Ponen en marcha un programa de inmigración para captar mano de obra
Ponen en marcha un programa de inmigración para captar mano de obra
MISSISSAUGA.- Un nuevo programa de inmigración encaminado a lograr que los trabajadores cualificados se integren en el mercado de Canadá más rápido se iniciará el 2 de enero.
El ministro de Inmigración, Jason Kenney dice que las nuevas reglas ayudarán a abordar la escasez de mano de obra.
Para aspirar a obtener una plaza dentro de este nuevo programa, los solicitantes deben tener ya una oferta de trabajo o haber sido pre-seleccionados por una provincia o territorio.
Ellos también tienen que cumplir con los requisitos de idioma y tener un mínimo de dos años de experiencia laboral en un comercio especializado.
El programa aceptará un máximo de 3.000 solicitudes en el primer año.
El gobierno federal está trabajando con las provincias, territorios y grupos de trabajo para elaborar una lista de ocupaciones que serán elegibles.
Se espera que se incluyan electricistas, soldadores, mecánicos de equipos pesados y fontaneros.
Esta nueva medida ha sido aceptada sin problemas, a diferencia de aquella que presentó hace unos meses, incluida en el proyecto ley de C.43 y por la cual el ministro de Inmigración tiene más poder para controlar de forma más exhaustiva el acceso de los inmigrantes a Canadá.
Dicha normativa generó gran polémica pues, según la oposición, le concede al ministro “demasiado poder” y permite negar la entrada a extranjeros aunque éstos no cuenten con antecedentes penales.
El proyecto permite la expulsión de delincuentes extranjeros de forma más rápida, así como la deportación de refugiados, residentes permanentes y visitantes que hayan cometido “delitos graves”, aquellos en los que la pena es de seis o más meses de cárcel. El proyecto también permite al ministro de Inmigración determinar quién puede ser deportado y quien no.
Kenney explicó que el proyecto de ley reduce el número de apelaciones con las que “un delincuente extranjero puede retrasar, a veces durante varios años, su deportación”. “Esta es una iniciativa importante para proteger a los canadienses de delincuentes peligrosos que han conseguido retrasar su deportación y que en muchos casos van a volver a protagonizar nuevos delitos y a cobrarse nuevas víctimas”, apuntó Kenney en su discurso frente a la Casa de los Comunes cuando presentó la propuesta.
Además, la reforma concede al ministro la facultad de negar la entrada a alguien o el estatus de residente temporal por un máximo de tres años. En este sentido, Kenney reconoció el pasado junio que el poder debe usarse con moderación.
Kenney afirmó en su día que “yo no quiero que el actual, o cualquier futuro gobierno abuse de este tipo de poder”, dijo. “Pero creo que en ciertos casos hay gente demasiado violenta y que, si no lo impedimos, pueden entrar a Canadá. Creemos que debe existir un equilibrio a la hora de permitir la entrada de extranjeros, y vamos a luchar por conseguirlo.”
Kenney alega que el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, EE.UU. permiten esta norma.
Este proyecto va en consonancia con otro del gobierno federal, que propuso que los inmigrantes que aplican para obtener la ciudadanía canadiense puedan demostrar que hablan con fluidez uno de los dos idiomas oficiales del país.
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