Identificado un tercer miembro del grupo que atacó la planta de gas argelina
Identificado un tercer miembro del grupo que atacó la planta de gas argelina

Fuentes de inteligencia dicen que Aarón Yoon voló junto a otros tres al norte de África pero fue encarcelado antes de que el ataque a la planta de gas de Argelia fuese perpetrado. (Foto cortesía CBC News)
TORONTO.- Una investigación especial de CBC News ha descubierto la identidad de un tercer integrante de un grupo de amigos de la escuela secundaria de London, Ontario, que ha sido a su vez el centro de un relato donde los jóvenes canadienses se mezclaron con la red terrorista Al-Qaeda.
CBC News se ha enterado de que Aarón Yoon, ahora de 24 años, es probablemente el único sobreviviente de esta banda de amigos, dos de los cuales murieron mientras la organización perpetró un sangriento ataque a una refinería de petróleo de Argelia hace tres meses.
Las fuentes internacionales de inteligencia dicen que Yoon, un canadiense de origen coreano, voló al norte de África con otros tres, pero terminó en la cárcel antes de que se efectuase el ataque de al-Qaeda en enero que mató a 37 trabajadores de la refinería de Argelia.
Dos de los ex compañeros de escuela de Yoon en London, Xris Katsiroubas y Medlej Ali, estaban entre las varias docenas de militantes vinculados a al-Qaeda involucrados en el ataque. Las fuentes dicen que los dos probablemente se inmolaron al final del asedio de cuatro días, pero sólo uno pudo ser identificado a través de pruebas de ADN.
No hay evidencias de que Yoon haya tenido la intención de participar en el ataque si no hubiera sido encarcelado. Por su parte, su hermano asegura que Aarón no tuvo contacto con los otros dos durante el último año. Un cuarto miembro del grupo de London parece haber desaparecido.
Todo esto, al parecer, fue un shock para la familia de Yoon quienes siguen viviendo en London. El hermano de Yoon, alcanzado por CBC News en la casa de la familia, dijo que no tenía idea de Aarón hubiera sido encarcelado, y aseguró que, de hecho, habló con él por teléfono hace unas semanas. Según el hermano, Yoon poseía la libertad para viajar.
Según CBC News, aún sigue siendo un misterio como un chico coreano-canadiense terminó yendo con sus compañeros rumbo a la muerte en un lejano desierto.
Yoon creció en el tercer piso de un edificio de apartamentos de tres pisos. Al igual que los otros miembros de “la hermandad”, fue a la escuela secundaria del Sur de London donde sus conocidos, aseguran, era un buen estudiante. Fue criado como católico.
Un año antes de su graduación, sin embargo, Yoon se convirtió al Islam como sus amigos Katsiroubas y Medlej. No mucho tiempo después de dejar la escuela, él también se fue de casa y se mudó con Medlej.
Yoon parece haber estado en el radar de la policía y las agencias de inteligencia en Canadá. En junio del año pasado, apenas seis meses antes del ataque a la refinería de Argelia, La Policía Montada de Canadá estuvo en London haciendo preguntas acerca de Yoon y los otros dos amigos, Katsiroubas y Medlej.
Ahmed Elturk, que lleva a cabo programas para la juventud musulmana en London, recuerda ser entrevistado por la Real Policía Montada, aunque que estaban más interesados en el paradero de Medlej. “Estaban tratando de encontrar información, si tenía una idea de dónde estaba, o si conocía a alguien que tuviera una idea de dónde puede estar”, dijo a CBC News Elturk.
El Departamento de Asuntos Exteriores, pidió a la Policía de Canadá que comentara sobre si Yoon, el ciudadano canadiense, estaba detenido en una cárcel extranjera. La respuesta fue: “No podemos comentar sobre asuntos de seguridad nacional.”
El pasado martes, el ministro de Inmigración, Jason Kenney, dijo que Canadá no está perdiendo la batalla contra el extremismo de cosecha propia. Hablando en Vancouver, dijo que no podía comentar directamente sobre los casos ya que la Policía de Canadá todavía está investigando, pero cuando se le preguntó si estaba preocupado sobre si Canadá estaba perdiendo la batalla, dijo, “No, absolutamente no”.
Kenney dice que los canadienses deberían estar “vigilantes”, señalando que Canadá no es inmune a la radicalización interna, pero dijo que los canadienses también debe estar agradecidos de que no se hayan tenido que enfrentar la clase de ataques violentos nacidos fuera de la radicalización de cosecha propia que sufren algunos países europeos.
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