La UE vetará a las aerolíneas que no paguen por contaminar
La UE vetará a las aerolíneas que no paguen por contaminar
Canadá y otros países, como EE UU, China, México o Brasil, se oponen frontalmente a la medida que entró en vigor el 1 de enero en la Unión Europea, según la cual las compañías aéreas que operan en el viejo continente deben pagar por las emisiones de dióxido de carbono que generan. Bruselas insiste en que no va a modificar la ley, y algunas aerolíneas ya han anunciado que subirán el precio de sus billetes.

Aerolíneas estadounidenses y canadienses presentaron una demanda contra la inclusión de la aviación en el sistema de derechos de emisiones. El Tribunal Europeo resaltó que la medida solo afecta a las aeronaves que aterrizan o despegan en la UE, momento en el que los aviones están sometidos a la plena jurisdicción comunitaria, por lo que deben cumplir con la ley europea
Agencias. Bruselas.- La Unión Europea (UE) subrayó este jueves que sus leyes deben ser respetadas y que no serán modificadas, tras el rechazo de China a pagar por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que generan sus aerolíneas que viajan desde o hacia el continente europeo, una medida a la que se opone también Canadá y otros países con grandes intereses económicos en el sector, como Estados Unidos, México o Brasil.
La Comisión Europea aseguró que las aerolíneas, incluidas las canadienses, que no paguen por los gases contaminantes que emiten serán multadas y que podrían prohibirse sus operaciones como último recurso, a la vez que lamentó las subidas “infladas” de los precios de los billetes que algunas compañías barajan.
“Si quieres operar en Europa debes respetar la ley”, afirmó Isaac Valero-Ladrón, portavoz de la comisaria europea a cargo del Cambio Climático, Connie Hedegaard.
La ley europea, en vigor desde el 1 de enero, incluye a la aviación en el sistema de derechos de emisiones (ETS) europeo, obligando a los aviones que aterricen o despeguen en la UE a comprar el equivalente de un 15 por ciento de las emisiones de CO2 que liberen a la atmósfera, en el marco de la lucha contra el calentamiento global.
Pero China anunció este jueves que “no cooperará” con la ley y advirtió que estudia medidas de represalia.
“Esta ley no será modificada y no viola ninguna legislación internacional o de soberanía”, aseguró el portavoz de Hedegaard en rueda de prensa. “Si quieres abrir un negocio en Europa, como abrir un restaurante o cualquier cosa, debes cumplir con las reglas sanitarias y de seguridad. Esto es lo mismo”, señaló.
La ley prevé multas de hasta 100 euros para las aerolíneas por cada tonelada de CO2 que emitan e incluso contempla la posibilidad de prohibir vuelos en la UE. Pero si los países toman medidas similares a las europeas para reducir la contaminación atmosférica, podrían quedar exentos de pagar.
Europa “da a los países la opción de reducir a su manera la polución por emisión de CO2 de la aviación”, afirmó el portavoz. “A nosotros no nos sirve el argumento ‘no nos gusta la medida, pero del lado nuestro no estamos haciendo nada’” para reducir las emisiones, dijo.
La ley generó una fuerte polémica en todo el mundo al ser anunciada en 2008. Países como Canadá, Estados Unidos, Brasil o México han expresado su oposición aduciendo que perjudica a sus vuelos de largo recorrido, y reclamaron que, al menos, sus compañías sólo paguen por los gases liberados mientras sobrevuelan el territorio europeo.
Incluso las principales compañías del sector en Estados Unidos (American, Continental y United Airlines), así como algunas compañías canadienses, llegaron a denunciar la ley ante la justicia. Finalmente, en diciembre el Tribunal de Justicia europea avaló la medida.
“Vamos a seguir conversando” con estos países, aseguró el portavoz comunitario. Pero la ley “no será modificada”, insistió.
China advirtió este jueves que “no va a cooperar con la Unión Europea en cuanto al ETS”, declaró Chai Haibo, director adjunto de la China Air Transport Association (CATA).
Bajo el Programa de Comercio de Emisiones (Emissions Trading System, ETS), las compañías aéreas deberán comprar el 15 por ciento de sus emisiones de CO2, estimado en 32 millones de toneladas de dióxido de carbono. Y las emisiones de la aviación suponen, según los cálculos de Bruselas, el 3 por ciento de los gases de efecto invernadero que genera en total la UE.
A unos 7 euros la tonelada de CO2, la ley permitirá recaudar 207 millones de euros en 2012, según los cálculos de la UE. Para compensar los costes, muchas aerolíneas ya anunciaron aumentos en las tarifas de los billetes.
La compañía estadounidense Delta Air Lines aumentó en seis dólares la tarifa de los vuelos de ida y vuelta desde Estados Unidos hacia Europa.
También la alemana Lufthansa trasladará a sus clientes el sobrecargo por el “encarecimiento de combustible”. Así aumentará entre diez y 135 euros los vuelos intercontinentales y entre tres y 39 euros las rutas europeas y domésticas.
Iberia dijo que está “estudiando qué medidas tomar en este sentido” y Brussels Airlines anunció que encarecerá en tres euros el precio de los vuelos dentro de la UE y en 10 euros el de los vuelos intercontinentales.
La Comisión Europea argumenta que el sobrecargo para las aerolíneas es más que limitado. “Apenas lo sentirán”, dijo el portavoz comunitario.
“Hemos visto cifras (de aumento de precios) muy infladas”, indicó Valero, quién recordó que las aerolíneas recibirán la gran mayoría de los derechos para emitir dióxido de carbono de manera gratuita y que solo deberán pagar un 15 por ciento del total.
En base a estas cifras, el Ejecutivo europeo calculó que los vuelos transatlánticos aumentarían sus precios en entre 2 y 12 euros, dependiendo de que las compañías decidan hacer pagar a los pasajeros los derechos que han de comprar o por una tasa mayor al mencionado 15 por ciento, aunque el resto les hayan sido cedidos gratis.
Valero indicó que la CE no prevé tomar ninguna medida contra esta práctica de inflar los precios, sobre los que Bruselas no puede intervenir directamente puesto que son dispuestos libremente por las compañías.
Sin embargo, dejó la puerta abierta a futuros movimientos al asegurar que el Ejecutivo europeo estará pendiente de la evolución de la situación.
“Vamos a ver como reacciona el mercado”, concluyó.