Desestimada la demanda por difamación contra el alcalde
Desestimada la demanda por difamación contra el alcalde

En la decisión, el juez Macdonald escribió que Foulidis no probó que los comentarios en cuestión hechos por Ford iban dirigidas a él o que eran difamatorios
TORONTO.- Un juez de Ontario desestimó una demanda por difamación de 6 millones de dólares contra el alcalde de Toronto, Rob Ford.
El Juez de la Corte Superior de Ontario John Macdonald falló que el demandante, propietario de un restaurante, George Foulidis, no cumplió con los “aspectos esenciales” necesarios para una demanda por difamación.
En la decisión, de 15 páginas, Macdonald escribió que Foulidis no probó que los comentarios en cuestión hechos por Ford iban dirigidos a él o que eran difamatorios.
“Su acción produce un error en esta base y por lo tanto debe ser desestimado”, escribió el juez.
En un comunicado, el alcalde dijo que la decisión de la corte es “bienvenida”.
“Voy a seguir luchando para representar los mejores intereses de los contribuyentes en el Ayuntamiento de Toronto”, dijo Ford. “Todavía hay mucho trabajo por hacer y voy a seguir trabajando. Esa es ahora mi prioridad”
El alcalde admitió en su día como reales sus comentarios a la redacción del periódico ‘The Sun’, que se tomaron como prueba en la demanda por difamación por valor de 6 millones interpuesta contra él, en los que hacía referencia a “corrupción y engaños” en un caso de arrendamiento del Ayuntamiento con la ciudad.
El Consejo del Ayuntamiento de Toronto le extendió a Foulidis un contrato de arrendamiento para su Restaurante ‘Boardwalk Cafe’.
Durante el juicio, el abogado de Foulidis, Brian Shille, le preguntó al alcalde sobre sus famosas declaraciones a la redacción del ‘The Sun’.
Ford, al ser inquirido por esta incómoda cuestión, se limitó a contestar con evasivas. El juez le siguió preguntando hasta que el alcalde confesó que, efectivamente, eran suyas y con ellas reconocía que en el asunto del arrendamiento había “negocios turbios”.
Pese a esas declaraciones, el alcalde ha sido declarado inocente y cierra así uno de los varios episodios polémicos en los que se ha visto envuelto durante su breve mandato.
La más grave fue la que acabó con su gobierno cuando el juez del Tribunal Superior de Ontario, Charles Hackland, emitiera en su veredicto que Ford era culpable de protagonizar un caso de conflicto de intereses y le diera dos semanas para dejar vacante su puesto en la municipalidad.
“Me parece que el demandado no ha cumplido su obligación de demostrar que sus infracciones del AICM fueron el resultado de un error de buena fe en el juicio”, escribió Hackland.
Hackland determinó que la participación de Ford en el debate y posterior votación sobre si debería pagar 3,150 dólares en donaciones, solicitados para su fundación privada de fútbol con membrete oficial de la ciudad en 2010, “no se produjeron por inadvertencia.”
De acuerdo con la decisión de Hackland: “la inadvertencia involucra vigilancia; la desatención o descuido, por el contrario, quiere decir que la participación del acusado fue una elección deliberada.”
Citando importantes circunstancias atenuantes como “que no se trata absolutamente de ningún problema de corrupción o de lucro” por parte del alcalde, el juez también dejó la puerta abierta para que Ford busque la reelección en el futuro.
En la querella interpuesta por el residente de Toronto Paul Magder, el alcalde fue acusado de no declarar sus conflictos de intereses por delante del debate y votación de la última edición de febrero. Magder argumentó que al participar en esa votación, el alcalde había violado la Ley de Conflictos de Interés Municipal.
En su defensa, Ford dijo a la corte en septiembre que no recordaba haber recibido o leído nunca el manual de concejales que describe las reglas, y que creía que no había hecho nada malo.
Pero en su decisión, Hackland dijo que tenía dificultades para “aceptar la defensa del alcalde”, basada esencialmente en un sentido de desconocimiento absoluto del derecho y una actitud de desprecio y enfrentamiento al Comisionado de Integridad y el Código de Conducta.”
“En mi opinión, las acciones del demandado estaban caracterizadas por la ignorancia de la ley y la falta de diligencia en la obtención de asesoramiento profesional, por ceguera voluntaria. Por lo tanto, me parece que sus acciones son incompatibles con un error de juicio”.
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