, valle del Támesis y Niagara, pero aún debe ser aprobado por el gobierno.

Muchos maestros de escuelas secundarias públicas, incluyendo aquellas en el Toronto District School Board, el más grande de Ontario, comenzaron una huelga el pasado 12 de noviembre después de que la Federación de Maestros de Secundaria de Ontario no llegaron a un acuerdo con los liberales de gobierno.

El ministro de Educación Laurel Broten dice que está contento por los acuerdos alcanzados.

“Espero con muchas ganas recibir los acuerdos en los próximos días para comprobar que cumplen con la prueba establecida en la Ley de poner a los estudiantes primero”, dijo en una declaración el lunes, refiriéndose a la legislación anti-huelga que ha provocado la ira entre los docentes.

Cuatro sindicatos han optado por llevar el Gobierno a los tribunales, argumentando que la ley es inconstitucional y viola los derechos de negociación colectiva.

La legislación otorga al gobierno el poder de detener las huelgas y los cierres patronales, e imponer su propio acuerdo si no le gusta lo que los sindicatos y los consejos escolares negocian juntos.

El gobierno dice que cualquier acuerdo tentativo debe ser similar al que se llegó con los maestros católicos ingleses, que congeló los salarios de la mayoría de maestros y redujo las prestaciones.

Si bien son alentadores los acuerdos que poco a poco se van alcanzado, todavía no se puede informar todavía del fina de la lucha laboral en las escuelas, dijo el crítico de Educación del NDP Peter Tabuns.

“Creo que los acuerdos hubiesen llegado antes si los liberales provinciales no hubiesen contraatacado con la ley 115 emponzoñándolo todo”, dijo él.

Los liberales del gobierno no están haciendo lo suficiente para detener la huelga de los maestros de primaria y secundaria, dijo la crítica conservadora Lisa MacLeod.

Se prometió a los padres que el año escolar se vería libre de conflictos laborales si el proyecto de ley era aprobado, pero no están utilizando sus nuevos poderes para detener la huelga, dijo.